Empecemos el año dando salida al 'hay que...'

Se va 2023 y llega 2024.

Y no va de galimatías el título, eso lo puedo asegurar. Siempre que, respecto a lo leonés, para mejor definición, vaya seguido con el reconocimiento de lo que hay asfixiándonos: Un ente autonómico que nos anula.

El 'hay que' lleva poco o nulo valor, no importando que se pronuncie con enfado manifiesto, chateando o de cortos, por citar un ejemplo claro de eufórica dicción, pues resulta más afirmación especulativa a la brava, algo así como “por un hablar”, que otra cosa. O en los modernos medios, donde se dice de todo.

Sin abundar en lo del galimatías, veamos la secuencia: Hay que salir del ente autonómico. Queda dicho y significado. La razón, pues que hay mal rollo, mala estancia, equivocada permanencia y ruina social y económica, leonesa. Y aquí debe aparecer el decisorio hay que, no siendo ya propuesta, sino camino marcando, liderazgo, voz de aliento y acompañamiento, ¡casi nada!

Obsérvese que he dicho “lo leonés”, porque que de anotar los leoneses, esto es, ¡quiénes!, se establece una nueva disyuntiva:

Todos los ciudadanos, los que triprovincialmente están reseñados dentro de la Región Leonesa desde 1833, por ejemplo, cuando, no nos engañemos, entre ellos no fluye el gesto suficiente, o es aparentemente escaso, en cuanto a unidad cultural en la práctica cotidiana. En nada ayuda eso de ubicar: los del norte, los del sur, y los del centro, sea “paisaje”, sea paisanaje“.

O, acaso tan solo los ciudadanos del espacio uniprovincial (León) que parece que siempre han estado más definidos y dispuestos a defenderlo.

Sin olvidar posicionamientos intermedios de arranque. Si no hay consenso popular, debe haber un hay que decisivo, el panorama político territorial en ciernes, puede ser un clarín de muerte o de vida. ¡Hay que salir del burladero!

Hasta hoy, empeñados están en hacernos desaparecer los políticos de las dos vertiente políticas partidistas dominantes, que, vilmente enseñoreadas como creadores, tratan de anular la Identidad leonesa compartida, hasta los últimos vestigios, como si los sentimientos pudieran venir de la fábrica política.

Si echamos mano del planteamiento IAL, hay que leerlo con detenimiento. Vemos que sus autores han sabido explicarlo, con verbo y con cifras, y a los no demasiado receptivos leoneses, con demasiados acúfenos en los oídos, o más bien sonados por el croché de la impotencia, parece que, cuando más, les gusta la sugerente letra, si bien a más de uno le gustaría retocarla. La música, el acompañamiento es otra cosa, recordemos lo del croché, y tal vez por ello, se colocan en el hay que de permanente vigencia, cual puerta que se ha de abrir, esperando que aparezca el futuro endomingado de las soluciones. Craso error.

IAL es el único plan bien colocado en letra y fortaleza de datos. Vías y caminos de salida los contempla. Repito contempla. Y aquí –¡Pensando en sí hay quién o quiénes!– coloco dos puntos de arranque como condicionantes, o así los interpreto, que son necesarios en el movimiento revulsivo a emprender, y no son otros que ¡¡¡cómo y cuándo!!!

Entonces, partiendo de aquello y aquéllos que sí pueden proponernos vías, caminos y procedimientos, que parecen estar (y no es censura) en espera del tempero (predisposición), conseguido y arraigada la idea, y los leoneses asumida la imperiosa necesidad de subsistencia, que nos avisa de le necesidad de intervenir, esto es, sencillamente defendernos, es llegado el momento de desplazar el hay que por una marca de salida, con rumbo, brújula y hoja de ruta (convincente) y a ser posible consensuada. ¡Ay! El tiempo. ¡No te tardes carcelero, que me muero!

Las Juventudes leonesas socialistas han dado un paso muy importante, tomando posición, en favor de la creación de la autonomía triprovincial. En su pronunciamiento los jóvenes socialistas leoneses también dejan recogida la singularidad de El Bierzo. Ítem más, con decisión instan a los dirigentes del partido en León a que decididamente tomen posiciones en favor de la Autonomía Leonesa. Cendón, tratará de silenciarlos sin duda, o amordazarlos negándoles espacio, a futuro, para salir en la foto. Y el alcalde, se dice y sospecho que es cierto, tiene un as en la manga. “Acaso abrir diálogo”. Ya lo ve el lector todo en la misma línea del hay que…

El PP, su intención sigue igual, de amarre, de vez en cuando desgrana un canto de sirena. De Vox ni hablamos. Mas, la participación de los políticos, lo queramos o no, es necesaria, por no decir imprescindible, sea por convencimiento o por negociación para, eludiendo el partidismo, colocarse al lado del pueblo, al que se deben. ¿Cómo obligarlos si se niegan a escucharnos?, saliendo del automatismo ideológico o del pasmo... ¡¡¡Usando bien el voto!!!

UPL ha de marcar hoja de ruta autonómica, hay que empezar mostrándola fehacientemente a las bases, ampliar el campo mediante implicación pedagógica del elenco directivo, dirigiéndose al electorado leonés, al pueblo en general. Seguir en la balanza del “ser o no ser”, que unos años ha servido para mantener el leonesismo político vigente, no es opción; cumplidos los tiempos, se asemeja a la ambigüedad y siembra incertidumbre…

Un estupendo esfuerzo: “Esta es la voz y la voluntad de los leoneses”, plasmado queda en letra lo vivido y lo sufrido por los leoneses. ¿Estamos ante un gran HAY QUÉ? me atrevo a preguntarme, y de paso trasladarlo a los lectores, siempre con el debido respeto a los coautores que, en el ámbito de lo personal, literario, profesional y leonés, nada tienen que demostrar y sí mucho que ofrecer. Manejando la 'v' que tan bien aplica Rogelio Blanco, me inclino a asegurar que, en verdad, voz y voluntad leonesas, están vigentes.

Se cierra el libro, “abiertamente”, exponiendo el cómo proceder para romper la dínámica autonomista de un ente que no asfixia. Y por supuesto nos deja al pueblo, a los leoneses, el CUÁNDO…

¡Vamos leoneses a por un Nuevo Año!, con felices: ¡¡¡Iniciativa y arranque!!! 

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