El Bierzo también pide que se catalogue el vino como alimento

Los presidentes de los consejos reguladores de las denominaciones de origen (DO) de Ribera del Duero, Toro, Cigales, Rueda y también del Bierzo coinciden en señalar que el borrador contemplado en el anteproyecto de Ley del Ministerio de Sanidad debe apostar por un consumo responsable, pero catalogando al vino como alimento de la dieta mediterránea sin recortar campañas para su difusión y promoción.

Al respecto, indicaron que esta bebida “pertenece a una cultura milenaria propia de la idiosincrasia del país, y que su carácter de fermentada y de baja graduación debe ser tenido en cuenta respecto a las bebidas alcohólicas destiladas”.

Así se puso de manifiesto en una mesa de debate sobre las denominaciones de origen de la Comunidad, en el marco de la tercera jornada del curso de verano denominado 'El vino, un mundo lleno de armonía', organizado por la Fundación Universidad Europea Miguel de Cervantes en Valladolid.

La presidenta de la DO de El Bierzo, Misericordia Bello, se postuló a favor de impulsar medidas orientadas hacia un consumo moderado “por que el vino es una bebida con alcohol y en dosis adecuadas tiene sus beneficios alimentarios y saludables, frente a otras destiladas con alta graduación de las que algunos jóvenes abusan”.

Sobre el sector vitivinícola en general y la caída de ventas, las 73 bodegas bercianas apuestan “por grandes vinos” en una área de producción pequeña de 3.000 hectáreas de viñedos y cabe la posibilidad de recuperar cepas centenarias, tal y como dijo Bello. Precisó que sin olvidar el mercado nacional hay que seguir presentes en Estados Unidos, Alemania, Suiza, el resto del continente europea y cada vez más en países asiáticos que “reclaman caldos exclusivos”.

Por su parte, el presidente de la DO Ribera del Duero, Enrique Pascual, señaló que la intención inicial del Ministerio de Sanidad de equiparar el vino con otras bebidas de mucha mayor graduación “se quede ahí”, ya que de lo contrario “se haría un flaco favor” a un sector ya tocado por el fuerte descenso de ventas. “Los menores hoy por hoy, en términos generales, no deben de tomar alcohol, pero luego cuando salgan de sus casas y hagan lo que quieran eso no se puede evitar con ley y sin ella”, declaró.

Sobre los vinos de calidad y la necesidad de saber promocionarlos en un mercado global y muy selectivo, Pascual explicó que debe conjugarse la innovación con las normas que implica pertenecer a una DO. “El tiempo nos llevará el destino de tener que acomodarnos a las exigencias del mercado, además de saber explicar que lo hacemos bien por que nos cuesta trasladarlo y que se nos reconozca un trabajo ejemplar para elaborar vinos de calidad”, expuso.

Adaptar las normas

Pablo del Villar, presidente de la DO Rueda, dijo que su consejo regulador conoce el borrador de la ley de Sanidad y aseguró que no se puede equiparar un producto de calidad alimentaria como el vino “con un alcohol destilado de graduación más alta que puede crear adicción”. En torno a una posible restricción de la publicidad del alcohol para bajar el consumo entre los menores, añadió que Rueda ha trasladado a la Junta su preocupación “por una normativa que impediría hacer promoción cuando el público a la que se dirige es de 25 a 35 años, la franja potencial de consumo más alta de vinos blancos”.

Villar se congratuló de que la DO que representa lleva diez años en crecimiento y en el primer semestre de 2014 han subido un 16 por ciento las ventas, apostando por abrir otros tipos de elaboraciones de calidad para adaptarse a las nuevas exigencias.

Asimismo, el presidente de la Denominación de Origen Cigales, Pascual Herrera, dijo que estas demarcaciones geográficas “velan por que el producto sea de calidad y cumpla unas normas de elaboración de cara al consumidor”, al tiempo que consideró que tiene una opinión “mala” sobre el hecho que la nueva normativa para restringir el consumo de alcohol en menores pudiera incluir al vino.

“La administración debe ser consecuente por que el vino es un producto agroalimentario y debe tratarse como tal. Lo quieren pasar a otro grupo y se cae en la aberración de países poco productores como Estados Unidos al incluirlo en un reglamento donde están drogas, armas y alcohol. Lo que hay que hacer con la juventud es educarla”, enfatizó.

Sobre las perspectivas de futuro del sector, pidió a la administración regional que no “encorsete ni ponga pegas” a los cambios que solicitan los consejos reguladores de las DO para poder realizar vinificaciones distintas que demanda el mercado. También se lamentó de la fuerte caída del consumo y dijo que “aquí pasa algo” cuando no se bebe ni la cuarta parte del vino que se produce en España. “No es normal que países con menos tradición vinícola tengan consumos medios anuales por persona y año de 57 litros como Suiza, con la misma juventud y gustos, y en España solo es de 13 litros. Si no se vende fuera una bodega puede pasar serias dificultades económicas”, concretó.

Calidad y tipicidad

Finalmente, el presidente de la DO de Toro, Amancio Moyano, defendió la “calidad y la tipicidad” que una marca de garantía aporta al vino de una determinada zona geográfica, y los consejos reguladores “son los culpables” de que los caldos españoles hayan obtenido una buena consideración en los mercados.

Así, valoró el “crecimiento exponencial” de las bodegas zamoranas de esta denominación de origen, que han pasado de las siete de 2008 a las 57 actuales “al apostarse por una variedad como la tinta de Toro que tiene cada vez mayor aceptación”, lo que queda demostrado en el aumento de un 15 por ciento en las ventas del primer semestre respecto al mismo periodo de 2013.

En torno a medidas futuras que puedan impedir legalmente campañas de publicidad en el país con más extensión de superficie cultivada y cultura vitivinícola, se mostró contrario. “Es bueno hacer todo lo posible en la prevención del consumo de alcohol entre menores y hay cifras dramáticas, pero a la vez queremos recordar las cualidades, características y la definición que del vino dan la ley regional de 2005 y la nacional de 2003. Se trata de un alimento tradicional y para nada se le puede comparar con otras bebidas de alta graduación que son las que provocan alcoholismo entre los jóvenes. Debe haber consenso desde las consejerías de agricultura y ya se está actuando poder paralizar el anteproyecto”, explicó.