Un atleta frente a su récord más difícil
Hace nada estaba pensando en abandonar la política, pero hoy tiene por delante el desafío quizá más inabarcable que podía marcarse: sacar al Partido Socialista del abatimiento en que está sumido.
Más estratega que táctico, fascinado por el litio -el “oro blanco del siglo XXI”-, madridista irredento y aficionado a la novela negra, Alfredo Pérez Rubalcaba repite ante quien quiere oírle que “nada es imposible”.
Las encuestas no dan ni un duro por él, pero a sus malos augurios el responde: “más trabajo”, haciendo honor a la fama de incansable que le atribuyen sus fatigados colaboradores.
Doctor en Química, recurre sin embargo a la física para explicar la situación electoral. En concreto, a la paradoja del gato de Schrödinger que, simplificando mucho, consiste en un experimento imaginario en el que se coloca un gato dentro de una caja en la que hay en frasquito de veneno y un sistema por el que hay las mismas probabilidades de que el frasco se rompa o que no.
Los científicos explican que la paradoja es que el gato puede estar vivo y muerto a la vez cuando se abra la caja y a ello se agarra Rubalcaba, que dice que, hasta que se abran las urnas, todas las posibilidades caben. Incluida la victoria.
Sin embargo, deberá luchar contra la “invisibilidad”. A pesar de que sus niveles de popularidad son altos, sobre todo frente a los del su rival Mariano Rajoy, los votantes parecen no verlo a la hora de elegir papeleta.
Rubalcaba, ex vicepresidente primero y ex ministro del Interior en el último Gobierno socialista, es uno de los políticos más respetados del país. En su juventud estuvo a punto de romper el récord de los 100 metros lisos, aunque sus aspiraciones de atleta quedaron truncas por una lesión.
Nacido en Cantabria hace 60 años, casado y sin hijos, Rubalcaba es un químico que ha impartido clases en universidad es españolas y extranjeras, y suele escuchar música clásica en su iPod.Si ganase, sería el primer presidente español en dominar con soltura el inglés y el francés. Y con cierta comodidad el alemán.
Trabajador infatigable, tuvo que tomarse un respiro cuando en marzo de 2011 tuvo que ser ingresado en la UCI por una infección tras una biopsia de próstata.
