“Una caída en el baño es el detonante que puede recordarnos que estamos muy solos”

Julio César Álvarez

Isabel Rodríguez

Un hombre resbala al salir de la bañera de su casa. Cae sobre el suelo y allí permanecerá hasta que alguien acuda a buscarle. Se queda solo, con sus pensamientos. Mientras el tiempo transcurre para el resto de la ciudad como cualquier otro día, él comienza a hacer balance de lo que ha sido su vida. Este es el punto de partida de 'Luz fría' (Origami), la tercera novela de Julio César Álvarez, que este sábado estará en la Feria del Libro de León para firmar ejemplares.

La pregunta que se hará el lector parece inevitable: “¿Cuánto tardarían en ir a buscarme a mí si me caigo en el baño?”

Sí, las buenas historias crean empatía, que tú te veas reflejado en lo que te cuentan y sí, la pregunta que se harán es lo que tardarían en ir a buscarles a ellos, quién tienen ahí, quién les echaría en falta... Esta pregunta resulta muy propia de sociedades burguesas, pero bueno, nos ha tocado vivir en una sociedad de este tipo.

La velocidad de nuestro tiempo está haciendo que nos olvidemos de nuestro cuerpo

El hombre sufre una fuerte caída, pero da la sensación de que no se esfuerza tan siquiera por arrastrarse y buscar ayuda.

Es parte de la ficción, pero lo que refleja es que este personaje de algún modo inconsciente quiere hacer balance de lo que ha sido su vida y de lo que tiene en este momento, así que la excusa es caerse.

Se ve obligado a encontrarse consigo mismo. ¿Reflexionamos poco sobre nuestras vidas?

El fluir del tiempo es tan veloz que nos paramos muy poco. Por eso la historia la llevé a un terreno perceptivo: suciedad, limpieza, contrastes visuales y auditivos... Cuando uno pasa mucho tiempo inmóvil, una de las cosas con las que vuelve a reencontrarse es con sus percepciones. Toda la velocidad de nuestro tiempo está haciendo que nos olvidemos de nuestro cuerpo, de lo que vemos, de lo que olemos y de lo que oímos.

¿Qué pretendes representar en esta bañera?

Uno no sabe muy bien ni por qué cuenta una historia y no otra, pero siempre hay un relato que representa mejor su tiempo. Un autor habla de sí mismo y luego, por defecto, de todos los demás. ¿No nos sentimos un poco todos después de este golpe económico, como en el suelo, que muchas de nuestras ilusiones se han caído, que luego nos ayuda quien menos lo esperamos? Esta historia resume probablemente mi percepción de muchas cosas que ocurren a mí alrededor, y lo curioso es que al lector le ocurre lo mismo.

¿En quién te has inspirado para elaborar el personaje?

Creo que todos los personaje de una novela son aspectos de uno mismo. Todos tenemos partes más maduras, más valientes más ingenuas, una parte que se fija en tonterías... todo eso se combina. Si ya es muy dificil conocerse a uno mismo imagínate a los demás.

Sería un poco hipócrita ofrecer historias demasiado dulces

Ahora, en crisis, ¿tenemos más riesgos de caernos en la bañera?

Entre que acabé el libro y se publicó se produjeron en la ciudad varios casos de señora muertas que aparecieron en sus pisos sin que durante varios días nadie fuese a buscarlas. El arte a veces se adelanta a los hechos. La caída es una buena metáfora de lo que está pasando con nosotros. ¿Qué pasa en esta sociedad para que haya perssonas que puedan pasar varios días muertas sin que los demás se enteren? ¿En qué sociedad vivimos? Esto hace 50 años simplemente no hubiera ocurrido. Esta sociedad, con todos sus avances tecnológicos, con todo su internet... no nos está acercando más a los demás, quizás nos está dejando más solos y una caída en el baño es el detonante que puede recordarnos que estamos muy solos.

¿Cómo escritor crees que tienes alguna responsabilidad en esta sociedad?

En el fondo uno solo cuenta historias, pero es verdad que uno sí tiene cierto compromiso. Uno vive en un mundo, en una sociedad que va bien o mal, en este caso va cada vez peor... Sería un poco hipócrita ofrecer historias demasiado dulces. La literatura que a mí me gusta representa la realidad que yo veo y evidentemente es bastante agridulce. Hay momentos buenos pero también hay momentos bastante malos. Esa tendencia que hay en muchos lectores de buscar una historia agradable es una huida, pero huir de la realidad no ayuda. Eso es como no querer aceptar las cosas y solo cuando uno acepta las cosas puede mejorarlas.

Huimos de los problemas y, en ocasiones, de nosotros mismos como había hecho el protagonista del libro, ¿no?

Eses hombre que se cae en el baño, probablemente, aunque no lo parezca está haciendo un acto de valentía. Esta crisis ha tenido muchas cosas negativas pero una positiva ha sido que nos hemos vuelto a reencontrar con nosotros mismos.

Julio César firmará ejemplares este sábado en la carpa de la Feria del Libro (Plaza de San Marcelo) a las 17 horas.

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