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“Hay una obsesión por un discurso nacional-leonesista”

Miguel Hidalgo (León, 1959) reconoce que “es bueno estar en política sin necesidad de vivir de ella”. La intención de su partido, de “ámbito provincial” como se encarga de repetir, es contar con candidaturas en todos los municipios del alfoz para constituir una alternativa cívica ciudadana. Durante la entrevista repite con frecuencia palabras como “regeneración” y “transparencia”, que destaca como dos de las señas de identidad de su formación.
¿Cuál es su concepto de la política?
Más alejada de la concepción de los grandes partidos y más cercana a la gente, y de sus reivindicaciones dentro del entorno municipal.
¿Espera conseguir representación en San Marcelo?
Sí tenemos esperanzas, en principio porque nos presentamos. Hemos trabajado durante estos años para aglutinar una alternativa que tuviera peso y fuerza suficiente para garantizar un puesto. Yo dibujé hace tres años un escenario en el que dije que la polarización iba a ser fuerte y que la UPL, por su política de pactos, tendría una fuerte bajada. Y creo que desde este punto de vista habría sitio para una cuarta fuerza alternativa.
¿Qué ofrecerían entonces?
Trabajar por la vía de coalición.
Parece que el PP va a ser el gran beneficiado, aunque no llegaría a conseguir la mayoría absoluta...
Sí, se habla de un empate técnico, pero sinceramente quienes hablan que el MASS podría conseguir un concejal espero que no se confirme. Y es que estoy convencido de que hay una corriente contraria a lo que representan los grandes partidos. Por ejemplo 'No les votes', que circula por Twitter... Todo obedece a los pactos y contubernios o 'pacos', no en atención a lo que la gente necesita sino lo que quieren ciertos oligarcas que dominan cada formación política. En definitiva, que la gente se siente poco representada.
Pero, tal y como funcionan hoy los partidos, esto parece inevitable...
Hay un déficit democrático enorme en la estructura interna de los partidos. La Constitución les otorga un papel fundamental como cauces de participación política, pero si este instrumento no es democrático entonces todo funciona con el 'ordeno y mando' o con lo clientelar; desde este punto de vista la democracia queda muy coja.
¿Considera vital, entonces, que surjan nuevas alternativas?
Sí, porque si no lo que va a quedar de esto un desapego por la política que solo va a beneficiar a los dos grandes partidos que cada vez se verán más apartados por la sociedad. Algo que históricamente ha llevado a experimentos muy peligrosos en Europa, como el nazismo, o con situaciones que uno ve en la Italia del momento. Por ejemplo, la gente más joven en la universidad: el ambiente es claramente abstencionista o en blanco.
No creo que el PSOE haya dado un ejemplo de participación en la ciudad
¿Qué nota daría al actual pacto de gobierno en el Ayuntamiento?
No le subiría del cinco, y soy muy benevolente. Me parece que dos aspectos fundamentales han sido, primero, la separación entre gobierno y sociedad porque ha sido palaciego, muy de sexta planta. No se ha escuchado a la gente, y poco y mal a las asociaciones de vecinos. Y en segundo lugar, hay una especie de obsesión de ambos por ocupar un discurso nacional-leonesista, por demostrar que a ellos no les gana nadie en ese sentido.
La anulación del presupuesto de 2008, la oposición dice que es una de las cosas más graves de los últimos años en León. ¿Comparte esta afirmación?
Es la constatación que se nos está engañando. Desde un punto de vista práctico, no tendrá repercusión porque con posterioridad a esa fecha se han aprobado planes de saneamiento. Ahora bien, desde un punto de vista de simbología política, la sentencia lo dice de forma rotunda: la información que el Ayuntamiento pone encima de la mesa para aprobar el presupuesto de 2008 no es completa, por lo que la razón la tiene la oposición. Pero sobre todo me preocupa por falta de transparencia. Por cierto, da miedo entrar en la web municipal a buscar datos, porque en el siglo XXI esto es inadmisible y escandaloso, sin contar a la gente cómo está la 'casa'.
El PSOE siempre ha hecho bandera de su política participativa. ¿Cree que lo han incumplido?
De palabra sí, pero en la práctica... Yo vengo de la izquierda y uno de sus grandes fallos es que siempre quieren controlar los movimientos ciudadanos, y después ha dicho que quería fomentar la participación. No creo que el PSOE haya dado un ejemplo de participación en la ciudad. Desde el Tranvía, Fernández Ladreda... Son muchas decisiones que se han tomado de espaldas a la gente.
Cambiando de asunto, ¿qué va a significar la llegada de la alta velocidad?
Será estupendo para León porque había que solucionarlo, aunque es una noticia que deberíamos haber tenido hace 15 años; llega con mucho retraso. Digo más: es decepcionante ver cómo los políticos nos dedicamos a ponernos zancadillas, pero cuando llega todos salimos en la foto.
Hablemos de propuestas de Civiqus. ¿Qué aspectos destaca de su programa para la ciudad?
Tenemos dos focos de atención fundamentales. Vivimos tiempos de verdad y de transparencia como las redes sociales o 'wikileaks', que son movimientos que se producen en horizontal y en situación de igualdad. La ciudad debe asumir sus errores históricos, aunque tenemos una administración hecha un cáncer, de funcionarios que nos sobran después de muchos años de despilfarro desmedido. Después debemos abordar una regeneración y un cambio económico para poder prestar unos servicios con garantías de calidad. Y dicho esto, atender el problema fundamental que es el desempleo. Eso sí, el Ayuntamiento no puede ser una oficina de colocación y convertirse en una agenda de promoción y fomento de empleo, y la creación de un tejido económico en la ciudad. León debe explotar también su carácter central con unas vegas enormente ricas y fomentar los cultivos ecológicos o de proximidad.