Las obras del Museo de la Energía de Ponferrada siguen incumpliendo fechas
El silencio empieza a ser aberrante, y el eco de la foto cada vez es más ruidoso. La gestión del actual director general de Ciudad de la Energia (Ciuden), Eduardo Castiñeiras, con la empresa concesionaria y responsables de obra de cara a imprimir el ritmo necesario a los trabajos, evidencia escaso efecto. Los meses pasan, y las obras avanzan con parsimonia, como el velo de Penélope.
Desde su llegada a Ciuden, hace justo un año, sólo una rueda de prensa que no sirvió para aclarar mucho, y ahora aquellas escasas declaraciones 'retratan' únicamente incumplimientos respecto a esta obra. La ausencia de comparecencias, sumado a su recelo a conceder entrevistas o acudir a actos, ha impedido conocer qué fase del proyecto se desarrolla actualmente, las modificaciones, el descarte de ciertas dependencias o usos previstos, etc.
En marzo de 2014 señalaba que la fecha de finalización estaba prevista para marzo de 2015 (en el que ya estamos). Inclusose afirmaba que “hay mucho hecho que no se ve” a lo que añadía que “el nuevo edificio anexo se levantará deprisa”. Todo ello ha chocado de bruces con la realidad, o eso 'mucho hecho que no se ve' requiere de una mirada excesivamente paciente.
Ya hace un mes ponía Castiñeiras una nueva fecha, “mayo o comienzos de junio”, y casi es apuesta segura que el Museo no estará terminado para entonces. De hecho, atendiendo a la planificación de obra, aún se desarrollarían por el séptimo mes de los 15 previstos. Es decir, la mitad, con 3 años de construcción. Y cabe plantearse ya el año 2016 pensando en la siguiente fase de musealización interior, y preparación para la apertura.
Posibles cambios en el proyecto
Es cierto que en 2012 hubo un parón, y los trabajos se reanudaron en junio de 2013, un año después, pero desde que Castiñeiras tomó el mando de Ciuden, 12 meses después, el retraso es notable.
La adjudicataria, Dragados-FCC paralizaba los trabajos en el verano de 2012 aludiendo problemas estructurales del edificio que obligaban a replantear el proyecto o redefinirlo. De hecho estimaban que el contrato de 33 millones se quedaba corto con estas circunstancias que fueron apareciendo en el transcurso de las obras. Cuantificaban que la inversión necesaria en otros cinco millones de euros, hasta los 38, que era justo la cantidad por la que había salido a licitación.
Con la llegada de Melchor Ruiz las obras se reanudaron en junio de 2013. Eso sí, con una rebaja del 20% en el coste, que como el entonces nuevo director explicaba “proviene de reducir ciertas calidades, cambiar la museografía, eliminar elementos como escaleras mecánicas, un cine que había previsto e incluso una residencia”. También se modificaba el proyecto del Bosque Carbonífero, que ahora se integraría en la antigua nave de calderas de Compostilla I, por tanto, dentro del Museo.
Con Castiñeiras la labor de construcción sigue sin despejar si el proyecto se mantiene tal como se expuso en esta modificación de 2013, y el desarrollo de elementos como el Bosque o la terraza panorámica anexa a la cafetería se ejecutarán. Eso sí, la cafetería tiene un mal precedente si atendemos a que la dirección de Ciuden dio carpetazo este pasado otoño a la de ene.Térmica.
Ni nacional, ni ministerio
Mientras las obras van ya por su tercer año, el director de Ciuden, Eduardo Castiñeiras, todavía no ha logrado que fructifiquen las gestiones pertinentes para que el promocionado como Museo Nacional de la Energía tenga oficialmente la categoría de 'nacional'. Y otro aspecto a despejar es el futuro Ministerio que tutelará el Museo. En la rueda de prensa de su presentación apuntaba hace un año que “estamos buscando el mejor gestor posible. Se han iniciado conversaciones para saber quién tiene que hacerse cargo, pero las conversaciones serán largas”. Esa previsión sí se está cumpliendo.