¿La mesa por León era para este año… o para el que viene?

La economía de León se ve frenada por su falta de autonomía.

Félix J. Perez Echevarría (Cheva)

Supongo que la mayoría de los lectores conocen el cuento de la rana y el agua caliente. Así, en líneas generaleras, cuando una rana está en un recipiente con agua, si de golpe le echan agua hirviendo, proyectando un subidón de la temperatura del líquido ya existente, la rana lógicamente salta fuera. Por el contrario, si poco a poco vas calentado el recipiente subiendo la temperatura del agua, la rana se va aclimatando a ese ascenso, dilatando su cuerpo, perdiendo elasticidad y reflejos, llegando a una situación que ya no tiene capacidad de reacción, pudiendo incluso fallecer.

El cierre de Nissan en Cataluña, o de Alcoba en Lugo, es el primer caso; la situación de la Región Leonesa en general, y de la provincia de León en particular, es el segundo caso.

En estos momentos la mesa por León debería estar en funcionamiento, o teniendo ya unos primeros contactos, si no fuera posible con todos los miembros ideales presentes, aunque existe la teleconferencia, al menos por un número de ellos que empezaran a poner unas fechas, unos objetivos, unos ordenes de día. Pero el músculo leonés económico-financiero está tan aclimatado a la situación de solicitudes sin consecuencias, lamentaciones ante las trabas, desmantelamiento de nuestro impulso económico, etcétera, que es incapaz de tomar la iniciativa de la formación de la mesa. Se sigue a la espera de que aquellos que han estado calentando el agua del recipiente tomen la iniciativa. Una iniciativa que no van a poner en marcha porque sus intereses están centrados en solucionar los problemas de su propia casa –motivados y/o afectados por la situación creada por la necesaria situación del estado de alarma por el coronavirus–, no la de la colonia leonesa.

Los intereses de los empresarios, de los colegios profesiones, con muchos profesionales autónomos, de las asociaciones de comercio, de hostelería, cámaras de comercio, sindicatos, universidad, etcétera, deberían incentivar las conversaciones y los contactos entre ellos para tomar la iniciativa y la formación de la tan ansiada mesa por León. Todo ello para que concluya con unas propuestas inmediatas junto con otras a corto y medio plazo, que una vez presentadas en las administraciones habría que negociar. Entonces veríamos como los responsables autonómicos y otros de administraciones inferiores se ponían las pilas antes de quedar desplazados en estas iniciativas.

Obras 'promesa' y proyectos parados

Es curioso que a la par que se da esta situación de apatía, se encuentra una fuerza consistente en la recogida de firmas contra el alcalde, no de la corporación, de gastarse medio millón de euros en una peatonización especifica de la calle Ordoño. Y no se ha hecho esta recogida de firmas por el gasto de 800.000 euros que cuesta mantener los andamios de la azucarera, y van ya años así. O por la paralización de las obras de San Marcos; o por los dos años de espera, una vez aprobado por las cortes de Castilla, la ampliación del Polígono Tecnológico de Armunia; o por la desidia en la construcción del ferrocarril al polígono de Villadangos, la vía muerta en la que se encuentra Torneros, el teatro Emperador, la construcción del conservatorio...

Más parece un ataque intencionado desde no una, sino varias fuerzas políticas, en desprestigiar a un alcalde que aparte de declarar su posición a favor de la defensa de los intereses leoneses, vota a favor la propuesta de la autonomía leonesa de la UPL en el ayuntamiento de León, contra lo asentado desde su propia formación provincial y nacional.

En estas andamos mientras todos reclaman ayudas, proponen necesidades ante sus gobiernos autonómicos y éstos ante el nacional. Nosotros seguimos en la fase 1, vegetando, no tanto por el nivel de contagios o de los tristes fallecimientos, o esperando sin más a los 15 días establecidos en cada fase, sino por el hecho de que si nos pasaran a la fase 2 se activaría algo nuestra maltrecha economía; eso sí, solucionando antes la falta de personal sanitario que desde el Ministerio de Sanidad se exige, y que desde el gobierno autonómico llevan rebajando año tras año desde que el Insalud se transformó en Sacyl.

Hasta el mes que viene. Esperemos que para entonces esté la mesa ya establecida y no digamos como el hermano lobo: “Aaaaauuuuuuuuhhhhhhhhhh!”.

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