2012, el año en el que la economía anuló la política leonesa

collage políticos león 2012

j manuel lópez

Si escrutamos una radiografía global y política de este 2012 que concluye, y la ceñimos al espacio provincial y local en el que nos desenvolvemos, podemos observar en primer lugar que la praxis política ha sucumbido a la imposición económica. Mandan los dictados económicos, los recortes, los ajustes, las subidas de impuestos y tasas, y la desaparición de buena parte de servicios básicos y del estado del bienestar, el incremento del paro, la falta de iniciativas. Y además hacen más mella en los que menos recursos disponen.

Y junto a este trasvase, 2012 ha sido un año de cambios que ha dejado claro quién y qué papel juega cada uno después de las elecciones locales y generales de mayo y noviembre de 2011 en las que el PP asestó un serio varapalo al socialismo leonés, entonces sumergido en un desconcierto profundo y sin timón.

Justo hace un año, a principios de 2012, comenzaba el proceso de renovación en un PSOE hundido en el abismo, tras los resultados de las urnas. Es curioso, pero en aquel listado de compromisarios que asistirían en Sevilla al duelo entre Rubalcaba y Carmen Chacón figuraba un desconocido Celestino Rodríguez, la persona que cinco meses después se convertiría en el nuevo secretario general del PSL, el hacerse con los votos del 65% de los compromisarios, 78 de 120 en juego, frente a la candidatura de Francisco Álvarez.

Resulta no menos curioso observar cómo paradójicamente en Ponferrada Isabel Carrasco echaba mano del independiente Ismael Álvarez para controlar al regidor ponferradino, posible opositor de una hipotética lista alternativa a la presidencia del PP que luego nunca se materializó. Casi un año después ahora suene un posible acuerdo de Ismael Álvarez y el PSOE para dar un giro en el consistorio de la capital berciana. Curioso.

Gigantes y molinos

También ha sido en año en el que el actual portavoz socialista municipal José Antonio Díez ha tenido que luchar contra gigantes y molinos para hacerse con la secretaría general de Asamblea Local del PSL, la más numerosa de toda la provincia, y para acceder a la condición de portavoz del grupo en el ayuntamiento de León, sobre todo cuando su enemigo más acérrimo es su compañero. Lo que en condiciones normales habría pasado sin pena ni gloria, la asunción de la dedicación exclusiva, al sumar dos medias compartidas, se ha convertido en un recurso perverso que cada cierto tiempo activan propios y extraños.

Fue en abril cuando la vieja guardia del PSL local quiso dinamitar el camino de Díez, con aquel famoso expediente que no llegó a ningún puerto; algo parecido a la persecución que vive en sus carnes el procurador regional del PP Javier García Prieto, la pesadilla que no deja a la presidenta del partido, Isabel Carrasco, conciliar el sueño.

En todo este proceso, el PSL ha intentado sin demasiado éxito reabrir las líneas de comunicación con el ciudadano que le dio la espalda, tanto en las locales como en las generales. Mientras tanto

Teresa Gutiérrez era la persona elegida para tripular el navío socialista hasta la elección de la nueva ejecutiva local.

En parte y, tal vez, por las guerras por el control interno del partido entre quienes veían como se cegaban las puertas del futuro frente a las nuevas caras que emergían, no pocas veces, como sucedió en los tres procesos, -federal, autonómico y local- muchos de ellos procedentes de la época Zapatero.

Ahora, casi un año después, parece que algunas heridas ya comienzan a cicatrizar aunque, pese a la situación económica, el PSL no ha logrado aún restablecer la confianza de un ciudadano, sobre todo asustado.

Reafirmación

El año que se cierra ha sido el año de Isabel Carrasco. Reelegida para un tercer mandato por una mayoría de más del 95%, la presidenta del PP no ha dejado títere con cabeza; Cecilio Vallejo, López Riesco, Antonio Silván, un Mario Amilivia sin movilidad en la estructura del partido; aquí se cumple la sentencia que echó del PP de León a los concejales de Valderas “porque no hicieron lo que yo dije”.

El PP de León también celebró en 2012 su congreso provincial.

Allá por la primavera un extraño nuevo PP rayando el esperpento hacía una presentación extraña en Villaquilambre, sin nombres, ni propuestas, casi una aparición ufológica.

Fue el propio presidente Juan Vicente Herrera quien puso punto final a la fallida intentona de una lista alternativa con Javier García Prieto a la cabeza, la pesadilla de los últimos meses del año ante la cercana declaración de García Prieto sobre el kilometraje de la presidenta cuando acudía a las reuniones de la desaparecida Caja España.

Aunque el diputado nacional Eduardo Fernández se ha convertido casi en la única voz del PP leonés, amén de la presidenta, y tras la operación de acoso y derribo de Juan Morano Masa por sus críticas a la política minera de su partido, el PP de León ha cerrado filas, más aún desde el folio en blanco que firmaron algunos cargos del partido para acabar con García Prieto; el problema es que ni en papel ni en formato digital existe el más mínimo testimonio de la pretendida crítica del ex presidente de la Diputación hacia su sucesora.

Mientras, el regidor leonés Emilio Gutiérrez ha sabido sortear con tino asuntos complejos como la reducción de la plantilla o la absorción, aún en proceso, de la plantilla de Urbaser. Buena parte del éxito se debe a contar con una gran experta en derecho laboral como es Nuria Lesmes, la más destacada de su equipo de gobierno.

Otros asuntos

2012 también ha sido el año en que ha volado por los aires la alianza no escrita entre el PSOE y Matías Llorente. El veterano cofundador de la poderosa UCL nunca hizo migas con la nueva ejecutiva socialista y varios asuntos en liza han convertido a viejos colegas en enemigos enfrentados e irreconciliables.

La política también ha dejado a la vista la situación de ruina de algunos ayuntamientos como el tercero de la provincia, San Andrés del Rabanedo, cada día más cerca de una intervención, o el caos en el que se ha sumido el Ayuntamiento de Valderas, una ruina económica de la que nadie parece que se quiere hacer cargo.

Izquierda Unida y la formación de Rosa Díez UpyD han abierto una pequeña brecha en el escenario político, han cobrado cierto protagonismo pero su incursión no ha servido para romper la hegemonía de PP y PSOE, que siguen acaparando la mayoría de las voluntades. Mientras, el leonesismo que fue clave durante tantos años, vive horas muy bajas.

Echa a andar un año complejo en el que se volverá a batir record de parados y destrucción de empleo, de subida de impuestos y de nuevos procesos de privatización. La duda sigue sin desvelarnos si estamos ante una batería extrema de medidas para paliar la crisis o es que más allá de la crisis extrema que nos azota estamos afianzando la arquitectura de un nuevo sistema, fruto de la aplicación de una ideología. A lo mejor en 2013 se deshoja la margarita.

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