¿Deberíamos mandar tropas a Ucrania?

Vehículo blindado de los zapadores del Ejército de Tierra español, en unas maniobras.

Lo malo de las narrativas fuertes es que si la gente no se las cree no sirven de nada, y si la gente se las cree se pueden convertir en una ratonera que destruya al que las creó.

Cuando se cansa uno de marear la perdiz, es el momento de hacerse las preguntas que importan. ¿Debería mandar la OTAN tropas a Ucrania para detener y vencer a los rusos?

Dejémonos de chorradas y respondamos, cada cual según su leal entender, esa crucial pregunta.

Sabemos quién es el agresor. Sabemos quién es el agredido. Sabemos lo que nos conviene y sabemos lo que no. O al menos tenemos una idea al respecto, porque el trenzado de intereses es demasiado complejo para desentrañarlo en un primer vistazo.

Sabemos lo que puede costarnos no hacer nada, y tenemos una idea aproximada de lo que puede costarnos decidir ganar esta guerra con nuestras propias fuerzas armadas. Pues ya está. Que cada cual se posicione. Y el que se posicione a favor, que se presente voluntario, para defender la ética de los agredidos, para sangrar a los rusos, para restablecer la legalidad, para dar un escarmiento a Putin y su fascismo paneslavo. Para lo que sea. Pero que nos digan claramente qué está cada cual, a nivel personal, arriesgar a cambio de su ética.

A mí no me cabe la menor duda de quién es el culpable de este conflicto: Rusia. Pero contra lo que leo a menudo por aquí y por otros lares, eso no me nubla la mente. No soy tan seguidor de Disney como para ignorar que el culpable a veces gana. Sé de sobra que el culpable puede ganar y que hacerle perder puede costar un precio que no vale la pena pagar. Porque ya no somos críos y sabemos que así son las cosas.

Hacer justicia está muy bien, pero hacerla con la sangre de otros es ya una injusticia en sí misma. Por eso urge la pregunta con que titulo estas líneas: ¿Nos interesa tanto la justicia como para mandar a nuestras tropas sobre el terreno? ¿Debería la OTAN mandar tropas a Ucrania? Si es que no, deberíamos ayudar a buscar una salida negociada. Justa, injusta o la que haya. Sí es que sí, no va a haber mejor momento que ahora o los próximos meses.

Pero hay que decidir si queremos ser gallina o cerdo. Porque a la hora de ofrecer un desayuno de huevo con jamón, hay una diferencia clara entre la gallina y el cerdo. La gallina, cumple. El cerdo, se implica.

Ya está bien de hacer de gallina, aportando huevos. El que quiera, que se implique y aporte el jamón.

Mi respuesta a la pregunta es NO. Cada cual, supongo, tendrá la suya.

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