La Vuelta pone del revés Ancares y lo sube por la vertiente leonesa a la espera del impacto en el cicloturismo

Alberto Contador, vencedor en el Alto de Ancares en 2014.

César Fernández

El ciclista español más importante después de Miguel Indurain levantó los brazos. Alberto Contador venció al cuatro veces ganador del Tour de Francia Chris Froome y sentenció la Vuelta a España de 2014 en el Alto de Ancares apenas una semana antes del comienzo del Campeonato del Mundo en Ponferrada. Como si fuera una carrera de relevos, las sinergias parecían conjurarse para hacer de la comarca de El Bierzo un referente ciclista. Con el Mundial, lastrado por las deudas generadas en su financiación, convertido para la opinión pública en una especie de pesadilla, es ahora el puerto de montaña el que sale del letargo y regresa a la élite diez años después, otra vez como meta pero ahora estrenando la vertiente leonesa en la alta competición el viernes 30 de agosto. Como si fuera una contrarreloj, el pelotón todavía llega a tiempo de revitalizar la zona, ahora al calor de un mayor desarrollo del cicloturismo.

Uno de los ciclistas españoles más carismáticos después de Perico Delgado había levantado los brazos en 2012. Joaquim Purito Rodríguez se llevó la victoria la primera vez que Ancares fue final de etapa de la Vuelta a España (por la vertiente de Balouta y unos kilómetros antes de la cima, acondicionada dos años después para albergar toda la infraestructura de meta). La subida ya había sido lugar de paso en una etapa de 2011 con final en Ponferrada. La capital berciana fue sede del Campeonato del Mundo en 2014 apenas una semana después de que Alberto Contador se coronara virtualmente como ganador de su tercera y última ronda española. Han tenido que pasar diez años para que la cumbre regrese a los recorridos. Ahora habrá que doblar el mapa.

Con tres vertientes que nacen de la vecina Galicia, ahora explorará la leonesa por Tejedo de Ancares. Se trataba de un viejo anhelo. El responsable del Hotel Rural Valle de Ancares (en la localidad de Pereda), Gerardo Jorge Ovalle, recuerda incluso haber sugerido programar una cronoescalada desde Vega de Espinareda en una conversación informal con el director general de la Vuelta, Javier Guillén, al hilo de aquellas ediciones de la pasada década. La logística del retorno de los ciclistas complica esta posibilidad, respondió el responsable de la ronda, cuyo regreso ya ha despertado interés turístico al margen de la propia caravana (dos técnicos de televisión harán noche en este alojamiento rural). Hay clientes habituales que estirarán su estancia, señala Ovalle. Hay gente que ha cambiado sus vacaciones para disfrutar del paso de la Vuelta, constata el alcalde del municipio (que protagoniza un cambio de denominación para llamarse Valle de Ancares desde el antiguo Candín), José Antonio Álvarez Cachón.

La controversia con la vecina Galicia desatada por este proceso de rebautizar el municipio tiene otro frente en la propia titularidad de la cumbre del Alto de Ancares, asumida por el municipio lucense de Navia de Suarna mientras desde la parte berciana se reivindica su origen. “Nunca se llamó Puerto de Ancares, sino Puerto de la Magdalena o Puerto de Anteiro”, cita el regidor. El responsable del establecimiento de turismo rural ofrece más argumentos sin obviar el “handicap” de que “el 80% de los turistas identifican Ancares con Galicia”.

Ahora ha cambiado el perfil del cicloturista. La gente se mueve mucho más. Se desplaza a los sitios

César García Calvo Exciclista profesional

En cualquier caso, la llegada de la Vuelta de 2024 se encuentra con un terreno mejor abonado para el cicloturismo. “Ahora ha cambiado el perfil. La gente se mueve mucho más. Se desplaza a los sitios”, apunta el exciclista profesional berciano César García Calvo, apodado el Jabalí del Bierzo y ganador de las metas volantes de la Vuelta en 2001, la última vez que se puso en liza esta clasificación parcial. “Ancares es un puerto durísimo y espectacular y el paisaje es incomparable”, abunda antes de citar las “ansias” de los aficionados por conocer nuevos lugares e incluso medir sus habilidades y sus registros a través de redes sociales y aplicaciones.

El ejemplo de la Camperona

La Vuelta de 2014, la última hasta esta de 2024 para Ancares, fue la primera para la Camperona, en el también municipio leonés de Sabero. Una alusión del diario deportivo As a este puerto como El hijo del Angliru llevó a su entonces alcalde, Francisco García, a explorar sus posibilidades ciclistas. Una conexión familiar lo llevó ante el director de la Vuelta a España, que incluyó a la cima como final de etapa. “Había 10.000 personas. Nunca vi tanta gente”, señala el exregidor para pulsar el impacto de la carrera. La Diputación de León se implicó en la mejora de la carretera y la Camperona repitió como meta en 2016 y 2018. El Ayuntamiento de Sabero asumió desembolsos de 20.000 euros. “Y nos parecía que era poco dinero para el resultado que daba”, cuenta García, descabalgado de la Alcaldía tras las elecciones municipales de 2023 cuando ya tenía en la mente ideas como pedir una cronoescalada (“es mucho más cara, pero ya me buscaría la vida”) y un proyecto para aprovechar el tirón del cicloturismo: instalar pantallas grandes en los pueblos de Olleros y Sabero para reflejar los tiempos de ascensión de los aficionados.

La iniciativa trataba de dar respuesta a la pregunta de cómo sacar partido al paso de una competición como la Vuelta a España, la tercera ronda ciclista por etapas de referencia en el mundo junto al Tour de Francia y el Giro de Italia. “Se ha barajado la posibilidad de marcar las rampas y sus pendientes sobre el terreno”, dice desde Ancares José Antonio Álvarez Cachón, que considera esta posibilidad “viable contando con el apoyo de la Diputación”, que en este 2024 se ha implicado financieramente tanto en la etapa Lugo-Alto de Ancares como en la siguiente, Villafranca del Bierzo-Villablino, con una incursión en Asturias por Cerredo y un regreso tras subir el Puerto de Leitariegos. El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible estrenará en Pajares, entre Asturias y León, la instalación de placas informativas con detalles como la altitud, la longitud, los desniveles y las pendientes media y máximas con datos cada kilómetro. Hay subidas que ya cuentan con algo similar, como el mítico Angliru, destaca García Calvo, que insta a las instituciones públicas a promocionar este tipo de espacios en ferias de turismo.

Hay mucho más cicloturismo que hace diez años. Y también hay más turismo de moteros. Pero eso no quiere decir que haya más turismo que en 1995

Gerardo Jorge Ovalle Responsable del Hotel Rural Valle de Ancares

Desde el Hotel Rural Valle de Ancares constatan el incremento del cicloturismo. “Hay mucho más. Y también hay más turismo de moteros”, confirma su responsable antes de hacer una precisión. “Eso no quiere decir que haya más turismo que en 1995, que fue cuando abrimos. Los mejores años fueron entre 1995 y 2005. Y no se han vuelto a dar esos datos”, expone Gerardo Jorge Ovalle para citar luego el impacto de la pandemia y una estabilización posterior. Al otro lado de la provincia, en Sabero, su exalcalde reconoce la importancia del paso de la Vuelta, pero lo inscribe dentro de un conjunto en el que mete otros atractivos deportivos como el Mundial de Aguas Bravas y de tipo cultural y turístico como el Museo de la Siderurgia y la Minería para poder sacar del bache a municipios marcados por el cierre de la minería del carbón.

“Lo que se puede reivindicar es que no pasen otros diez años para que regrese la Vuelta”, señala Gerardo Jorge Ovalle desde Ancares, mientras su alcalde se muestra dispuesto a habilitar aparcamientos y transporte (en la medida en que lo permita la organización y Tráfico) desde el entorno de Tejedo. A partir de ahí, con la carretera picando hacia arriba ya desde Vega de Espinareda y paso puntuable de segunda categoría por el Puerto de Lumeras (Alto de la Cruz para los ancareses), el trazado se empina en un puerto catalogado como de Primera Categoría, con una longitud de 7,5 kilómetros y una pendiente media del 9,3% con porcentajes constantes superiores al 10% en los últimos cinco kilómetros de la ascensión.

“Ancares es un coloso. La subida es extremadamente dura. De las más duras que yo he hecho”, recalca César García Calvo para compararlo con algunos tramos de los Lagos de Covadonga o el Gamoniteiro. El berciano recuerda a sus compañeros de la época “encantados” cuando les tocaba entrenar por una zona que es un “paraíso ciclista”. Y ahora espera un final de etapa espectacular que quede en la retina de los espectadores para maximizar su aprovechamiento posterior. “Si no hay una escapada, va a ganar un ciclista conocido”, pronostica mostrando su apuesta antes de que comenzara la competición por el vigente campeón, el estadounidense Sepp Kuss. Diez años después, con Alberto Contador ya retirado, habrá que cambiar el póster del ciclista con los brazos en alto. Ancares espera que, a corto, medio y largo plazo, el ganador de la etapa sea el propio valle y su entorno. 

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