El Camino de Santiago con perro
👉 Viene de la decimoctava parte
A pesar de que todavía se pueden encontrar ciertos problemas de admisión debidos a raza o tamaño, o restricciones en el transporte para viajar, lo cierto es que en los últimos años las facilidades en cuanto a albergues que aceptan mascotas han aumentado considerablemente. Pero no solo eso, los perros también cuentan con su credencial canina y con su propia Compostela, la famosa Perregrina.
¿Por qué hacer el Camino de Santiago con perro? A los que tenemos perro y estamos acostumbrados a compartir nuestra vida con ellos, esta pregunta nos puede parecer totalmente redundante. Solo viéndolos disfrutar cada vez que hacemos una excursión por nuestros lugares de origen, ya sabemos lo mucho que añadirían a la experiencia del Camino. Su amor es incondicional, les encanta jugar y detectan nuestros estados de ánimo, son seres básicamente puros a los que no hay nada que les guste más que compartir paseos con sus dueños.
La preparación
Lo primero que debemos saber es que nuestra mascota ha de llevar microchip y su tarjeta de vacunación al día. Lo mejor es llevar con nosotros su pasaporte sanitario para evitar contratiempos. Como nosotros, también nuestro amigo necesita entrenar. Aunque parezca que ellos nunca se cansan o que no pueden tener problemas musculares, lo cierto es que los perros sufren con el ejercicio intenso igual que nosotros. Lo ideal es empezar a dar largos paseos con él al menos un par de meses antes de empezar nuestro Camino, será un estupendo entrenamiento para ambos y prepararemos el cuerpo para nuestra aventura. Es importante hacer estos paseos por todo tipo de calzadas, sobre pistas de piedra o de tierra. Así nuestro amigo se acostumbrara y endurecerá sus almohadillas al máximo, algo que le vendrá muy bien para evitar lesiones o heridas en el futuro.
Otro aspecto no menos importante de la preparación es la desparasitación del animal. Le podemos aplicar unas gotas con una pipeta sobre su espalda, pero lo que se ha demostrado más eficiente es darle una pastilla antiparasitos que le mantendrá a salvo de garrapatas o pulgas por un par de meses. Tenemos que tener en cuenta que durante el Camino recorreremos abundantes zonas boscosas o de arbustos en donde abundan estos parásitos. Y podemos completar la protección contra todos estos insectos con un collar antipulgas. De esta manera nuestro peludo compañero de fatigas podrá disfrutar plenamente del Camino.
El equipaje de nuestro perro
A la hora de organizar nuestro viaje debemos reservar un hueco en la mochila para llevar todo lo necesario para nuestra mascota. Esta sería una pequeña lista de los elementos que compondrían su equipaje más esencial:
- Tarjeta sanitaria y documento que acredite que se ha puesto la vacuna antirrábica.
- Microchip y cartilla de vacunación al día.
- Arnés y correa.
- Recipiente para darle agua.
- Chubasquero canino.
- Toalla específica para el animal.
- Comida. Quizás con llevar un kilo de pienso sea suficiente, aunque muchos aconsejan llevar un par de ellos. Dependiendo del Camino que hagamos nos será más o menos sencillo encontrar comida para nuestro perro, pero lo cierto es que a veces pueden pasar un par de días hasta que encontremos un supermercado o tienda que la vendan.
- Plato para darle la comida.
- Bolsas para deposiciones. No siempre estamos atravesando campo y nos serán muy útiles cuando estemos en pueblos o ciudades.
- Calzado para proteger las almohadillas de nuestro perro.
- Crema para almohadillas. Esto calmará sus pies tras la dura jornada.
Credencial canina y 'Perregrina'
Los perros también pueden viajar con su credencial, y también esta deberá ser sellada a lo largo del Camino para así poder obtener su Compostela, la Perregrina, al llegar a Santiago. Fue en el año 2018 cuando la Asociación Protectora de Animais do Camiño (APACA) promovió esta iniciativa al escuchar a todos esos peregrinos con perros que lo venían pidiendo desde hacía tiempo, además de servir para que los albergues comiencen a abrir sus puertas a nuestras mascotas.
👉 Sigue en la vigésima parte