Los secretos del sudario de Oviedo, al descubierto en una exposición en Botines

V. Silván/Ical.

El edificio Botines de León acoge hasta el próximo 20 de abril la exposición 'El santo sudario de Oviedo: de la veneración tradicional al estudio científico“, que trata de arrojar luz sobre la investigación científica que desde hace 25 años lleva a cabo el Centro Español de Sindonología (CES) sobre esta reliquia.

“Podría parecer que es una exposición de temática exclusivamente religiosa pero su objetivo es acercarnos a la investigación científica de este lienzo que cubrió el rostro de Jesús de Nazaret desde su muerte hasta su sepultura”, según indicó el director adjunto institucional de Caja España-Caja Duero, José Manuel Fernández, durante su presentación.

A este respecto, destacó que esta muestra se sitúa en la mejor época del año en la capital leonesa como complemento y un “atractivo más” en torno a la Semana Santa leonesa. “En el homenaje y la aportación de Caja España a la tradición y al gusto por la Semana Santa que existe en León”, añadió Fernández, que destacó que es posible gracias al convenio de colaboración existente con el Instituto Bíblico Oriental (IBO).

La exposición se articula en torno a 46 paneles explicativos y 250 fotografías y, según subrayó el Centro Español de Sindonología (CES), Jorge Rodríguez Almenar, se trata de un recorrido didáctico que trata de ofrecer la posibilidad al visitante de “ver lo mismo que ven los científicos”. “Una tela manchada, sucia y arrugada encontrada en Oviedo”, ironizó Rodríguez Almenar, que es un sudario “que tiene un montón de información cifrada que se puede leer y es lo que se ha estado haciendo en los últimos 25 años”.

Una investigación “multidisciplinar y seria” que ahora se revela en esta muestra que, destacó Almenar, indica los puntos principales abordades. Una tela manchada de sangre y líquido pulmona que permitiría a los científicos hacer una “fotografía”, reconstruir la cara, de la persona sobre la que fue colocada. Asimismo, añadió, proporciona información también sobre el hecho de que la persona que cubrió fue flagelada y sus pulmones destrozados.

El sudario

El santo sudario es una reliquia conservada en la Cámara Santa de la catedral de Oviedo desde el siglo IX, con unas dimensiones de 83 centímetros por 53 centímetros aproximadamente. Es el objeto principal del relicario de la catedral y, según la tradición, es el lienzo que cubrió el rostro de Jesús desde su muerte en la cruz hasta el momento de la sepultura definitiva.

El análisis de la dinámica y morfología de las manchas del sudario permite asegurar que reproducen un rostro con importantes deformaciones y heridas. En la zona de la tela que cubrió la parte posterior de la cabeza aparecen heridas punzantes que se corresponden con las que produciría una corona de espinas y que dichas heridas se produjeron estando vivo el sujeto.

Posteriormente, entre 45 minutos y una hora después, se habría colocado el pañuelo para cubrir, a modo de capucha, toda la cabeza. La función del sudario consistió entonces en recoger el líquido pulmonar que salía por los orificios de la nariz y la boca mientras se transportaba el cadáver hasta el lugar de su sepultura definitiva. La cantidad de líquido hace pensar que existió una fuerte presión sobre el pecho, o que se practicó sobre el mismo alguna incisión.

También puede asegurarse que el sudario fue usado para envolver la cabeza de un hombre con pelo largo, barba y bigote que murió en posición vertical con los brazos hacia arriba y un apoyo en los pies. De forma paralela a la exposición se programan una serie de conferencias vinculadas a esta tématica que relaciona la Pasión de Cristo, el Gólgota, el Santo Sepulcro, el síndome de Turín y el sudario de Oviedo.

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