Villalobar inspira la nueva novela de Luis Artigue
En este pueblo hay censadas apenas doscientas personas, pero cuenta con tres clubes de alterne, aunque Artigue exagera un poco, en una entrevista a EFE e insiste en que “son siete los puticlubes que hay y cien los vecinos”.
Aún así, Villalobar sí es uno de los pueblos de España con más clubes de alterne por habitante y por metro cuadrado, e incluso hubo una época en la que se le llegó a situar a la cabeza del país.
Esta localidad está situada a 23 kilómetros de León, en la carretera N-630, hacia el kilómetro 170, al amparo de la cual fueron proliferando clubes de alterne.
En la obra, uno de los protagonistas es una especie de “segundo yo” de este escritor nacido en 1974, que vio como en su pueblo iban apareciendo prostíbulos “un día y luego otro”, ha explicado Artigue respecto a los entresijos de su nueva novela, que publicará Alianza Editorial.
Ya de niño, Artigue se dio cuenta de que las prostitutas “tienen una vida de noche y otra de día”. Por la noche estaban en el club y de día eran vecinas del pueblo, con las que el escritor “conversaba” y “le contaban sus sueños”.
A través de ellas, conoció la “interculturalidad y el ”cosmopolitismo, sin saber si quiera la existencia de estos vocablos.
Así creció y fue formándose durante años, y en la actualidad, décadas después, ha querido “reconciliarse con sus raíces” y devolver un poco “lo mucho que recibió de toda esta gente tan luchadora” y de la que se ha considerado “heredero”.
“El club de la Sorbona” es una novela negra, con mezcla de humor, mucho humor, y con ella su autor pretende contribuir a que la gente tome ejemplo de sus personajes “haga frente a la crisis y quite el miedo”, que le están metiendo “los medios de comunicación y los economistas”.
El título de su nueva novela El club de la Sorbona.
El humor en la ficción es “muy necesario para que uno viva de tal forma que el apocalipsis le pille bailando”, reflexiona el escritor, para quien en una sociedad con seis millones de parados, la mejor forma de luchar “es creyendo en las posibilidad de cada uno”.
“En la poesía épica, la crisis se produce en el momento en que se ponen las espadas en alto y no se sabe lo que va a pasar, pero no es sinónimo de perder, sino de luchar”, insiste.
Para Artigue, “España como pueblo no ha fracasado; han fracasado sus políticos, que nos querían organizar la vida y, por su vulgaridad, se han dedicado a otros asuntos, en lugar de a tratar de mejorar las cosas”.
“Esto es algo parecido como si uno va a ir a escribir El Quijote y termina escribiendo Fuenteovejuna para que le den un chalé”, sostiene.
En consonancia con esta filosofía de vida, Artigue ha escrito esta novela, en la que la gran protagonista es una localidad que se llama “Violincia”, que tiene “un montón de burdeles con encanto”.
Hasta allí, se desplaza un detective inglés, quien sospecha que en ese pueblo puede encontrar la flauta mágica que le fue regalada a Mózart, y que le ayudaba al compositor a superar la crisis de creatividad.
La flauta recorrió media Europa, Alemania, Francia y después llegó a “Violincia”, lugar en el que detective “fue de puticlub en puticlub preguntando por la flauta”.
A la misma localidad también llegó un editor que descubrió a una maestra, que salvó su vida en los tiempos de la Guerra Civil española haciéndose pasar por extranjera, con tal disimulo que, además de cambiar su acento, fingió ser traductora de novelistas clásicos que escribían en lenguas que ella no conocía.
La maestra terminó escribiendo una docena de obras totalmente distintas a las originales, que fueron descubiertas por ese editor, refiere Artigue, para quien otra de las moralejas de esta historia es que “a veces estamos con personas apasionantes y no nos damos cuenta de ello”.
Licenciado en Filología Hispánica, Artigue debutó en la narrativa con una obra sobre el París de los locos años 20, y escribe poesía y novela.