A Berlusconi le quedan horas como primer ministro italiano. Tras la ratificación del Senado de la Ley de Estabilidad –el paquete de medidas de ajuste exigido por la UE- este sábado la Cámara de Diputados dará previsiblemente el visto bueno definitivo. Una vez que se aprueben, el primer ministro, Silvio Berlusconi, ha asegurado que dimitirá su dimisión al jefe del Estado italiano, Giorgio Napolitano.
Sería el fin de una era y de un primer ministro cuyo futuro se barrunta difuso tras la merma de confianza que supuso este miércoles la pérdida de la mayoría absoluta en el Parlamento. Todo apunta hacia una despedida, pero con Il Cavaliere nunca se sabe. Al menos, eso opina Daniele, italiano aficado en León. “Yo hasta que no lo vea no lo creo”, comenta, y critica que la visión que se ha dado en Italia sobre la crisis es sesgada debido al dominio sobre los medios de comunicación. “Se quería dar la idea de que es un país sólido, con iniciativa y muchos emprendedores.
Otro italiano residente en León, Angelo, tampoco está convencido de que el primer ministro termine dando el paso. “Podría ser una maniobra para ganar tiempo”, analiza. Para Angelo, la situación en la que se encuentra Italia es inédita desde la II Guerra Mundial, no solo desde el punto de vista económico sino sobre todo político. “Es una situación extrema, caótica y de mucha inseguridad”, explica.
En la misma línea se expresa Diana, becaria leonesa en Padua: “El Gobierno no ha sabido afrontar la crisis en la que está sumida el país”. En su opinión, Berlusconi “debería haber convocado elecciones hace bastante tiempo porque se ha aferrado al poder hasta que no ha aguantado más”.
También Adrián, bañezano residente en Milán considera que la decisión tenía que haber llegado antes. “De lo único que se ocupaba últimamente era de cambiar las leyes para que no le pasara nada de todas las cosas que ha preparado aquí”. Aunque Adrián también comenta que es curioso que aunque hay muchas opiniones a favor de la dimisión, últimamente se “oye a mucha gente que ha cambiado de idea porque creen que no hay nadie preparado para gobernar Italia”
En medio de una crisis similar a la que vive España, este leonés destaca la escasez de trabajo y la gran diferencia entre el norte y el sur como los principales problemas del país. También Sara, quien estudia un máster en Roma, apunta al paro, sobre todo juvenil. “La inestabilidad política es latente desde antes de esta semana, está claro que el presidente está cogido por los hilos, no hay confianza en la clase política, la corrupción es infinita...”, va desgajando la leonesa.
Ella tampoco tiene fe absoluta en que se produzca la dimisión. “Él se ha aferrado al poder a través de mil tempestades, aunque esta vez parece definitivo... en cualquier caso y a pesar de todo, nunca puede empeorar al país que un personaje como él abandone, será como el fin de la lucha contra una enfermedad horrible”.
Un futuro poco claro
Tras la dimisión de Berlusconi, no está claro quién se encargará de dirigir el país, aunque todo apunta a que será Mario Monti, ex comisario de la UE, en torno a quien el presidente Napolitano está intentando formar un Gobierno de coalición.