'Tadeo Jones 3, la Tabla Esmeralda': ojos abiertos como platos de un niño

Una imagen promocional de la tercera entrega de 'Tadeo Jones'.

Antonio Boñar

'Pero terminó la niñez y caí en el mundo'. Con este certero verso resumía Luis Cernuda el vértigo de crecer, ese jodido momento en el que nos descubrimos hechos de tiempo y la vida nos arrastra de forma indefectible hacia la prosaica mortalidad del hombre adulto, ese preciso instante en el que abandonamos la felicidad irresponsable y cálida de la infancia para empezar a tomar decisiones. Es un viaje sin retorno durante el que se nos escapa por algún agujero roto del bolsillo la perplejidad primera, la más pura y reveladora, mientras nos afanamos por sobrevivir con nuestra alma intacta.

Ese inexorable trayecto desde los ojos abiertos como platos de un niño hasta la mirada gastada y descreída de un adulto, convierte la labor de juzgar una historia infantil en algo parecido a un esfuerzo inútil. Y vaya por delante que uno ha intentado hacerse el remolón ante el solemne acto de madurar durante años, otro esfuerzo inútil. Con todo, y una vez aclarado este elemental e inevitable contratiempo, uno ha de tirar de oficio y ejercer la prescindible tarea de un crítico de cine: ser un intermediario entre la obra y el lector, ser capaz de hacerle ver que ciertos directores y sus filmes son importantes, de convencerle de que una obra ha sido subestimada, de mostrarle la relación entre películas de distintas épocas, de arrojar luz sobre la factura artística o, por encima de todo, de vincular una determinada obra con la sociedad que la ha gestado, es decir, de conectar el arte con la vida.

¿Y qué nos ofrecen las nuevas aventuras de Tadeo Jones? Pues básicamente más de lo mismo pero demostrando una mayor solvencia narrativa y técnica que sus predecesoras. El personaje que Enrique Gato creó y desarrolló a partir de dos exitosos cortos hasta convertirlo en la franquicia que es hoy en día sigue siendo ese buen tipo, honesto y valiente, que se ve arrastrado hacia mil aventuras sin olvidar nunca que lo más importante son sus amigos. Aunque en esta tercera entrega, tanto él como sus compañeros de reparto, son perfilados dramáticamente de una forma más refinada, mejor acabada.

Tadeo Jones 3 es una estupenda cinta de aventuras para toda la familia que, además, certifica algo que ya sabíamos pero que es importante recordar: la industria del cine de animación en España es tremendamente vigorosa, no ha dejado de crecer durante los últimos veinticinco años y está en disposición de competir de igual a igual con cualquiera.

Y por momentos, aunque solo sea un instante, consigue que abramos los ojos como platos del niño que fuimos.

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