De mandados y 'manifas'

Banderas de España en León contra la Amnistía a los Independentistas catalanes.

Ya hace días que me venía rondando la idea de escribir rememorando al pueblo leonés en la calle, y, al tiempo, contraponer la vicisitud o coyuntura que ha creado el presidente Sánchez, con el tema amnistía, consiguiendo que otros, hoy legionenses, para la ocasión llenando la plaza San Marcelo, calentaran un poco el ambiente nacional, y dejaran enfriar, casi a punto de hielo, lo leonés, pues son “españoles y mucho españoles” ellos. O quizá “mucho PPs”, mejor. 

Mas, sí me llama la atención, con muy buena dosis de incomprensión, la comparativa, la de no movilizarse para defender lo propio... ¡Lo de León! Salen al ruedo, a la rue, bandera en mano. ¡No la leonesa, no! La de España, hostigados y dirigidos por el PP provincial ante la orden de la cúpula nacional, de que hay que tumbar al gobierno, en un “quítate tú que me pongo yo”; pues es lo que subyace, lo quieran ver o no así. Pues, concesiones a los nacionalistas catalanes y vascos, en especial, vienen de muy atrás. 

La movida era para rechazar, nominalmente, la noticia de amnistía que favorece a políticos catalanes. Ésta es la disculpa, que por supuesto admito, pues se refiere a unos políticos participantes en aquel precipitado intento de 'ser nació'. Precipitado en cuanto a ejecución, porque pensamiento e intención, ya venía de largo. Objeciones, o crítica por mí parte, en sí, por lo que represente o crean defender, unos, y discrepar otros, ninguna.

He dicho que lo de nación era ya era tema madurado. Lo de la señera sustituida con amplitud manifiesta por la estelada, marcaba la diferencia entre el sentimiento cultural de pueblo, que ondulaban en las 'Diadas', por la calle y en los balcones, y la impositiva, esa que empezó a proliferar, con un estrella azul añadida en espacio angular, de marcado nacionalismo, a veces manifestado con daños y como exigencia destructiva. 

En este punto me permito remitir al lector, si acaso tiene algún interés en ampliar mi visión a este respecto, leyendo lo que escribí en 2012, en tribuna de Diario de León, y que dejé recogido en mi blog.

En ella hago una comparativa de movilización ciudadana, en una Diada catalana, y la gran manifestación de mayo de 1984, que he dejado remarcada, aunque tan sólo sea por releer esa particularidad, subrayada oportunamente en el texto.

Nosotros los leoneses también hemos sido, aunque muy puntualmente y sin compromiso de permanencia en el esfuerzo, reivindicativos en las calles leonesas ante la consumación del atropello de Comunidad llamada Castilla y León, en la que se marcaba el dominio de pucela, de gran escozor añadido, y por su prevalente postura del momento. 

Todos recordamos la salida a la calle en 1984, ya citada. Que por cierto, tengo acuñado que a partir de ella entramos los leoneses en un estado de impotencia, peligrosa resignación, luego sopor, que se ha ido transformando en “pasmo ideológico”, de incompresible arraigo.

Pasmo ideológico

Quiero decir que a pesar del daño que el ente autonómico nos empezaba a causar, obligándonos a ir de acompañantes, el subsiguiente centralismo autonómico –¡Hasta la exageración!–, el gran olvido de lo leonés, por interpuesta castellanización… el no querer entenderlo así, es ceguera que atribuyo al aludido “pasmo ideológico” que obnubila. ¡¡¡Es injustificable!!!

Ítem más, se han venido aprovechando desde el ente autonómico de nuestros recursos. Con insana intención nos han desplazado de todo lo que supusiera mejoría, algo palpable y sufrido… ¿Y cómo reaccionamos? Pues con el grado inentendible de masoquismo, votando a quienes nos obligan a estar amarrados, sin diferenciación identitaria, ni regional, al ente que rechazábamos en aquel entonces: “León sin Castilla”…

Ya no salimos a la calle a reclamar. ¿Qué?, si vivimos como nos mandan, como nos aconsejan y dirigen desde los partidos PP y PSOE..., ¡y no sólo no protestamos, sino que los sostenemos con el voto!

Este 12 de noviembre 2023, bandera española en mano, supongo que repartidas por el PP provincial, incluso yendo más allá de las consignas de Génova, puede que en mayor número por Vox, van los leoneses y les secundan con arrojo en número y consignas gritadas, en una plaza de renombre y tradición, bien azuzados por aquellos a quienes debemos estar muy agradecidos por el trato autonómico que nos imponen, sin hacer alusión alguna a lo leonés, haciendo abstracción economicista de la depauperada situación regional leonesa en inacabable declinación.

A españolear tocan. Y se cumple. Se puede discrepar de lo propuesto por el gobierno, en todo o en parte, en plan nacional, pero... ¡Leoneses! No es hora ya de decir: ¿Y de lo nuestro, lo leonés autonómico diferenciado y constitucional qué? ¡Y purpurada en mano reivindicarlo en la misma plaza!!!

¡¡¡Vamos a usar el voto con cabeza, no con pasmo ideológico!!!

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