¿Cuál es el Camino de Santiago más corto?

Peregrinos en el Camino de Santiago.

👉 Viene de la novena parte

Las opciones posibles pasan por cumplir el requisito de recorrer los 100 kilómetros mínimos exigidos para obtener la Compostela, 200 en el caso de que lo hagamos en bicicleta. Una de las ventajas de hacer un trayecto de pocos días es que no necesitaremos ir cargados de mucho equipaje y nuestras mochilas serán más livianas y fáciles de transportar.

Además, la preparación previa será mucho más relajada, ya que las exigencias físicas requeridas serán mucho más asumibles por todos. Estas opciones son ideales para hacer en familia con niños o con personas de avanzada edad. Aquí mostramos algunas de esas rutas que no nos llevarán más de una semana completar y que nos permitirán saborear lo mejor del Camino en pequeñas dosis.

De Sarria a Santiago

El tramo final del Camino Francés es una de las opciones más asequibles para todos aquellos que, por razones de tiempo o disponibilidad, quieren empezar por algo sencillo para hacerse una idea de lo que significa el Camino de Santiago. Son 111 kilómetros que podemos dividir en 4 ó 5 etapas y que transcurren íntegramente por tierras gallegas. Portomarín, Palas de Rey, Melide o Arzúa son algunas de las localidades típicamente gallegas que atravesaremos. El Camino cruza frondosos bosques, verdes valles o el río Miño para llegar a Compostela. La orografía no resulta especialmente complicada, aunque siempre que hablamos de Galicia debemos tener en cuenta que no nos vamos a encontrar precisamente un trazado llano, las constantes subidas y bajadas estarán a la orden del día. En cualquier caso es un desafío perfectamente asumible para cualquier tipo de peregrino. 

En verano evitaremos la lluvia inherente a estas latitudes, pero en cambio nos encontraremos con el que es posiblemente el tramo más concurrido del Camino, ya que en esta localidad lucense confluyen el Camino Francés y la Vía de la Plata, además de ser el punto de partida para muchos. La recomendación, si es posible, es hacerlo en primavera u otoño. Si nuestras obligaciones cotidianas no nos lo permiten y tenemos que hacerlo en verano aconsejamos reservar en los albergues privados u hoteles con antelación; recordemos que los municipales no permiten reserva previa. Y en fin, aunque siempre nos va a parecer poco y vamos a llegar a Santiago con ganas de más, nos servirá para matar el gusanillo y es muy posible que el peregrino que todos llevamos dentro termine por despertar en nuestro interior las ganas de repetir la experiencia. Además, una vez en Compostela siempre podemos decidir alargar nuestro viaje unos días para llegar al fin del mundo, a Fisterra, allí donde terminaba la tierra conocida. 

De Lugo a Santiago

Solo 101 kilómetros separan estas dos capitales gallegas, suficiente distancia para obtener la Compostela y para embebernos del hermoso paisaje gallego. Se trata del último tramo del Camino Primitivo y sus 4 ó 5 etapas no nos supondrán un esfuerzo muy grande, por lo que también es perfecto para hacer en familia. Para empezar la bonita ciudad amurallada de Lugo, un lugar mágico que algunas mañanas, sumergida bajo una ligera capa de neblina, llega a conmover al viajero más despierto. Una ciudad de carácter popular y amable que esconde auténticas catedrales gastronómicas. Una buena recomendación es darse un buen homenaje culinario en cualquiera de esos santuarios que ofrecen carnes, verduras  o pescados a un precio más que razonable. 

De Tuy a Santiago

La parte final del Camino Portugués es quizás la más asequible físicamente de todas, muy recomendada para niños o personas de edad avanzada. Partiendo de la ribereña e histórica localidad de Tuy recorremos los 119 kilómetros hasta Santiago en 5 ó 6 días y sin tener que sufrir muchos desniveles, con etapas de trazado suave que invitan a la contemplación. Una vez pasada la industrial localidad de Porriño alcanzamos Arcade, famosa por sus ostras, para después llegar a la coqueta Pontevedra, con uno de los cascos históricos más bonitos de Galicia. Siguiendo hacia el norte nos encontramos con Caldas de Reis, parada obligatoria para los amantes de las aguas termales. Finalmente conoceremos la tierra de Rosalía de Castro, Padrón, antes de llegar a Santiago.

De Orense a Santiago

Los últimos 100 kilómetros del Camino Sanabrés son quizás una alternativa menos conocida, un camino poco transitado pero de una belleza incontestable. La ciudad de Orense descansa en el fondo de un valle cincelado por un río Miño que la parte en dos y sin el que sería imposible entender su historia. Tierra de aguas termales y con un casco antiguo que bien merece una visita, los numerosos puentes que la cruzan explican su pasado, desde el monumental puente romano hasta los ejemplos de la ingeniería más contemporánea. El primer día llegaremos a Cea, famosa por su pan, y luego avanzaremos por el paisaje rural gallego hasta Laxe y Ponte Ulla, última parada antes de llegar a Compostela. 

👉 Sigue en la undécima parte

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