Fiesta campera este sábado en la braña de Caboalles de Arriba la Veiga del Palo

Vacas frente a la Cabaña de la Vaquera, en la Veiga del Palo, en Caboalles de Arriba en 1997.

Luis Álvarez

Caboalles de Arriba conmemora este sábado la edición número dieciocho del denominado Acontecimiento Campero, una jornada festiva para disfrutar del paisaje, los animales, la comida y la buena compañía, en la parte más alta de la braña del pueblo en la frontera con Asturias.

Sin ser realmente una fiesta brañera típica de estas tierras de occidente leonés, las denominadas ‘salgas’, que servían para abrir la temporada de pastoreo de braña, que se celebraban habitualmente en torno al solsticio de verano. Esta celebración se semeja bastante por la proximidad temporal.

El paraje donde se celebra se llama La Cabaña de la Vaquera, sobre la cuenca del río de la Veiga del Palo, y engloba un área de fincas todas compradas hace ya un siglo por varios vecinos del pueblo como parcelas indivisas para aprovechar como alimento de diente para sus animales. La propiedad no ha estado exenta de algunas disputas.

En la zona se construyó después una cabaña que ha servido para albergar al vaquero o vaqueros, que los vecinos contrataban para cuidar y pastorear el ganado durante el verano. En torno a ella ahora se celebra esta fiesta de primavera.

La idea surgió de uno de los criadores de mastines del pueblo hace ya 18 años, Baltasar Álvarez. Pensó que, aprovechando que los ganaderos empiezan a llevar el ganado al paraje, tanto desde León como desde Asturias, para comenzar las marcas y estacionamiento temporal, sería bueno hacer de este hecho un día festivo.

Por eso en esta jornada se mezclan los animales, vacuno y caballar; y partiendo de un criador de mastines la idea no pueden faltar los perros en una muestra nacional de la raza, que ahora además asume ya el conjunto de criadores locales con su colectivo ACLAME (Asociación de Criadores de Laciana de Mastín Español).

Todo se desarrollará inevitablemente con la colaboración de la Junta Vecinal del pueblo. Y como en toda fiesta popular no puede faltar la comida, la bebida y la música. La comida que ofrecen a los que se acerquen hasta la braña es caldereta de oveja, que venden a 5 euros, con la cazuela de barro conmemorativa. Se anuncia servicio de bar y buena agua, procedente de las fuentes del lugar; también una carpa para soportar las posibles inclemencias o excesos del clima; y la música a cargo Rosi y su acordeón.

Será una jornada festiva con el aliciente añadido de celebrarse en uno de los lugares más míticos de la comarca de Laciana, lleno de leyendas y de mágicos aquelarres, al encontrase muy próximo a la denominada Fuente de las Brujas, cuya historiografía sitúa la celebración de los aquelarres en ese paraje al comienzo del presente mes de mayo.

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