Cacabelos presenta un plan de saneamiento de 750.000 euros anuales

Efe

El alcalde de Cacabelos, Adolfo Canedo (PP), ha elaborado un plan de saneamiento de las cuentas públicas de unos 750.000 euros anuales mediante un recorte del gasto y un aumento de los ingresos por el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).

El plan se basa en el ahorro de unos 614.000 euros al año principalmente mediante la reducción de los empleados públicos y el ahorro energético, así como la recaudación de entre 130.000 y 150.000 euros en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), según ha concretado Canedo en una rueda de prensa celebrada esta mañana en el salón de plenos del Ayuntamiento.

Adolfo Canedo ha explicado que este plan, que el mismo ha elaborado a partir de la documentación del consistorio, pretende mantener los servicios y actividades públicas sin subir los impuestos.

De este modo, el recorte más importante se produce en la media de trabajadores públicos que emplea el consistorio, que se reducirá desde los 78 empleados de los últimos doce meses, hasta una media de entre 56 y 58 operarios.

Así, el Ayuntamiento eliminará 17 puestos de trabajo que, según el regidor, “no son imprescindibles” y que han supuesto a las arcas municipales un coste de 430.000 euros en el último año.

Se trata, en diez de esos casos, de personas vinculadas al equipo de gobierno anterior, liderado por el socialista José Manuel Sánchez, que ejercían labores adscritas a la administración o a servicios técnicos y que estaban “muy bien pagadas”, con un coste salarial de 2.505 euros de media.

El recorte de la plantilla afectará, asimismo, a los profesores de la Escuela Municipal de Música, que pasará de 13 a 6 profesores manteniendo la oferta de doce especialidades para 130 alumnos.

Por otro lado, el Ayuntamiento aumentará las cuotas de las actividades de las escuelas deportivas, así como de las extraescolares y de aquellas destinadas a la población adulta.

En el ámbito energético, el consistorio planea ahorrar 50.000 euros al año prescindiendo de una de cada dos luminarias públicas, y evitando colocar luces decorativas en épocas festivas como Navidad.

Además, una empresa gestora realizará una auditoría energética a partir de la cual se aplicarán medidas de ahorro tanto en el alumbrado, como en la calefacción de los edificios públicos.

Mientras, el consistorio planea recaudar entre 130.000 y 150.000 euros con la inclusión de en torno a 500 bienes inmuebles en el catastro.

Se trata de viviendas, pisos o naves agrícolas por las que sus propietarios no están pagando el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), algo que el regidor considera “injusto” sobre todo teniendo en cuenta que para recaudar esa cantidad el Ayuntamiento tendría que subir un 20 por ciento la tasa a las personas que ya la están pagando, mientras algunos ciudadanos “no están siendo solidarios”.

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