La decisión del votante estadounidense

Clinton Trump

Michael Glick

Cuando se cumplen los 18 años en EE.UU. es cuando se entra verdaderamente a formar parte de la sociedad como adulto, y a la vez, quizás con la misma importancia, como votante. Tenemos una democracia y estamos orgullosos de ella, pues desde hace muchos años a los mayores de edad les ha gustado contribuir a la hora de realizar decisiones importantes. Sin embargo, muchas personas dirían que esta elección presidencial no ha producido la misma excitación, y sin duda estoy de acuerdo con ellos.

En primer lugar, debo clarificar mi argumento, porque es obvio que esta elección ha provocado mucho entusiasmo en millones de estadounidenses. Se puede ver cada día en la televisión el número impresionante de personas que asiste a los discursos de Trump, y no hay duda de que la posibilidad de elegir a la primera presidenta es un dato histórico. Claro, esta elección ha hecho mucho ruido, provocando mucha agitación.

Pero como votante primerizo, reconozco que ahora tengo poca confianza en nuestro sistema bipartidista. Ya he votado, sí, y si ganara Clinton tendría la oportunidad de decirles a mis hijos que yo he ayudado a elegir a la primera presidenta de nuestro país. Para las mujeres y las niñas de EE.UU. (y desde luego para los hombres y niños también), la presidencia de una mujer sería algo muy bueno y necesario, pero decir que será Clinton la que debe ser nuestra primera presidenta es otro asunto.

Como votante primerizo, reconozco que ahora tengo poca confianza en nuestro sistema bipartidista

No hay duda de que Clinton tiene mucha experiencia, es más, se puede decir que ella ha dedicado su vida al servicio público. Por otro lado, hay muchas personas, en las que me incluyo, que ven a Clinton como un ejemplo perfecto de la frivolidad y la corrupción de la política. Desde luego, el escándalo de los emails y la cobertura de ello han apoyado este punto de vista durante momentos cruciales de su campaña.

Y aquí vemos un problema grandísimo de estas elecciones: Casi siempre nos hemos centrado en los candidatos en vez de en sus ideas. Analizamos a Clinton y sus emails y a Trump y los vídeos en los que podemos ver su manera vulgar de interactuar y hablar de las mujeres, pero casi nunca hablamos de lo que haría cada candidato si ganara. Muchos de nosotros estamos hartos porque una democracia debe discutir “policy”, la política, pero en general hablamos de los candidatos como personas e intentamos encontrar problemas en sus personalidades.

Es muy fácil elegir a un candidato por razones relacionadas con nuestras primeras impresiones, es mucho más difícil aprender lo que piensan los candidatos y votar usando esta información, y ha sido especialmente difícil determinar sus perspectivas durante esta elección porque los medios contribuyen a que los candidatos no expresen sus puntos de vista sobre temas importantes. Soy culpable como muchos otros, pero he visto cada debate y había casi una ausencia de información sobre la política dentro de ellos, he leído artículos de muchos periódicos y casi siempre se habla de los personajes en vez de sus ideas. Por lo tanto, es difícil pensar en las cosas que realmente son significativas.

El mayor problema es que nos hemos centrado en los candidatos en vez de en sus ideas

En fin, me gustaría decir que la experiencia de votar por primera vez ha sido inolvidable, pero estaría mintiendo si dijera eso. Esta elección ha revelado muchos problemas con la política en EE.UU. y tendremos que actuar para evitar una elección semejante dentro de cuatro años.

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