Cupa refuerza su liderazgo en la producción de pizarra tras comprar el grupo gallego Samaca
La compañía pizarrera Cupa Group ha anunciado este jueves la adquisición del grupo Samaca, compañía especializada en la extracción, fabricación y comercialización con sede en O Trigal, en Carballeda de Valdeorras (Orense). Con este movimiento, la empresa de origen leonés dice reforzar su posición de liderazgo como “primer productor de pizarras para cubiertas y fachadas a nivel mundial”, según expone en una nota.
El grupo Samaca fue fundado en 1968, misma fecha de nacimiento de Cupa (entonces como Cupire Padesa). Cuenta con 300 empleados y está constituido por las sociedades Pizarras Samaca, empresa comercializadora, e Irosa y Pizarras Gonta, compañías productoras que operan a través de cinco canteras y siete plantas transformadoras, ubicadas en las localidades de O Trigal y Portela, en Carballeda de Valdeorras, y La Baña, en la comarca leonesa de la Cabrera.
Cupa, que en 2022 pasó a manos del fondo canadiense Brookfield tras vender el fondo Carlyle su participación mayoritaria, incorpora ahora estos activos hasta redoblar su capacidad productiva y comercializadora en el mundo. “La posición de Samaca como referente del mercado internacional de pizarra destaca en multitud de países, siendo Francia, Reino Unido, Benelux y Estados Unidos los principales mercados a los que exporta”, resalta la compañía compradora.
Samaca registró una facturación de 30 millones de euros en 2023. Con su adquisición, Cupa Group reactiva su crecimiento inorgánico tras haber incorporado a Pizarras Gallegas, Proinor, Lomba y Rinus Roofing en 2021 hasta convertirlo en un grupo empresarial que gestiona 79 filiales, 30 canteras, 40 plantas transformadoras, 70 centros de distribución y 2.800 empleados con presencia en nueve países. Y prevé así superar los 465 millones de euros facturados en 2023 hasta alcanzar los 500 millones en 2025.
El CEO de Cupa Group, Javier Fernández, se refiere a esta adquisición como la más importante en la historia de la compañía, que tiene raíces en las comarcas del Bierzo y la Cabrera. “Demostramos (con esta compra) nuestra absoluta confianza en el futuro del sector de la pizarra, que tiene un alto potencial de crecimiento si continuamos invirtiendo en su modernización y desarrollo, fomentando un modelo de negocio sostenible, que está generando mucho empleo estable y de calidad, y contribuyendo de forma significativa al desarrollo socioeconómico de nuestro entorno, mayoritariamente rural”, apunta Fernández.