León también elige hoy presidente argentino

Cristina, Matilde, Ana y Osvaldo, tras la entrevista en la Casa de Argentina.

I.R.

Las encuestas predicen la reelección de Cristina Fernández de Kirchner para presidir Argentina de entre los siete candidatos, pero como asegura Matilde, bonaerense asentada en la capital leonesa, “hasta que no se cuenten los votos, no hay nada decidido”. Ella es una de los argentinos que, desde León, rastreará con curiosidad las noticias sobre las elecciones generales que se celebran este domingo en su país. En el país sudamericano es un día importante. Allí el voto es obligatorio, desde el día anterior ningún establecimiento puede vender alcohol y los ciudadanos se muestran expectantes a la aparición de nuevas informaciones.

Es contradictorio que te obliguen a votar en un sistema democrático, como ocurre en Argentina

Para comprobar cómo se vive esta jornada en la distancia, ileon.com se reunió en la Casa Argentina de León con tres de sus miembros: Ana, Matilde y Cristina. Curiosamente, y aunque hablan sobre la política de su país con firmes convicciones, ninguna de las tres acudirá a votar. El voto deja de ser obligatorio para los residentes en el extranjero, pero se mantiene la opción, aunque para ello es necesario trasladarse. Los residentes en la zona noroeste de España tienen su urna en el Consulado de Argentina en Vigo. Está previsto que acudan unos 600, de los que cerca de 70 serán leoneses, según datos aproximados del Consulado.

Para Matilde, el hecho de no participar le permite disfrutar de una libertad que jamás tuvo. “Es contradictorio que en un sistema democrático te obligue a votar”. Es una opción que ella considera coherente con la decisión de cruzar el océano que tomó hace nueve años. “Como adultos, los que decidimos irnos hemos perdido entre comillas el derecho a opinar por respeto a los que se han quedado para luchar”, comenta.

Argentina necesita una economía seria, mayor igualdad social y seguridad, pero es un país lleno de posibilidades

Cristina está de acuerdo. “El tema del voto es una gran responsabilidad”, apunta, consciente de que a miles de kilómetros de distancia no se perciben las cosas de la misma manera. “Desde aquí, es fácil votar a ideas políticas –peronismo, radicalismo...-, pero lo que hay que votar son propuestas concretas”, añade Ana. “Lo que necesita el país es una economía seria, una mayor igualdad social y seguridad”, comenta Cristina, convencida de que Argentina es un país lleno de posibilidades para llegar muy alto. “Pero yo no me atrevo a elegir desde aquí”, agrega.

¿Qué tiene que ver la crisis española con la argentina?

Las tres salieron de su país hace algo menos de una década, en una época en la que la situación económica pasaba por momentos agónicos. “Los argentinos tenemos tal cintura política con la crisis que nos parece que la española no es tan grave”, sentencia Cristina. “En la nuestra, tú ibas al supermercado y comprabas un bote de tomate, y el que lo compraba después pagaba mucho más por el mismo producto”, relata.

La crisis en Argentina estuvo basada en la corrupción, la española se debe a un abuso civil

Ana revive cada día lo de aquella época. “Entonces en Argentina no se hablaba de otra cosa, ponías la radio y comentaban la crisis de los ayuntamientos o los desahucios, te subías a un taxi y hablaban de eso” -cuenta Ana-, “exactamente igual que me pasa ahora aquí”. Para Matilde, la diferencia principal es que “la crisis en Argentina estuvo basada en la corrupción y la española se debe a un abuso civil”. ¿En España no hay corrupción? “Hay, pero no al nivel de Argentina, aquí las cosas funcionan y los códigos éticos son muy diferentes: aquí no se te ocurriría invitar a un policía a un café para que te quitara una multa”, aclara. Aun así, reconoce que es importante mantenerse alerta. “Lo que este país no debería perder de vista en ningún momento es la educación y la salud pública”, advierte.

15M a la argentina

Lo de la crisis no es nueva para ninguna, pues consideran que Argentina ha vivido en una permanente. “El cacerolazo lo inventaron en mi barrio”, comenta Matilde y asegura: “Siempre ha habido minorías luchadoras que se han rebelado”. Para Matilde, la reacción del 15M, que también ha tenido su réplica en Sudamércia, demuestra que el país está despertando. “Cuando mi marido vino a Argentina se dio cuenta de algo, 'aquí está todo por hacer', decía, y eso te impulsa; pero cuando todo está dado no tienes ese impulso vital”. “Rebelarse es siempre un buen síntoma”.

“Sí, yo creo que está muy bien”, la apoya Cristina. “Es gente que quiere hacer un cambio radical del sistema y eso lleva mucho tiempo, pero todo lo que sea una iniciativa de la juventud me parece bueno”.

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