Jon Calvo, de La Casa del Cribero: “La situación del Noroeste español es un drama y la falta de autonomía leonesa no ayuda”

Hace unos años, un tuixtero comenzó a hacerse famoso en la red Social X por cómo trataba los datos demográficos y económicos de las provincias españoles; y, por cómo los visualizaba, y los explicaba fue ganando relevancia entre muchos seguidores. La cuenta era @CasadelCribero, que en un primer momento estaba dedicada a un proyecto de fijación de población rural (la cuenta de Instagram se dedica más a promocionarlo que a los datos), pero que fue girando hacia un discurso sobre las desigualdades territoriales en España que hoy fascina a muchos y causa interesante debate.

Detrás de la cuenta está Jon Calvo Pascua (Rentería, 1984) un vasco ingeniero de telecomunicaciones que decidió pasar de vivir en Madrid a Mieza de la Ribera, un pueblo de las Arribes del Duero en la comarca salmantina de Vitigudino. Allí promueve desde hace unos años su proyecto de apartamentos turísticos, para el que ya tiene financiación, con una segunda fase que es un coworking rural, y que está en fase de mecenazgo 'crowdfunding' en el que se puede ayudar aquí.

Pero su fama actual ha venido tras mostrar en su cuenta de la ahora red social X los datos demográficos y económicos que ha venido observando desde que se trasladó de Madrid a la comarca fronteriza con Portugal en el Sur de la Región Leonesa, y con la experiencia obtenida en otra iniciativa que gestionó llamada Comarkup: un recomendador de pueblos para atraer población urbana al mundo rural.

¿Qué es esto de la Casa del Cribero y cuándo empezaste con ello?

La Casa del Cribero es un proyecto que estamos llevando a cabo mi mujer, Sara Olivares, y yo en Mieza de la Ribera; que es un pueblo que está en el corazón de las Arribes del Duero, oeste de la provincia de Salamanca. Y básicamente es un proyecto que engloba varios por decirlo así. ¿El porqué del nombre? Ya sabéis que en los pueblos se conoce a la gente por el mote de la familia. Entonces, la familia de mi padre son los criberos y la familia de mi madre son los chatos. Y la Casa del Cribero era la de mi tío, que falleció en 2022. Entonces, mi mujer y yo decidimos comprarla, hacer todas las gestiones, porque bueno, la herencia pasó a mi padre y a mi tía. Entonces decidimos adquirir la vivienda y básicamente lo que va a ser, porque está en proceso de reforma, serán pues dos apartamentos turísticos y un coworking.

¿O sea, que el nombre de la cuenta no es por cribar datos que es lo que mucha gente cree?

Pues no, aunque realmente la familia, o sea, el nombre de Cribero viene obviamente de lo que es la criba. Y al final, pues bueno, como te comentaba la familia de mi padre, pues se ve que eran buenos cribadores. Curiosamente, pues yo me he dedicado a varios años de mi vida a la calidad dentro de lo que es la tecnología, que al final no deja de ser cribar. Y bueno, pues ahora una de mis 35 millones de aficiones es cribar datos, cribar mapas digamos; hacer esa selección como para entender un poco todo lo que es esa síntesis de muchos datos e intentar sacar conclusiones de ellos.

¿Cuándo empezaste a recopilar todos esos datos y te decidiste a ponerlos en la cuenta de Twitter?

La verdad es que es una historia un poco larga y fue un poco de casualidad, la verdad. En la pandemia, en el 2020, bueno, pues a todo el mundo hubo gente que le dio por hacer pan. A mí no, me dio por leer y por estudiar. Y bueno –en ese momento en el que pensábamos que el mundo se iba a acabar, que nos íbamos a morir todos y muchas cosas más–, pues yo empecé como a tener diferentes reflexiones, ¿vale? Por ejemplo, vivir en Madrid, estar encerrado en un piso es duro tanto tiempo, y claro, yo decía “qué mundo tan raro en el que nos ha tocado vivir, que estamos millones de personas peleándonos por un espacio súper pequeño de tierra, ya sea un piso, sea un parque, sea ir a comprar en el supermercado, y que haya otros pueblos que les pase lo contrario, donde cada vez se va más la gente, las casas están vacías y nadie quiere vivir en ellos”. Como yo soy una persona muy curiosa, he siempre tenido proyectos fuera de mi profesión, y entonces pensé: “Bueno, pues esto hay que resolverlo”. Así que hice mi primer proyecto relacionado con repoblación: me hice una página web muy sencillita que se llamaba ComarkUp, en la que yo buscaba gente que buscaban irse de las ciudades y cumpliera ciertos requisitos; y mediante un algoritmo les recomendaba pueblos que querían que llegaran más ciudadanos. ¿El porqué de un algoritmo? Pues muy sencillo, no es lo mismo una persona que tiene tres hijos y que necesita que en su pueblo haya un colegio, a una persona que trabaje online, con lo cual necesita una buena conexión de red; o otra persona que a lo mejor, bueno, pues dice, oye, es que yo soy emprendedor y yo quiero montar un restaurante, con lo cual necesitas un pueblo donde haya locales. Entonces lancé esta web y tuvo bastante, bastante éxito; pero ya cerró, porque fue un proyecto en el que nos metimos varios amigos, y ya sabes, hasta que no cogen financiación, inviertes horas para luego no recibir nada y terminas cansándote. Pero el objetivo es que queríamos hacer una pequeña repoblación de personas que querían irse de las ciudades a otros sitios, digamos, en base a sus necesidades. Conseguí la friolera de unas tres mil personas interesadas en dos meses y bastantes pueblos interesados en lo que era esta iniciativa. Estábamos hablando de unos veinte pueblos, más o menos. Claro, obviamente, al final, pues, debido a que varias personas se cayeron del proyecto y se quedó como una fase en standby. Pero, digamos que yo abrí esa cuenta, una cuenta de Twitter que la dejé ahí, nunca la llegué a cerrar que es lo que hoy es La Casa del Cribero. Más o menos hice un rebranding. Y la cuenta, claro, realmente entonces me seguían cuatro paisanos y subió a doscientas personas y ya está. ¿Pero qué aprendí en ese, pues, casi año y medio? Bueno, pues, conocí muchísima gente muy interesante. Leí mucho, aprendí mucho, me empecé a mover por el mundo rural, empecé a apoyar cosas acerca de España, de sitios donde no había estado, de decir “pues, oye, fíjate esta provincia”... y, bueno, empecé un poco ya a interesarme ya de una forma mucho más profunda en el mundo de la demografía. Entonces, cuando ya compramos la casa y decidimos ponerle un nombre y, claro, como mi tío era el que vivía aquí, pues, dijimos, oye, qué mejor forma para honrarle que llamarle 'La Casa del Cribero', como diciendo que, bueno, era su casa.; no era ni mi casa ni de mi mujer, sino que era su casa y queríamos intentar respetarla, darle una forma también de tal manera que él esté presente. Y, entonces ahí empecé a visualizar cosas. Soy una persona tremendamente visual; de hecho, tengo alguna formación para representar datos y con visualización de datos en vena. Entonces, bueno, empecé a publicar cosas, poco a poco fue cogiendo, digamos, repercusión y hasta hoy, la verdad que tiene casi diez mil seguidores.

¿Cuáles han sido las conclusiones a las que ha llegado con todos los datos que has ido recopilando?

Pues, a ver, para mí son varias las conclusiones a las que he llegado. La primera, tenemos que cambiar un poco el enfoque de, digamos, el enfoque territorial. Hay un mantra que yo creo que llevamos, mi generación sobre todo y alguna anterior también, que es pensar que una persona de provecho tiene que hacer vida en la ciudad. Esa es una idea que se ha instalado muy profundamente: si tú nacías en un pueblo, te ibas a estudiar fuera, te ibas a trabajar fuera, porque fuera parece que es como tu siguiente escalón. Es decir: “Si quieres progresar, te vas fuera. Si no quieres progresar, te quedas en tu pueblo”. Es como un discurso un poco derrotista acerca del mundo rural, como que solo es para ciertos sectores, agricultura, ganadería, cosa que tampoco ha sido, precisamente, visualizado o descrito como profesiones de éxito, sino al contrario. Creo que hay cierto clasismo mundo urbano-mundo rural, eso para empezar, con lo cual si naces en un pueblo, pues la gente asume que te tienes que ir. Y ya no digo que te tengas que ir para ser el director de una multinacional, sino que te tienes que ir para ser camarero, para ser reponedor, cosas que tampoco tienen mucho sentido, porque al final todos los sectores deberían estar contemplados independientemente del tamaño de tu municipio, ¿vale? Entonces, esa es la primera conclusión.

La segunda conclusión es que el proceso que empezó en los 60, de la gran emigración del mundo rural al mundo urbano ha girado en los últimos años y lo ha hecho de una forma peligrosa. Es decir, en los 60, 70, sobre todo la gente migraba a cuatro o cinco nodos: Norte de España, Cataluña, un poquito Comunidad Valenciana, un poquito Madrid... pero en los últimos diez, quince años vemos cómo se está acelerando una gran emigración hacia Madrid y Barcelona. Entonces... ¿Qué nos provoca todo esto? Nos provoca que del otro lado de la moneda, yo que soy una persona que vivo en Madrid, pues veo que se vende desde los medios muchas veces el “oye, tienes que acabar en Madrid, si tienes que estudiar, estudiar en Madrid, si tienes que trabajar, trabaja en Madrid”. Pero luego desde el punto de vista del día a día, yo veo que la realidad de muchas personas que viven en Madrid, sintiéndolo mucho, es una puta basura: no puedes tener una casa, tardas eternamente en llegar a tu puesto de trabajo o a tu vivienda –estamos hablando de una hora y media, dos horas–, estamos viendo cómo antes una persona podía vivir en una ciudad dormitorio y ahora ya no es que te valga una ciudad dormitorio... ¡Tienes que irte a una provincia dormitorio!

La realidad de muchas personas que viven en Madrid, sintiéndolo mucho, es una basura: no puedes tener una casa, tardas eternamente en llegar a tu puesto de trabajo o a tu vivienda...una hora y media, dos horas... Antes una persona podía vivir en una ciudad dormitorio y ahora ya no es que valga... ¡Tienes que irte a una provincia dormitorio!

Pero hay ciudades medianas muy interesantes en España, donde una persona puede estudiar, o puede dedicarse a lo que quiera. Podríamos hablar de Salamanca ciudad, podríamos hablar de Ávila, de muchas en Castilla y León, entonces estamos echando gente que tiene una vida relativamente cómoda y una vida relativamente desde el punto de vista de calidad de vida, bueno... y la estamos mandando a un Madrid donde la gente en cinco años acaba muy cansada. Obviamente no todo es malo, hay muchas oportunidades laborales en Madrid, pero podría ser Barcelona, Valencia... pero claro, tenemos que pararnos a pensar qué queremos como sociedad, porque no todos tenemos que ir a vivir a las ciudades. Es decir, ese clasismo que había antes que era 'urbe versus mundo rural' ahora es 'ciudad grande versus ciudad pequeña', con lo cual hay un discurso bastante instalado de “no es que luego no hay nada, es que en Cuenca no hay nada, es que en Toledo no hay nada, es que me tengo que ir a Madrid”. Pues no hay que cambiar ese discurso como sociedad. Realmente tú en tu día a día no necesitas tener siete museos a la hora de tu casa, necesitas tener una tienda, un médico, tres cosas básicas y a lo mejor algo que no sea tan básico a media hora. Con lo cual realmente el vivir todos en el mismo sitio solo nos va a traer muchos quebraderos de cabeza.

¿Que se pierdan los pueblos qué efecto crees que puede tener en España?

Pues hay un efecto que no se ha comentado nunca, que es todo el tema cultural y todo el tema del patrimonio, que no se miden números, porque como digo yo no es Economía. Podríamos llamarlo patrimonio inmaterial, pero creo que lo primero que se pierde es mucho conocimiento. Yo hay muchas veces que digo: “Es que soy infinitamente más lerdo que mis abuelos”. Y yo soy una persona que tengo tres carreras. Pero por ejemplo no sé hacer cosas básicas, no sé mantener un huerto. Aunque hago mis cosas, porque digamos que descubierto el mundo rural a mis treinta y muchos años; pero hay muchas cosas que no sé hacer y esas habilidades en un pueblo, creo que al tener menos recursos y al tener menos opciones, la gente le daba muchísimo más a la inventiva. Entonces la gente era mucho más capaz y la gente se las apañaba, pues por ejemplo, para comerciar con los vecinos, para millones de cosas que ahora no sabemos hacer. El hecho de acabar viviendo en una sociedad tremendamente consumista donde todo lo que quieres lo compras nos está haciendo bastante incapaces desde el punto de vista de desarrollo personal.

Que se pierdan los pueblos hace que perdamos mucho conocimiento. Antes la gente era mucho más capaz y la gente se las apañaba para millones de cosas que ahora no sabemos hacer. El hecho de acabar viviendo en una sociedad tremendamente consumista donde todo lo que quieres lo compras, nos está haciendo bastante incapaces desde el punto de vista de desarrollo personal

¿Y cuál es la zona de España que en todos los datos que has estado manejando has visto que necesitaría más atención, de forma más urgente?

Zamora, clarísimo. Mi respuesta es rotunda. Hay muchas veces que mucha gente me pregunta: “¿Por qué siempre estás hablando de Zamora? Y les contesto que estoy hablando del que peor está. Porque podemos ver, al final, como digo yo, depende de lo que queramos mirar, veremos unas cosas u otras. Es decir, hay provincias que tienen menos población que Zamora, correcto. Hay provincias que a lo mejor están más envejecidas que Zamora, correcto. Pero el problema, al final, digamos, todo, sobre todo, tanto los pueblos como las ciudades como un país, al final no deja de ser un sistema de millones de factores que interactúan entre ellos. Entonces, cuando algo va en aumento o cuando se produce un cambio en un sistema, si es positivo, va a haber una tendencia, como muchos años en los que va a ser positivo. Pero al contrario también hay inercias. Entonces, de todo lo que he observado en datos de despoblación, de crecimiento, envejecimiento, también de crecimiento del número de empresas, diría que si tuviera que elegir a nivel provincial cuál está peor diría que Zamora. Porque aunque Soria, Teruel y Cuenca tienen población menor, tienen unas pequeñas tendencias que a lo mejor o son positivas, o no son tan negativas como las de Zamora. Y ahondando más, diría que la zona cero está entre lo que sería oeste o norte de Zamora y sur de León. Para mí, yo creo que esa es, si hablamos de comarcas, las que están en el norte de Zamora son las comarcas que ahora mismo tienen peores datos y me da igual lo que mire. De hecho, hay mucha gente que me sigue de Zamora y me dice, ”oye, deja de amargarme el día porque siempre que me das un dato malo sale Zamora la primera“. Y les digo: ”Lo siento, yo me limito a dar datos y es un poco lo que hay“. Pero vamos, sí, contundente la peor zona del país ahora mismo es Zamora.

¿Es un drama lo que ocurre en el Noroeste de España?

Sí, totalmente. Y además es un drama muy grave, que no se le está dando voz y que, digamos, interpela a muchos pueblos y a muchas provincias. Es decir, si analizamos un mapa y vemos tendencias poblacionales, cómo es la economía, cómo es la renta per cápita vemos que Galicia se vuelca en las provincias de Pontevedra y Coruña. Lo que sería oeste gallego, sí tiene tiene buenas zonas industriales, y una población bastante urbana... pero luego ya vemos que hacia el interior de lo que es la comunidad autónoma, Lugo, Orense, es otro cantar. Muy deprimido.

Asturias tiene una dualidad muy interesante y también complicada, que es, nos salimos de lo que sería la zona urbana, comprendida por la Y griega de Avilés, Oviedo y Gijón y el resto obviamente sufre una despoblación brutal.

Entonces ya nos juntamos con León provincia, Zamora, Salamanca... incluso Ávila provincia, que también son terribles los datos de Ávila, los mires como los mires. Palencia también fatal. Uncluso Valladolid provincia, si le quitas la ciudad. Y Burgos, si le quitamos los tres nodos más importantes el interior provincial no va nada bien... y Soria, pues vemos que aguanta como puede. Todo lo que serían Castilla, León, Asturias y Galicia, para mí debería tener una repercusión y un plan nacional ahora mismo.

Ahondando en mis datos diría que la zona cero de los lugares donde peor se está pasando en España es Zamora, clarísimo, el norte y oeste de su provincia y también el Sur de León. Son las comarcas que ahora mismo tienen peores datos y me da igual lo que mire

¿Y no es muy extraño que cuando se habla de despoblación y de crisis, todo el mundo piensa en Aragón y la Serranía Ibérica, en el interior al este, y se olviden por completo del noroeste, como si no pasara nada aquí?

Pues no lo sé, no lo sé muy bien, pero hay diversas teorías, hay gente que dice que, bueno, que como ya no solo Castilla y León, también podríamos meter a Extremadura en el saco, ¿vale? Extremadura creo que comparte ciertos factores como podría ser a lo mejor León, Zamora y Salamanca. Es decir, son productores de muchas cosas, reciben muy poco dinero y toda la gente acaba yéndose a Madrid. Entonces, no sé si quizá tener voz, a lo mejor en el Congreso de los Diputados... ha habido diferentes movimientos regionalistas, también en Extremadura, incluso en Andalucía, rollo uniprovinciales, mucha gente me escribe para contarme, oye, pues mira, por ejemplo, en Málaga, Málaga te seguimos muchísima gente porque pones el foco en las infraestructuras o de Extremadura, lo mismo. Entonces, creo que al final lo que se trata es que hay mucha gente que se siente olvidada desde el punto de vista de las instituciones. Y hay veces que ese olvido, puede ser, digamos, circunstancial de una década. Te voy a poner un contra ejemplo, imagínate que se invirtiera más en Ávila y menos en Salamanca, pues tú irías viendo cómo Ávila provincia va para arriba y Salamanca no. El problema es que hemos llegado a un punto en el que ha habido provincias que sistemáticamente, a lo mejor en 50, 60 o 70 años, diría que no se han llegado ni a desarrollar. Como mucho se ha desarrollado la ciudad, la capital, un poquito; algún pueblo un poquito más grande y el resto se ha dejado morir. Entonces, cuando tú no inviertes desde el punto de vista de país, no inviertes con infraestructura, con dinero público, con dinero privado, tú no fomentas que haya un empleo... pues la gente se va donde sí lo hay. Entonces, eso al final hace que haya habido y siga habiendo muchas provincias que llevan 40, 50 años diciendo: “¿Oye, qué pasa conmigo?”

¿Cuál crees que es la situación de la Región Leonesa dentro del desastre del noroeste?

Es que está en el medio, quiero decir. No es sólo importante que te vaya bien a ti, es importante que le vaya bien a tu vecino. Es decir, León, por ejemplo, si hablamos de León Provincia... ¿Cuáles son sus vecinos? Orense, Lugo, Asturias, Zamora, Palencia, Valladolid. Es decir, de todos ellos, no es que vivas al lado de provincias con un poder como el Pontevedra. Al final es como una especie de mancha de aceite, cuando la despoblación empieza no para. Es como, por ejemplo, la situación aquí en la provincia de Salamanca, en el oeste. La población más grande que puede haber es Ciudad Rodrigo, que creo que son unos diez mil habitantes, pero es que la siguiente más grande estamos hablando de dos mil. Entonces, una población de dos mil no puede dar cobertura ni trabajo ni empleo, ni servicios, a lo mejor a 75 pueblos de por aquí. Entonces, siempre vuelvo a lo mismo, no solo es importante que te vaya bien a ti, sino que les vaya bien a los de al lado tuyo. Si analizamos, yo creo que uno de los grandes motivos por los que empezó a caer el noroeste fueron la caída de Asturias y León. Lo primero que me viene a la cabeza es el tema de la minería, hace muchos años, pero ha habido una falta de inversión no solo en León, vuelvo a lo mismo, miras a Zamora, miras a la Salamanca... el interior de Galicia, lo mismo, Asturias... sales de la parte urbana, lo mismo. Es decir, no se pueden desarrollar las provincias ni los pueblos si pensamos que son solo sitios para fin de semana y ver tres vacas, ¿vale? O sea, la gente necesita trabajar, la gente necesita un empleo cualificado y la gente tiene que vivir en los sitios. Si no hay esa llamada, pues la gente se va.

¿Que no haya tenido autonomía el País Leonés puede explicar que caiga a plomo esta zona?

Hay autonomías que están creadas y tienen, digamos, similitudes, más que la creación de autonomía, creo que lo que está pasando es que estamos inmersos en una economía a gran escala, entonces todo se ha acelerado, es decir, que donde ha ido bien ahora va muy, muy, muy bien y donde ha ido mal ahora va muy, muy, muy mal... Porque al final nos estamos metiendo, digamos, como en la era de la conectividad, en la era de las grandes ciudades, en la era del todo rápido, entonces creo que eso influye más que ser autonomía o no, es decir, te voy a poner ejemplos. Tú puedes ver, por ejemplo, autonomías uniprovinciales, pues por ejemplo Cantabria o La Rioja... Tú puedes decir, oye: “¿Les ha ido mejor que a León Provincia si hubiera sido solo una comunidad?” Pues obviamente sí. Ahora... ¿Eso resuelve los problemas, todos los problemas? Pues obviamente no. Podemos ver que, por ejemplo, en el interior de Cantabria hay también despoblación brutal en y La Rioja lo mismo. La Rioja es, como digo yo, junto con Guadalajara o Cuenca, las provincias más bipolares, de la mitad para arriba respiran una cosa y de la mitad para abajo respiran otra. Entonces sí que puede ser un factor, pero no sólo es eso.  Lo que sí es cierto es que lo del noroeste español es un verdadero drama y que la Región de León no tenga autonomía, pues no ayuda.

¿Pero se puede gestionar la autonomía de Castilla y León, que es más grande que Portugal, sin herramientas de Estado? ¿Es viable tal y cuál está configurada?

Ahí, a ver, yo tengo mis contradicciones. Es decir, sí que es cierto que cuanto más grande, seguramente, es más difícil de gestionar y creo que Castilla y León no se han gestionado bien. Independientemente de lo que piense cada uno, solo tienes que ver los datos. Es una de las comunidades donde todos los o muchísimos jóvenes se van, además se van para no volver: despoblamiento, envejecimiento, poca inversión. De hecho, creo que vi hace mucho tiempo una noticia que me llamó mucho la atención, que era de cien empresas que se crean en España, sólo se crea una en Castilla y León. Es decir, los datos son malos, independientemente de quién haya gobernado, los datos son malos y son para actuar. ¿Ahora, justifica eso la creación de otra autonomía? Podría ser, pero entonces tendríamos que abrir, por ejemplo, también en debate en Andalucía. Que también es una comunidad muy grande que podría decir: oye, no tiene nada que ver los problemas de Sevilla o de Málaga con los problemas de Jaén. Con lo cual, creo que sí que es un debate territorial y creo que, obviamente, si se hace, digamos, un reparto un poquito diferente, creo que podría venir bien a las dos partes. Pero bueno, eso ya es una posición política, cada uno puede pensar lo que quiera.

Pero en general la Región Leonesa va para abajo y la castellana va para arriba. De hecho los datos de despoblación leoneses multiplican por cuatro los castellanos y hay un 30% menos de PIB per cápita. Y podría ser Objetivo Uno las tres provincias leonesas para recibir ayudas de Europa, pero desde Valladolid los políticos no lo quieren reconocer y nos quedamos sin una posibilidad de conseguir dinero de los fondos de cohesión que podrían venir maravillosamente para parar el desastre...

Eso está claro y al final es un poco café para todos y ese café no llega para nadie, porque al final no es lo mismo una región que otra. Yo además hago mucha divulgación de eso en muchas de mis publicaciones. Cuando pongo un umbral y digo esto está por encima de la media, por debajo de la media, no es lo mismo la media que la mediana. No es lo mismo comparar una provincia que tres. Es que al final depende mucho de dónde se ponga el foco. Entonces, que al final una comunidad tan grande, que es más grande que Portugal, pues es mucho más difícil gestionarla, pero claro, por ejemplo, el tema de ayudas a la despoblación. Nosotros aquí, en la comarca de Vitigudino hay siete habitantes por kilómetro cuadrado. No hay ningún tipo de ayuda. Y la gente cree que “es que aquí nunca ha habido nada”. Pues aquí han vivido 1.500 personas y ahora estamos en 170. Como este pueblo te puedo decir 50 pueblos. Es decir, al final hay algo que es sistémico que se ha producido aquí. Yo donde quiero llegar es que no sólo es crear una comunidad, sino que las dinámicas trascienden de las regiones. Las regiones son líneas imaginarias que están en los mapas, pero obviamente también pueden servir para gestionar. Entonces, mucha gente ahora está muy abierta al debate de Región Leonesa sí, Región leonesa no. Depende para qué, porque también hay mucho mantra de “es que Valladolid se lo lleva todo”. Tú miras... –“yo lo siento”, dice excusándose–... yo miro los números de Valladolid y me parece que está igual de mal que el resto, pero un poquito mejor. Vamos que no es 'la cuna de la modernidad'. Eso sí, dentro de lo mal que está Castilla y León ha habido un intento de centralización, creo que tardío, en Valladolid, pero es que además no está funcionando. Vale, con lo cual, vuelvo a lo mismo: tú preguntas a alguien de Palencia: “¿Cómo está la provincia de Palencia?” Pues es otro drama. Tú miras la provincia de Burgos quitando tres focos, el resto es lo mismo que aquí.

La creación de una comunidad autónoma nueva creo que sería positivo –porque soy muy fan del divide y vencerás y estoy a favor de una autonomía leonesa– sobre todo, por poder tener una autogestión legislativa. O sea, que se puedan resolver los problemas de los territorios con gente que entienda los territorios. No desde Madrid o Bruselas

La creación de una comunidad autónoma nueva, que creo que sería positivo –porque soy muy fan del divide y vencerás y estoy a favor de una autonomía leonesa– sobre todo, por poder tener una autogestión legislativa. O sea, que se puedan resolver los problemas de los territorios con gente que entienda los territorios. No desde Madrid, no desde, como dicen muchos políticos, Bruselas... pero es que en el fondo tiene una razón: los problemas que hay aquí en esta localidad salmantina no tienen nada que ver con los problemas que pueda haber en una localidad de Soria, Ávila, Cuenca o en una de Huesca. Entonces, creo que, sobre todo, al final se trata de entender el territorio y de respetar el territorio. Si no somos capaces de hacer eso, al final da igual que el origen lo pongas en Valladolid, en León o en Alpedrete, cometerás el mismo error, pero con diferentes resultados. 

¿Y qué soluciones podríamos darle? ¿Es la panacea la reapertura del tren de la Vía de la Plata?

Yo creo que eso es insuficiente. Lo llevo diciendo mucho tiempo. Es una acción sobre la que obviamente yo estoy muy a favor, pero creo que es insuficiente. Creo que tenemos que ir a por una descentralización. Aparte, tenemos que empezar a ver el mundo rural como un mundo de oportunidades. Y hay veces que cuando lo cuento a la gente me mira como si fuera un extraterrestre, pero siempre digo lo mismo. Digo, aquí hay tanto trabajo que las empresas de la zona no encuentran trabajadores. Y eso es una realidad. Y eso es una realidad que a lo mejor no son, digamos, los trabajos de tu vida, porque nos han vendido un modelo de éxito que aparece en la tele con una forma que pueda ser la ciudad. Pero siempre digo si tú trabajas de camarero, de albañil, y trabajas en un pueblo, necesitas coche para moverte por los pueblos de alrededor. Pero vas a ganar calidad de vida. El dinero te va a dar más de sí. Si tú comparas con una ciudad como Madrid, lo que tú ganas como persona es infinito. Tampoco quiero que sea un discurso de si vas para este sector si; si vas para este sector, no. Pero lo que está claro es que hay oportunidades. Hay muchas oportunidades, pero la gente todavía no ha entendido que en los pueblos se puede trabajar. Porque se ha venido un modelo de éxito en España meramente urbano.

Pero el tren de la Vía de la Plata podría solventar los problemas del noroeste de España, de comunicaciones y otra otra forma de mover mercancías o lo que fuera. ¿No crees?

A ver, yo siempre lo articulo como, digamos, al final tenemos que cohesionar las zonas que van bien entre sí para crear otras nuevas en medio y que funcione. Si analizamos el noroeste, vemos que tenemos... Castilla y León, que es enorme, tenemos ciudades medianas que entre sí están relativamente a una hora, una hora y media. Tenemos Asturias y tenemos Galicia que, digamos, su desarrollo se ha volcado hacia Portugal. Luego tenemos en el centro de la península Madrid, que está en modo aspiradora de todo lo que pilla. Y después tenemos Extremadura, que creo que podría sufrir un poco parecido a nosotros, pero con una población un poco mayor. Entonces para mí una de las claves, obviamente, es la Ruta de la Plata. ¿Por qué? Porque te une puntos que son estratégicos desde el punto de vista nacional e internacional. Es decir, una línea de transporte que te vaya de Asturias, Asturias-León, Zamora-Salamanca, que te cruce a Extremadura y que te una con Sevilla, con Cádiz y con Huelva, realmente es súper positivo. Estamos hablando de que Cádiz tiene en Algeciras el mayor puerto de España. Estamos hablando de que Sevilla, la economía de Sevilla, también lleva años un pelín estancada. Estamos hablando de que Extremadura tiene el récord de desigualdad de toda España. Entonces no es que sólo vertebre Castilla y León, es que vertebra a toda España. Por otra parte, creo que hay que hacer dos cosas urgentes. Una es unirnos y entendernos mejor con Portugal. Eso creo que aplicaría desde Huelva. Lo que pasa es que para mí hay una gran diferencia entre Huelva y Badajoz y Cáceres-Salamanca, Zamora y Orense. Y es que Extremadura y Huelva históricamente siempre han tejido bastantes lazos con Portugal, mientras que, por ejemplo, Zamora y Salamanca, incluso te diría que Cáceres, vivimos de espaldas. Un “yo miro para el Mediterráneo y yo miro para Atlántico, con lo cual no sé quién eres. Sé que estás detrás mío, pero no sé quién eres”. Entonces, aparte de la Ruta de la Plata, número dos, impulsar un desarrollo conjunto con el interior de Portugal. Y número tres, enganchar con Galicia y con Asturias. Al final, Galicia y Asturias son muy potentes, pero están muy aislados. Entonces, al no tener tampoco un corredor cantábrico, porque estamos hablando de distancias grandes entre, por ejemplo, Asturias, entre el punto más al este y al más oeste creo que estamos hablando de tres horas de trayecto. Entonces, creo que, por ejemplo, ahí León es clave para tejer con Asturias y Orense que son clave para desarrollarse, digamos, con nuevas economías y nuevas dinamizaciones con lo que sería la Galicia más occidental. Al final estamos hablando de que tenemos que buscar esos nodos de conexión. Salamanca, por ejemplo, es clave a la hora de quizá mirar a una posible conexión, Madrid-Portugal. Aunque con Zamora, está también el debate de por dónde llevar esa línea de tren que parece que no tienen interés. Entonces, vuelvo a lo mismo: Ruta de la Plata sí, mejores comunicaciones con Portugal, incluso diría que un desarrollo integral entre España y Portugal y así acercarnos desde el punto de vista de dinamización y económico a lo que sería Galicia y Asturias.

¿Y solventar los problemas del noroeste? ¿Cuánto solventaría los de España?

Pues te diría que bastantes, porque siempre digo, al final yo hablo mucho en números micro, no en macro, es decir, lo que vemos muchas veces de la economía va bien, España está creciendo un 3,1% y yo digo vale sí... pero al hacer un desglose por provincias y veo que pues cosas sorprendentes como, creo que la última vez que hice esto fue la peor de toda España, un 1,8%... Entonces, no es que tengamos que crecer más donde estamos creciendo, es que tenemos que crecer más y tenemos que mejorar más donde peor estamos. Entonces, yo por ejemplo, cuando se dieron las subvenciones ciertos beneficios fiscales a Soria, Teruel y Cuenca, dije: “Oye, muy buena idea porque es que están muy jodidos, lo llevan pasando mal mucho tiempo”. Estamos hablando que Soria tiene una población, no recuerdo los números, creo que unas 90.000 personas, pero estamos hablando de unos números irrisorios.

No es que tengamos que crecer más donde estamos creciendo, es que tenemos que crecer más y tenemos que mejorar más donde peor estamos. Si sólo incentivas el movimiento donde ya está creado, el Madrid de turno irá más y donde no se ha invertido irá menos. Si queremos reequilibrar, donde hay que invertir es donde nunca inviertes

Creo que al final es como cuando hablamos de desigualdad, pues no es lo mismo vivir en, yo que soy del País Vasco, no es lo mismo vivir en Navarra o el País Vasco que vivir en Huelva. Al final dentro de un mismo país tenemos unas diferencias salariales y unas diferencias regionales brutales, ¿vale? Entonces, si queremos mejorar como país tenemos que mejorar donde peor estamos, eso es un mantra que llevo diciendo mucho tiempo y eso significa por invertir donde no invertimos. Pues lo que pasa es que al final siempre sueltan aquello de: “No, es que cómo vas a llevar una línea de tren a un pueblo donde no va nadie”. Muchas veces modificando el territorio se incentiva esos movimientos, pero si sólo incentivas el movimiento donde ya está creado, el Madrid de turno irá más y donde no se ha invertido irá menos. Porque estamos en una economía ahora mismo acelerada, con lo cual si queremos reequilibrar, donde hay que invertir es donde nunca inviertes.

¿Entonces, cuáles son los problemas y los desequilibrios más graves que ves en España, en el conjunto del país?

Diría desigualdad territorial, y eso está provocando muchos más problemas. Como, por ejemplo, ahora que se está hablando mucho del problema de la vivienda... pero no es un solo problema de vivienda, son muchos problemas de vivienda que hacen que haya un problemón de vivienda. Y el primero de ellos es que no podemos tener un modelo de país en torno a cinco sitios, de los cuales a lo mejor cuatro son para el Turismo y uno para trabajar. Y algunos, como Barcelona, son para trabajar y para el turismo... ¿Con lo cual... cómo vives en Barcelona? No puedes. Imposible vivir en ningún lado, por lo que te tienes que ir. Entonces, creo que la raíz del problema es el desequilibrio territorial. Tenemos que ir hacia un modelo de país donde, si ahora tenemos cuatro polos de desarrollo o cinco potentes, pues en cinco años tengamos diez. Y si pueden ser veinte, mejor. Porque en el momento en el que tú tienes para elegir, digamos, se reduce la demanda.

En España no es un solo problema de vivienda, son muchos problemas de vivienda que hacen que haya un problemón de vivienda. Y el primero de ellos es que no podemos tener un modelo de país en torno a cinco sitios, de los cuales a lo mejor cuatro son para el Turismo y uno para trabajar

Hice una publicación en cuántas personas van cada año a la Comunidad de Madrid a trabajar, a estudiar. Y estábamos hablando que eran 250.000 cada año, de las cuales también se van 100.000 cada año. Pero aún así teníamos un saldo neto de 150.000 personas que van cada año. Si tú tienes en un mismo país una provincia donde van 150.000 y tienes otra provincia donde van 200, oye, pues tenemos que reequilibrar. Y en vez de 150.000, a lo mejor –y eso pese a que muchas veces me dicen que si quiero destruir Madrid; que, no, para nada–, si van 120.000, no se nota. Porque Madrid sigue siendo pujante, sigue siendo dinámico, sigue teniendo economía. Y esos 30.000 en vez de ir a Madrid, oye, pues si a lo mejor 10.000 se quedan en Salamanca, 10.000 en Valladolid y 10.000 en León, oye, pues mira, se desarrollan esos sitios. Y eso hace, digamos, efecto dominó. Es decir, si yo vivo en un pueblo y ahora a lo mejor digo, “uf, es que resulta que tengo el trabajo a cuarenta minutos”.... y sí, parece un poco mucho, pero tengo el trabajo ahí en Salamanca. Eso significa que esa persona se quedará en su pueblo. Y si se queda en su pueblo, va a necesitar servicios y entonces eso va a generar la demanda. Vale, entonces, para mí, aparte de la desigualdad territorial, lo que hay que abordar inmediatamente sería una descentralización. Vale, de grandes ciudades a pequeñas ciudades y de pequeñas ciudades a pueblos.

Entonces es como la pescadilla que se muerde la cola...

Correcto.

¿Con los datos que tienes, cuál crees que va a ser el futuro de España?

Pues está bastante claro. Seguirá creciendo la población en el Mediterráneo y Madrid y Barcelona. Bueno, Barcelona-Mediterráneo, lógicamente. Pero sí diría que en Madrid, Zaragoza, Mediterráneo, las islas... que otro problemón hay en las islas, tanto en las Baleares como en las Canarias. Y creo que el norte está bastante jodido. De hecho, es más, he empezado ya a ver datos negativos bastante alarmantes en el País Vasco: de pérdida de población, de gente que se va; no en todas las provincias, pero en algunas más graves que otros. Es como una enfermedad que va in crescendo. Pero si tú vives en el País Vasco y dices, oye, tengo un curro de puta madre en Cantabria, pues oye, a lo mejor me quedo. Si no tengo el curro de puta madre en Cantabria y ya me tengo que ir a Madrid, pues ya me voy definitivamente o me voy al extranjero. Entonces, el hecho de no desarrollar provincias vecinas hace que también las vecinas al final te vaya afectando. Vale, con lo cual volvemos a lo mismo. El norte en general y el oeste creo que la tendencia va a ir a más.

¿A peor?

Sí, a peor.

¿Y de la Región Leonesa? ¿Cuál será su futuro? ¿Tiene alguna esperanza?

Creo al final que León va un poco a lo suyo, igual que Salamanca, y creo que Zamora, que es la que está en medio, es la que está peor. Entonces, supongo que la tendencia será que, bueno, pues un poco Salamanca y León, un poquito de pérdida de población, poco mantenimiento, y Zamora claramente muchísimo bajón poblacional. De hecho hace poco vi un pronóstico para los próximos años y siguen poniendo a Zamora como la provincia que más población va a perder en porcentaje. Entonces, bueno, ese es un poco el problema. Supongo que habrá una especie de agrupación urbana entre León, Asturias, Ponferrada, algún pueblo grande también, cabecera de comarca que hay por allí, Salamanca, que lo está centrando todo en Salamanca y su alfoz, y Zamora bastante jodida en general.

APUESTA POR LO RURAL

“Otro modelo industrial y poblacional es posible: miremos a Alemania que tiene grandes industrias en pequeños pueblos”

El objetivo principal de este ingeniero de telecomunicaciones es potenciar la repoblación en el mundo rural exponiendo a los que viven en las grandes urbes las ventajas de estas zonas.

“La sociedad ha evolucionado muchísimo y seguimos evolucionando mucho. Y hay una de las cosas que digo, pues claro, yo trabajo en tecnología y en tecnología muchas veces, pues tenemos trabajo 100% remoto. Digo que en los pueblos no haya gente trabajando en remoto, digo, es de lo más absurdo que pueda haber en 2024. Porque estamos hablando de que yo necesito una conexión a internet y ya está”, explica.

“Obviamente no vamos a convertir que los pueblos sean Madrid. Se trata de que haya, pues eso, diez paisanos que estén teletrabajando aquí en un pueblo, diez en otro y al final, diez más, diez más, diez más... pues hacen su comunidad, sus eventos. Pues tienes gente joven con la que, oye, voy a quedar para tomar algo, vamos a hacer un grupo de teatro, ese tipo de cosas. Porque al final, si no hay gente que permanece, al final se va la mierda un poco todo”, continúa.

Una de las cosas que dice que se ha dado cuenta de que “está apareciendo gente extranjera en los pueblos de Salamanca de Venezuela, de Guatemala, gente de muchísimos países que les convence esto y se quedan. Entonces estamos como enviando a los jóvenes fuera. Un ”si estudias al final es como que te pagas tu viaje a Madrid“. Pues estamos enviando a los más cualificados al mismo sitio y, por otra parte, personas que, pues eso, hostelería, turismo, limpieza, cuidados, están apareciendo. Y te digo una cosa, es que rechazan trabajos porque no dan abasto. Entonces, al final también es una reflexión como sociedad de decir: ¿Por qué han venido estas personas aquí?”

Pone como ejemplo “una pareja que está teletrabajando aquí y vienen de Madrid”. “¿Por qué han venido aquí? Pues muy sencillo, porque tienen una casa de dos plantas con jardín por 500 euros, tienen su conexión a internet, teletrabajan. Cuando necesitan algo de cachondeo se van a Salamanca. Si necesitan, pues a lo mejor, algo de compras. Tenemos aquí un pueblo a 15 minutos y otro a 30 minutos donde tienes de todo, no necesitas nada más. Entonces, tú comparas y dices: '¿Cómo es mejor mi vida?' Pues, obviamente, ya tiene una respuesta. Y, obviamente, esa pregunta y esa respuesta será diferente dependiendo del territorio y de la persona”, apunta. 

Mecenazgo para atraer población a los pueblos

En todo esto de La Casa del Cribero, el mostrar datos demográficos y económicos es muy importante para Jon Calvo su proyecto. Y todo aquel que quiera colaborar puede hacerlo en este enlace de GoFundme.

Mieza está a 3 horas y 15 minutos de Madrid, y aproximadamente a dos horas y media de Valladolid, un oasis de naturaleza para quienes buscan desconectar o trabajar desde un entorno rural con un enclave único. Frente a ella, se extiende el Parque Natural do Douro Internacional, en Portugal, lo que convierte esta zona en un refugio de biodiversidad. Es una de las nueve Reservas de la Biosfera de la Región Leonesa con un impactante paisaje, que combina acantilados, ríos y una fauna y flora diversa, que la hacen ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza. Actualmente, la Casa del Cribero está en plena transformación. La primera fase de la reforma consiste en habilitar un apartamento que servirá de punto de partida para este ambicioso proyecto. Sin embargo, la visión va mucho más allá. El equipo detrás del proyecto busca no solo reformar el edificio, sino generar un espacio que aporte valor a la región. Para ello, la segunda fase de la reforma contempla la creación de un segundo apartamento, un espacio de coworking y un área exterior que permita a los visitantes trabajar, relajarse y disfrutar de la naturaleza.

Pero el objetivo es ser mucho más que un lugar de alojamiento. Se proyecta como un espacio multidisciplinar donde se ofrecerán formaciones y talleres que atraerán tanto a turistas como a locales. Entre las actividades planeadas, se incluyen fines de semana dedicados al yoga, la fotografía, el avistamiento de aves, el astroturismo, la cestería y más.

Estas propuestas buscan no solo enriquecer la experiencia de los visitantes, sino también dinamizar la economía local, creando un punto de encuentro para el turismo de experiencias y los profesionales que opten por el teletrabajo en un entorno rural.

Su campaña de financiación ofrece interesantes recompensas a quienes decidan apoyar el proyecto. Las donaciones superiores a 100 euros otorgarán un 10% de descuento en el primer apartamento a lo largo del año 2025, y las aportaciones de más de 1.000 euros permitirán disfrutar de un 50% de descuento en el mismo periodo. Estos descuentos son acumulables y transferibles, lo que significa que los inversores podrán compartirlos con amigos y familiares, permitiendo múltiples usos a lo largo del año.

“Es un error 'poner todos los huevos' en la cesta de Madrid”

Uno de los mensajes de más importante de Jon Calvo como cribero en su cuenta de X es el reequilibro de las zonas de España. “Si tú estás centralizando en un sitio y ni siquiera consigues unos incrementos brutales, oye, es que están pasando muchas cosas por ahí detrás que no las estamos viendo. Creo que no sé si ha sido diseñado, aquí ya nos ponemos un poco a pensar mal, pero creo realmente que se están 'poniendo todos los huevos' en la cesta de Madrid y creo que es un error, porque es un error desde el punto de vista ya no solo social, sino humano, económico”.

Madrid tiene cosas muy buenas, pero yo me voy a otras ciudades de Europa y digo: es que estamos 30 años por detrás. Entonces, ir hacia un modelo en el que triunfe una sola ciudad para mí me parece que es de país pobre. Yo prefiero tener, como digo muchas veces, una Alemania que tiene pueblos de dos mil personas, donde tienen sede multinacionales en las que que trabajan seis mil personas

“Y vuelvo a lo mismo. Tampoco se está en haciendo bien en Madrid.Yo soy una persona que he viajado mucho por el mundo. Sí, Madrid tiene cosas muy buenas, pero yo me voy a otras ciudades de Europa y digo, joder, es que estamos 30 años por detrás. Entonces, ir hacia un modelo en el que triunfe una ciudad para mí me parece que es de país pobre. Yo prefiero tener, como digo muchas veces, una Alemania que tiene pueblos de dos mil personas, donde tienen sede multinacionales en las que trabajan seis mil personas; y se dice mucho aquí en España lo de 'no, hombre, es que aquí no puede ser'. Pues sí. Sí que puede ser, eso es Europa, y eso yo lo he vivido. Eso también pasa en el País Vasco, donde la gente no trabaja en Bilbao, en Donosti... la gente trabaja en todos los lados y luego tú ya decides. O sea, es un modelo descentralizado y un modelo donde incluso un pueblo que se quiere quedar pueblo tiene sus opciones de trabajo y a lo mejor dices, oye, vivo en este pueblo que es encantador y vivimos 400 aquí, pero a diez minutos tengo un polígono industrial que ya le gustaría tenerlos en muchos municipios dormitorios de Madrid y a lo mejor estamos hablando de un pueblo de 10.000 habitantes. Para mí ese es el modelo de Europa y ese es el modelo que por alguna extraña razón no estamos siguiendo en España”.