Hoy se aprueba la fusión, pero aún queda mucho por negociar

Caja España Botines

Milena Pasetti

Cuando esta tarde los miembros de la Asamblea General de Caja España-Duero den el visto bueno a la fusión con Unicaja, quedará definitivamente sellado el futuro a corto plazo de la entidad castellanoleonesa. Una decisión que la entidad malaqueña ya ratificó en su propia asamblea el pasado sábado, con una amplia mayoría.

Sin embargo, el visto bueno de ambas asambleas generales no significa que las negociaciones estén totalmente finalizadas. Aún quedan muchos aspectos por cuadrar, con una fecha tope fijada por el Banco de España en el 15 de diciembre. El nuevo banco, resultante de la fusión de ambas entidades, comenzará a funcionar el 1 de enero.

Entre las cosas aún por definir está el nombre que utilizará esa nueva entidad resultante, que incluso solicitará una nueva ficha bancaria. Sin embargo, los bancos creados por Unicaja y por Caja España-Duero mantendrán las marcas y sus propias fichas, y delegarán la totalidad de su negocio financiero en el banco resultante. Además, comenzará el verdadero proceso de reestructuración, en el que habrá que resolver, entre otras cosas, la duplicidad de oficinas en algunas regiones.

También es una incógnita la función que cada banco desarrollará en la nueva empresa. No está descartado que Caja España-Duero se convierta en lo que en ámbitos financieros se conoce como “banco malo”. Es decir, una entidad que asuma la totalidad del negocio inmobiliario de ambas entidades, donde se concentran los principales activos de riesgo.

La opción menos mala

En Caja España-Duero se da por descontado la aprobación de la fusión, aún con la posibilidad de que algunos miembros de la asamblea voten en contra. Para eso el presidente Evaristo del Canto ha mantenido una serie de reuniones durante los últimos días en las distintas provincias de la Comunidad, para explicar a los consejeros los principales aspectos de la fusión.

A diferencia de lo sucedido en Unicaja, donde los sindicatos han votado en contra de la fusión, en León los representantes de los trabajadores darán un voto positivo, pero con reservas.

“Nosotros daremos un voto favorable por imperativo legal. Porque o votamos la fusión o damos paso a la intervención del Banco de España mediante el FROB, que sería la estatización y el cierre”, adelantó Vicente Andrés, secretario de Acción Sindical y Política Institucional en Comisiones Obreras.

“Pero nuestro voto a favor no es de punto final, porque tiene que haber responsabilidades para los gestores que nos han llevado a esta situación. Aquí se ha hecho una muy mala gestión política”, agregó.

Una posición similar adoptará UGT, aunque los detalles terminarán de ajustarse en una reunión que esta misma mañana mantendrá la Ejecutiva. Es decir, votarán a favor considerando sobre todo que existe un acuerdo previo que garantiza “las condiciones laborales y el mantenimiento de los puestos de trabajo”, indicó Antonio Muñoz, integrante de la asamblea.

Finalmente, el tercero de los sindicatos con representación en Caja España-Duero es Csica. Aunque el pasado viernes mantuvieron una reunión exclusivamente para definir la posición a adoptar en la asamblea de esta tarde, no lograron llegar a una postura unificada. Por lo tanto, el debate continuará esta mañana en Valladolid, donde se reúne la Ejecutiva regional.

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