Héroes y heroínas de la Transcandamia

Mañana de héroes y de heroínas, de frío, barro, sudor y un gran reto por delante. Así ha sido la cuarta edición de la épica prueba Transcandamia, 19 durísimos kilómetros que en esta ocasión han sido aún más penosos y más para especialistas de las carreras de montaña de los runners al uso, por las modificaciones introducidas en la segunda parte del recorrido, que incrementaron el número de escarpadas cuestas antes de alcanzar la meta.

Los que primero la cruzaron fueron el leonés Pablo Villa, en la categoría masculina, y Oihana Kortazar, de Guipuzcoa, en la femenina, entre los numerosos aplausos de aliento de los cientos de aficionados congregados para disfrutar de la evolución de los corredores en una prueba como pocas se celebran en León, y además la primera del calendario 2015.

Pero el esfuerzo no fue menor para los muchos participantes de esta edición y todos y cada uno de ellos recibieron también el apoyo incondicional de los aficionados. Todos ellos partieron a las diez de la mañana de la urbanización las Lomas, donde se ubicaba igualmente la meta después de un recorrido que sumaba 19 kilómetros en total y con desniveles de 2.000 metros, nada menos.

La prueba tuvo algo de festivo también, y de tradición leonesa, ya que el Ayuntamiento de Valdefresno aprovechó que la Transcandamia se inicia en este término municipal para congregar algunos pendones que identifican a esta tierra, y que lucieron imponentes al aire de una mañana cuyas condiciones meteorológicas fueron mejorando. Pero la humedad acumulada en el terreno no se pudo evitar, y fueron numerosos los resbalones y caídas de los deportistas participantes en lo que, a la postre, se convirtió por cuarto año en la primera gran fiesta del deporte extremo de la provincia leonesa. Un año de éxito más para una prueba consolidada.