Puesta a punto vienesa
Una tarea de relojero suizo; o, más bien, de afinador vienés. Así ha sido el trabajo llevado a cabo durante esta semana por Hans Muff, uno de los técnicos más reconocidos de la firma austríaca Bösendorfer, fábrica de la que salió el piano de cola del Auditorio 'Ciudad de León'. Bajo sus diestras manos y en unas jornadas de más de diez horas, este 'artesano' ha realizado una profunda puesta a punto del piano que llega después de más de diez años de vida del instrumento.
Hans Muff destacaba esta 'revisión' del Bösendorfer como la “puesta a punto de un fórmula 1, ya que aunque en cada carrera se haga un chequeo al coche (al igual que en cada concierto), de vez en cuando el trabajo tiene que ser más exhaustivo”. Durante estos días, Hans Muff ha realizado una labor de afinado y renovación de piezas como martillos, apagadores o rodillos.
Este necesario ajuste llega después de que algunos oídos críticos sostuvieran que este gran piano ya no tenía la sonoridad de un instrumento de esta categoría. De ahí que las gestiones de la Concejalía de Cultura, especialmente a través de la coordinación técnica del Auditorio, buscasen la ayuda de uno de los mejores profesionales de este campo. Además, tras varias semanas de comunicación con la marca Bösendorfer, esta casa ha accedido a hacerse cargo de todos los gastos, que asciende a unos 12.000 euros entre honorarios y dietas del técnico. Un importante ahorro para las arcas municipales.
Bösendorfer es uno de los fabricantes de pianos más antiguos del mundo. La selección de materiales de primera calidad y, por encima de todo, un proceso artesanal extremadamente cuidadoso (buena parte del cual continua siendo a mano), distinguen cada uno de los modelos de esta marca austríaca. El piano de cola del Auditorio es un modelo 280, que en estos momentos tiene un precio de mercado que ronda los 140.000 euros, dependiendo del acabado del instrumento.
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de León, Juan Pablo García Valadés, visitó a Hans Muff en sus jornadas maratonianas en el Auditorio. Allí ambos estuvieron charlando sobre el estado actual del piano y el técnico austriaco le explicó los pormenores de una puesta a punto de este tipo. Valadés, por su parte, le agradeció su labor, tanto a él como a la firma vienesa.
La Bösendorfer Klavierfabrik está situada a las afueras de Viena, en Wiener Neustadt. La empresa fue fundada por Ignaz Bösendorfer en 1828 en el contexto imperial de una ciudad con enorme peso en la cultura musical del momento. Esta marca, actualmente propiedad de Yamaha, continua fabricando magníficos pianos
