El sector del vino se sube al mundo ‘online’ para sortear el cierre de fronteras y hostelería por el coronavirus

Establecimiento de hostelería de León cerrado por la crisis sanitaria del coronavirus./ ICAL

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No son momentos fáciles, en general para ningún sector económico, y el del vino no iba a ser una excepción. El cierre de fronteras, que ha limitado las exportaciones de este producto a la mínima expresión, y sobre todo la inactividad de la hostelería, han provocado una importante paralización en la actividad habitual. Aunque resulta muy aventurado contabilizar los efectos que tendrá la incidencia de la pandemia del Covid-19 desde un punto de vista económico, bodegas y denominaciones de origen intentan mantener cierta actividad, en su mayoría ligada a la venta 'online' y en iniciativas en las redes sociales.

En el campo sigue el trabajo de cara a la próxima campaña, que en principio se presenta buena siempre y cuando se mantengan las condiciones que se han dado hasta el momento, es decir, lluvia como la del mes de marzo y temperaturas agradables. Las heladas y el granizo son un año más los grandes enemigos que podrían dar al traste con las buenas previsiones que, aunque con muchísima cautela, se tienen actualmente. La tormenta del sector llegará este año desde un punto de vista económica, advierten desde las denominaciones.

Al margen de esta actividad inevitable, se avanza en las gestiones pertinentes, de forma generalizada mediante el teletrabajo, aunque en aquellos casos en los que no es posible, atendiendo rigurosamente las medidas de seguridad, en especial de distancia y equipamiento de protección adecuados.

El presidente de la Denominación de Origen Ribera de Duero, Enrique Pascual, avanza que los daños en el sector del vino serán “inimaginables” con una dimensión “muy grande” en general. “Somos los primeros que hemos cerrado y los últimos que vamos a abrir”, además de que se pregunta “cómo abrirá y en qué condiciones” la hostelería, que es el principal canal de distribución del vino.

“Pintan muy mal las cosas” insiste Pascual quien asegura que las ventas 'online' son “bienvenidas” aunque reconoce que “son lo que son”. El canal Horeca “es el punto fuerte” de las ventas y está cerrado “a cal y canto” lo que hace preveer un futuro “complicado”. En cuanto a la situación que se vive en España, el presidente de la DO Ribera de Duero lamenta que el país esté “a la cabeza” en número de muertos y contagiados por habitante.

“El resto del mundo, en general, no está así, lo cual nos vendrá bien” en materia exportadora, una actividad que se está moviendo “lentamente” porque “se ha frenado mucho” en las últimas semanas. “Podemos trabajar con todos o casi todos los países, pero está todo paralizado”, lamenta. “Todo esto va a calar en la sociedad”, sentencia.

En una línea similar se expresa en declaraciones a Ical el director general de la DO Rueda, Santiago Mora, quien apunta también a la elevada presencia del sector en el canal de Hoteles, Restaurantes y Cafeterías (Horeca), que constituye casi la mitad de la comercialización del vino en España. La DO Rueda venía de unos años de “continuos crecimientos” con lo que su salud era “muy buena”, pero la incidencia de la pandemia del coronavirus va a hacer mucho daño porque “casi todas las bodegas son de mucha presencia en Horeca” aunque también en el ámbito de la alimentación.

Ahora se está produciendo “un cambio absoluto en los consumos” y mientras en hostelería se vende “cero”, en el canal de alimentación “están aumentando las ventas”, y aunque se aprecia que se bebe más vino en casa “nunca va a compensar el parón”. Rueda supone alrededor del 14 por ciento de la cuota de mercado en hostelería y el ocho por ciento en alimentación, donde es “la cuarta” denominación de origen.

Santiago Mora puso de relieve la importancia de la calidad del producto, lo que en el caso de Rueda llevó a la denominación de origen a afrontar la última crisis “con crecimientos continuos” por la relación calidad-precio, que constituye “el mejor valuarte”. Ahora, en medio de una situación “difícil y complicada” desde un punto de vista sanitario en la que no se tienen experiencias previas, pero también económico, las bodegas están haciendo “un esfuerzo” en la venta 'online' que se ha convertido en una tendencia que “se está disparando” y que ha venido “para quedarse” porque constituye un nuevo canal de venta que además genera confianza.

Pero más allá de la propia actividad económica, la DO Rueda también está desarrollando otro tipo de actividades sociales y culturales ante el “drama” que se está viviendo. De esta forma ha ido haciendo iniciativas “semana a semana” como la contratación de artistas de la Comunidad para que sigan con su actividad vía 'online' con directos para “recordar la atmósfera de los bares” en solidaridad con este colectivo; o un festival de cortos caseros a través de Instagram. Otra semana se llevó a cabo también una iniciativa para producir “a gran escala” protectores faciales, con 40.000 o 50.000 unidades para Castilla y León ante los “problemas de suministro”. “No somos la solución, ni mucho menos, pero intentamos solidarizarnos con los que más están sufriendo” en una situación “demasiado dura” como la que se está viviendo, sentencia Mora.

“Va a ser tremendo”, reconoce el presidente de la DO León

Tampoco son buenas las perspectivas en la DO León, que igualmente apunta a la hostelería como principal canal de distribución para el vino, lo que supone unas consecuencias “difíciles de cuantificar” porque estima que se perderán alrededor del 20 por ciento de las licencias de hostelería. “Va a ser tremendo”, advierte el presidente de la DO León, Rafael Blanco.

Las ventas 'online' pueden ser una salida pero en el caso de las bodegas que componen esta Denominación de Origen son en su mayoría familiares y no tienen “muy desarrollados” esos canales de distribución y venta, lo que dificulta su situación y ha llevado a muchas a aplicar expedientes reguladores para quedarse “con el mínimo de personas”. La DO, por su parte, sí se mantiene activa en redes sociales “con cursos y cosas de ese tipo para no perder presencia”.

Cuando se recupere la actividad, Blanco advierte de que habrá que “pelear muy duro” con los grandes volúmenes de producción, que aplicarán “precios competitivos” ya que tienen “grandes reservas y necesidad de sacar el vino”. Sin embargo, aclara que aquellos que apuntan “en otra dirección” y apuestan por la calidad en lugar de por el precio el volumen, como es el caso de la DO León, tendrán “grandes problemas” y la recuperación “no va a ser inmediata”.

Bodegas activas

La incidencia del Covid-19 ha llevado a las bodegas, en especial a las más grandes, a “reorganizar” sus equipos para mantener la actividad que sea posible. El director general de Tempos Vega Sicilia, Antonio Menéndez, explica a Ical que, en su caso, en el campo se mantiene el 80 por ciento de la gente trabajando “manteniendo medidas de seguridad”, con distintos turnos y dividiendo las tareas para que no haya contacto entre los trabajadores, algo parecido a lo que se ha hecho en la zona de bodega para atender a la gran cantidad de vino envejecido que requiere de “distintos trabajos”. El resto de los canales siguen funcionando, por lo que no ha sido necesario establecer “mecanismos especiales”.

El parón en la hostelería se deja notar, aunque en el caso de Vega Sicilia, los particulares “siguen pidiendo” y por ahora no se ha registrado “ninguna cancelación de pedido” aunque sí “demoras”, algo que Menéndez atribuye a su funcionamiento, diferente al de otras bodegas, porque tienen “un pedido al año por cliente”. En lo que al mercado internacional se refiere, Vega Sicilia también sigue funcionando “con algunos pedidos aunque no muchos” y “un poco más lento”. De hecho, la venta en países como China, Corea o Japón “empieza a arrancar ahora”, Europa se encuentra “prácticamente parada” y en América “funcionan todavía algunos países”.

El “miedo” en este caso se encuentra en “cómo va a arrancar esto cuando volvamos poco a poco a la normalidad”, porque será donde se note más el impacto, en especial si hay una vuelta “de forma lenta y gradual” que dañará a la hostelería. Menéndez cifra en un 15 por ciento lo que aproximadamente se deje de vender en la bodega en un escenario como el actual, aunque augura que “probablemente se venda el año que viene o se intentará”

Prudencia

Desde las bodegas Matarromera se hace un llamamiento a la “prudencia” en un escenario como el actual en el que no es posible determinar la incidencia que tendrá la pandemia, que enseguida llevó a la compañía a “tomar decisiones”, la primera de ellas “poner a salvo la salud de los trabajadores”, aunque se mantienen las tareas de producción atendiendo a las medidas de seguridad recomendadas, para abastecer los pedidos que se tienen, que llegan a través de 'marketplace', 'online', grandes superficies o países que no se están viendo afectados “de la misma manera” que España. De hecho, hace unos días llegó a China un pedido que estaba pendiente y que se había retrasado por la incidencia del coronavirus en el país asiático.

Matarromera no es ajena tampoco a la repercusión en el sector de la hostelería y cómo afectarán los hábitos cuando se reactive la actividad. Mientras tanto, el grupo bodeguero no para y además de sus canales habituales y de la venta 'online', también trabaja en la fabricación de hidrogeles y unas 50 mascarillas diarias, ha puesto a disposición de la Junta de Castilla y León materiales de protección con los que contaba la empresa y para no cesar en la actividad, se está impulsando la formación y la divulgación a través de las redes sociales, tanto para consumidores como para seguidores, con la celebración de catas visuales “para seguir promocionando nuestros productos”, gracias a la implicación“ de los diez enólogos que favorecen ”abstraernos de la realidad“.

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