The Black Crowes, el último vuelo de una banda de leyenda

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Julio Hurtado

Ya es oficial, la última gran banda de rock and roll han decidido tomarse un receso indefinido. Los Cuervos han alegado que necesitan pasar más tiempo con su familia -sobre todo ahora que Luther y Chris han sido padres- y la falta de motivación e ideas suficientes para volver a encerrarse en el estudio (algo que me parece digno de alabar y que debería ser todo un ejemplo a seguir por parte de alguno que otro dinosaurio del rock and roll que no han sabido envejecer con la dignidad suficiente para aceptar la falta de inspiración). Eso sí, no nos diran adiós sin antes despedirse por todo lo alto en una última gira europea que les llevará a tocar en el BBK Festival en Bilbao (única fecha en España) y que terminará de forma apoteósica en Asmterdam en el Paradiso, con dos conciertos seguidos que pondrán punto y final a esta Gira por el 20th Aniversario del famoso grupo sureño.

La historia de los Crowes se remonta a 1986, en la ciudad de Atlanta, cuando los hermanos Robinson, Chris y Rich, formaron una banda llamada Mr. Crowe´s Garden. En 1990, ya bajo el nombre de The Black Crowes publicaron su primer álbum, 'Shake your money maker', un trabajo excepcional que contenía dos de los mayores éxitos del grupo, una versión con un punto más rockero del legendario tema de Otis Redding, Hard to Handle, y el mítico She talk to angels. Dos años después, tras unos excelentes resultados de ventas de su álbum de debut, el magnífico y excelso guitarrista Marc Ford se une a Los Cuervos y acto seguido graban el 'The Southern Harmony and Musical Companion', el que para muchos se trata del mejor disco de la banda de Atlanta. Este nuevo trabajo, publicado en 1992, es un claro homenaje al rock setentero, a la música de raíces, al soul hecho a la manera sureña y al blues ancestral. Temas como Remedy o Bad Luck Blue Eyes Goodbye son un buen ejemplo de ello. En 1994 publicarían el que sería a la larga uno de los trabajos más criticados e incomprendidos de su carrera, 'Amorica'. Este disco de ambiente psicodélico significó un cambio de rumbo en el sentir de la banda y abrió las primeras heridas que llevarían a la banda a separarse tras el intimista y personal 'Three Snakes and One Charm' (donde brillan temas como Under the Mountain o Good Friday) y los fallidos 'By your side' (publicado en 1998) y 'Lions' (publicado en 2001). Cinco años tuvieron que pasar para que los hermanos Robinson aparcaran sus rencillas y problemas personales, no antes de contactar con el genial guitarrista de los North Mississippi All Stars, Luther Dickinson, para que supliera la baja de Marc Ford (algo que sorprendentemente hizo a las mil maravillas, dotando a la banda de una nueva textura mucho más fresca), y se decidieran a volver con el excelente 'Warpaint' (donde la banda consigue reinventar su rock con tintes soul, añadiendo un nuevo ingrediente, el folk de raíces americanas, y una mayor experimentación instrumental). En 2009, el grupo, que parecía totalmente recuperado para la causa, lanzó uno de los mejores álbumes de su carrera, 'Before the Frost...Until the freeze' (donde destacan canciones del calibre de Houston don´t dream about me o Good Morning Captain).

Sin duda, una de las principales señas de identidad de los Cuervos es su aureola de gran grupo de rock a la americana -recordando las legendarias bandas de los sententa que llenaban estadios, como Led Zeppelin, Free o Cream- y su estupendo saber hacer en el directo -sus conciertos son toda una experiencia en si misma-. Una banda de leyenda que siempre tendrá un lugar reservado en los corazones de los amantes del rock and roll. Aún así siempre nos quedará la esperanza de una última reunificación.

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