El Supremo avala exhumar a Franco del Valle de los Caídos y su traslado a El Pardo
Tras quince meses de enfrentamientos legales, el Tribunal Supremo ha decidido este martes por unanimidad que los restos del dictador Francisco Franco serán exhumados de la basílica del Valle de los Caídos y trasladados a El Pardo y no a la catedral de La Almudena, opción esta última planteada por la familia. La resolución del alto tribunal se ampara en lo dictado por la Ley de Memoria Histórica, que prevé convertir Cuelgamuros en un espacio de reconocimiento de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura.
La Sección Cuarta de la Sala Tercera del Tribunal Supremo ha desestimado el recurso interpuesto por los descendientes de Franco, que sólo aceptaban una alternativa al traslado de los restos desde el Valle de los Caídos: su inhumación en un nicho de propiedad familiar en la catedral de La Almudena, donde están enterrados su hija, Carmen, y su marido, el marqués de Villaverde.
Desde otro punto de vista, la decisión del Supremo respalda la postura mantenida por el Gobierno de la nación, que planteó trasladar los restos al cementerio de Mingorrubio, en el barrio de El Pardo, donde está enterrrada la mujer del dictador, Carmen Polo. Fue uno de los primeros anuncios del Ejecutivo de Pedro Sánchez tras acceder a La Moncloa en junio de 2018 al triunfar la moción de censura presentada contra Mariano Rajoy. El Gobierno socialista duda que será posible exhumar a Franco antes de las elecciones generales del próximo 10 de noviembre.
El caso es que la prolongación en la resolución de este asunto ha dado pie a la publicación de diversas alternativas. Una de las más curiosas fue precisamente la aportada por un arquitecto leonés, Pablo López Aguado. Bajo el término #SoluciónFranco proponía la demolición del actual monumento para restaurar la zona y habilitar bajo tierra una gruta que sería aprovechada como centro de interpretación del fascismo español. Para añadir carga simbólica, la tumba de Franco seguiría quedando visible, pero ahora caminando bajo la lápida, de manera que los restos del Caudillo quedarían 'colgados' en el techo de esa gruta, la cual acabaría en el Jardín de la Democracia.
