Pablo Guerrero lleva su poesía musical a El Albéitar

Pablo Guerrero

L. Castellanos

Calificar a Pablo Guerrero de mero cantautor sería cometer una injusticia. Simplificar su dilatada trayectoria y la monumentalidad de su obra a una mera etiqueta minimizaría los muchos honores que ha ido contrayendo a lo largo de las últimas décadas y que desgraciadamente no han sido suficientemente valorados. Una de sus canciones, 'A cántaros', es ya una referencia imprescindible de la música española y ahí está el alcance social que acabó cobrando para testimoniarlo. No obstante, parece que esta fuera su única contribución al universo cultural nacional cuando se cuentan por cientos las grandes maravillas que ha ido tejiendo este músico, aislado de la marea mediática e instruido íntimamente en su oficio de artesano del verso. 'A cántaros' se publicó en 1972, como parte de un elepé homónimo que supuso el estreno discográfico de Guerrero, y sin saber por qué se convirtió en eso que algunos, muy rimbobante y solemnemente, han denominado himno generacional. “Tu y yo muchacha estamos hechos de nubes, pero ¿quién nos ata?”. Así comenzaba aquella canción que, gracias a su reverencia de la utopía, daba cuenta de la pericia de su autor para dominar sensibilidades y propiciar emociones. Es una canción que ha sido entonada a lo largo de los tiempos por miles y miles de gargantas y aún hoy mantiene intacta su vigencia. Sin embargo, Pablo Guerrero ha sido artífice de otras canciones tan buenas como 'A cántaros' y que sin embargo no han disfrutado de la misma trascedencia que esta atesoró. Puede que tuviera ver en ello el carácter casi eremita de Guerrero en el contexto musical español. Yendo muy a su aire y sin más necesidad que la de refugiarse en su afán creativo.

Pablo Guerrero acaba de publicar nuevo disco, 'Catorce ríos pequeños', nuevo punto de inflexión en una trayectoria que comenzó en los sesenta y que no ha sufrido interrupción alguna desde entonces. Las catorce canciones que lo articulan, fruto de numerosas sensibilidades y delicadezas y donde vuelve a quedar sublimado el aroma poético del que siempre ha hecho gala el músico extremeño (nacido en Esparragosa de Lares, en la Siberia pacense), servirán para dar sostén al recital que se anuncia hoy en El Albéitar y en el que también participarán Luis Mendo (guitarras y voz),

Santi Vallejo (trompeta y teclados), Christian Pérez (contrabajo) y Juan Ferrari (guitarra).

Habrá pocos letristas en España de su entidad. Suya es esa exclusiva colección de textos íntimos y cómplices que aluden a las certezas del ser humano contemporáneo, a sus gozos, sus sombras y sus muchos fantasmas, que han quedado aprisionados en las abundantes canciones que integran su repertorio y que dieron carácter a un puñado de discos (entre ellos algunos tan imprescindibles como su directo en el Olympia parisino, 'Porque amamos el fuego' y 'A tapar la calle'). La profesión siempre ha idolatrado a Pablo Guerrero y ahí está la amplia lista de músicos de primer nivel que ha puesto el subrayado a la voz de un Pablo Guerrero que jamás ha abandonado el estado de gracia permanente en que ha estado sumido desde que decidió que lo suyo era la poesía, cantada, escrita o narrada. Da igual el formato en el que se emplee. Siempre deja huella en cualquiera que se le aproxime.

El recital de hoy es un acontecimiento de primer orden para la ciudad de León, un lugar donde no se prodiga precisamente. Aunque pudiera parecer lo contrario, Pablo Guerrero es un músico que no queda circunscrito a una generación concreta y se abre a todo tipo de públicos. Es un artista universal y así lo ha ido demostrando a lo largo de una trayectoria coherente en la que ha ejercido su papel de Pepito Grillo para una sociedad necesitada de que le hurguen continuamente en la conciencia. Pablo Guererro transmite calma y serenidad. No necesita de estridencias o fuegos artificiales para expresarse. Sin embargo, sus canciones abundan en la honestidad y proclaman su sinceridad a los cuatro vientos.

Pablo Guerrero en León. Un lujazo.

Lugar: El Albéitar. A las 21 horas

Día: 13 de febrero de 2015

Entrada: 10 euros (la mitad para los miembros de la comunidad universitaria)

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