Casi uno de cada cinco contratos que se suscriben en Castilla y León pasa por una ETT

Ical

Las contrataciones gestionadas por empresas de trabajo temporal ya representan casi uno de cada cinco contratos registrados en Castilla y León. Estas actividades de intermediación laboral también han sufrido en profundidad la crisis, aunque han retornando al dinamismo en su actividad, lo que se refleja en que el año pasado ya avanzaron en el número de contratos de puesta a disposición que efectuaron un 6,7 por ciento respecto a 2012. Castilla y León contaba a finales de 2013 con 24 empresas de trabajo temporal operando en su territorio, frente a las 31 de 2007.

Los datos que maneja el Ministerio de Empleo y Seguridad Social constatan que en 2013, estas empresas se encargaron de 115.706 contrataciones, lo que supone el 17,8 por ciento de las 646.878 contabilizadas en la Comunidad. En el año de arranque de la recesión, a finales de 2007, las ETT asumieron 133.806 contrataciones, con lo que han perdido en el sexenio de crisis un 13,5 por ciento del total; aunque ese porcentaje es 6,3 puntos inferior a la merma global del número de contratos contabilizados en la Comunidad, que cayeron un 19,8 por ciento, desde los 807.129 de diciembre del ejercicio de arranque del periodo. Estos datos suponen un aumento del peso de la contratación a través de ETT respecto al total en estos años, ya que en 2007 representaban el 16,5 por ciento del global de contrataciones, frente al 17,8 por ciento del año pasado, es decir, han ganado 1,3 puntos de cuota en el mercado laboral.

El presidente de la Asociación de Agencias de Empleo Asempleo, Andreu Cruañas, aseguró, en declaraciones a Ical, que “las ETT no han experimentado un menor impacto que el global de las empresas en lo que a contratación se refiere”, ya que “en los momentos más intensos de la crisis, la caída en la contratación en estas empresas se hizo más intensa que en la contratación total”. Se refería a la caída en 2009 del 20,1 por ciento de la actividad de las ETT en la Comunidad, hasta los 100.338 contratos, frente a una merma del 12,2 por ciento de la general, con 645.082.

Indicador adelantado

Asimismo, en relación a la mejora experimentada el año pasado, indicó que “hay que tener en cuenta que las agencias de empleo temporal son un indicador adelantado del empleo y por lo tanto, adelantan los ciclos económicos que están por venir”. Así, ante la llegada de una crisis laboral, dijo, “son las primeras en experimentar caídas en su población ocupada, al tiempo que son las primeras en detectar la recuperación en el empleo, y con ello el aumento de sus contrataciones ante una etapa de expansión en el empleo”. “Cualquier aumento en la contratación es siempre positivo”, dijo.

El alto ejecutivo manifestó a Ical, que ha sido la demanda exterior la que ha conseguido tirar del empleo en España, aunque “todavía queda, sin embargo, mucho recorrido para hablar de la recuperación en la demanda interna”. Asimismo, constató que las reformas laborales “no crean ni destruyen empleo, son las empresas quienes lo hacen”.

En cualquier caso, indicó que la última reforma laboral del Ejecutivo ha permitido introducir otros elementos de flexibilidad interna en la empresa, que “ofrecen alternativas al despido”. “Antes de esta reforma, la única forma de realizar ajustes en las empresas era vía empleo”, dijo.

Asimismo, el presidente de Asempleo negó cualquier vinculación entre la precariedad en el empleo y las agencias de empleo temporal, esencialmente porque “ofrecen todas las garantías a los trabajadores”. En este sentido, remarcó que el 30 por ciento de las personas que acceden al empleo a través de las ETT acaba quedándose de forma estable en la empresa. “En el momento en que las empresas que han recurrido a trabajadores de agencia dejan de tener una necesidad puntual de personal a tener una necesidad permanente, optan por contratar directamente a esos trabajadores que ya conocen el negocio y saben desempeñar el puesto de trabajo concreto”, apostilló.

Buenas perspectivas

Andreu Cruañas consideró que el empleo comenzará a mostrar un comportamiento “positivo” que se podrá ver “en los próximos trimestres”. Sin embargo, asumió que “estará por ver el ritmo y el pulso de la recuperación, porque existe un escenario de incertidumbre”, dijo. En ese contexto, explicó que las empresas deciden recurrir a las agencias de empleo, para disponer de personal cualificado “en el momento y por el tiempo en que lo necesite” hasta que se aclare el panorama.

Por lo que respecta al futuro papel de las agencias de colocación como colaboradoras con los servicios públicos de empleo, lamentó que “todavía falta ambición en el establecimiento de las formas y campos de colaboración”. “Para que el modelo de colaboración público privada pueda alcanzar los objetivos que se persiguen, debe sustentarse en los actores más experimentados, que reúnan profesionalidad, capacidad y conocimiento del mercado de trabajo”, constató. Igualmente, abogó por realizar “una elaborada segmentación de candidatos y la puesta en marcha de procesos adaptados a las necesidades de cada perfil”.

Cruañas demandó que se diferencie la labor de lucha contra la exclusión social de la integración laboral de las personas con mayores posibilidades, a partir de las demandas reales de la economía. Asimismo, demandó que se defina “de una forma clara y escrupulosa”, los objetivos que se pretenden alcanzar en función de cada público objetivo, y basar esta colaboración en la consecución de objetivos “medibles y cuantificables”.

Provincias

El análisis provincial, el número de contratos de puesta a disposición efectuados por ETT descendieron en 2013, respecto a 2007, en Soria (2.183), un 57,5 por ciento; en León (5.977), un 52,4 por ciento; en Zamora (3.529), un 34,5 por ciento; en Salamanca (13.654), un 28,4 por ciento; en Valladolid (32.550), un 16,2 por ciento; en en Burgos (21.026), un 11,8 por ciento; y en Ávila (7.362), un cinco por ciento. Por el contrario, se elevaron en Palencia (18.777), un 61,7 por ciento; y en Segovia (10,648), un 11,4 por ciento.

En relación a 2012, las contrataciones de la ETT se redujeron un 30,9 por ciento en León; un 15,2 por ciento en Zamora; un once por ciento en Burgos; y un 2,7 por ciento en Salamanca. En el extremo opuesto se situaron con crecimientos, Ávila, 39,7 por ciento; Soria, 34,5 por ciento; Valladolid, 28,5 por ciento; Palencia, 18,1 por ciento;y Segovia, 8,7 por ciento.

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