Muere en Asturias Luis Miguel Rabanal, el poeta de Omaña

El poeta omañés de Riello Luis Miguel Rabanal.

La poesía española despide a Luis Miguel Rabanal, poeta nacido en Riello en 1957 y afincado en Avilés desde 1989, donde falleció este viernes tras una larga enfermedad que le obligaba a guardar reposo desde hacía años. Reconocido en 2016 como Omañés del Año por el Instituto de Estudios Omañeses, Rabanal deja una obra inconfundible y profundamente ligada a su tierra natal, a la que siempre consideró su paraíso personal y a la que regresará definitivamente, pues sus restos descansarán en Riello a partir del próximo otoño, su estación preferida.

Desde sus inicios en los años setenta, con libros como Variaciones total: Seú, Rabanal se consolidó como una de las voces más radicales y honestas de la poesía española contemporánea, explorando los límites del lenguaje y abordando el dolor, la enfermedad y el sentido de la existencia con una mirada lúcida y sin concesiones. Su trayectoria literaria, marcada por la evolución hacia textos cada vez más introspectivos, se vio reflejada en obras como Este cuento se ha acabado. Poesía reunida 2014-1977 (Renacimiento, 2015), presentada por figuras como Antonio Gamoneda y Tomás Sánchez Santiago, y en títulos posteriores que aluden a la afección que le mantenía en silla de ruedas desde 1997.

Entre sus últimas publicaciones destacan Matar el tiempo (Trea, 2018), la novela Elogio del proxeneta (Escalera, 2009), los relatos Casicuentos para acariciar a un niño que bosteza (Leteo, 2010) y La verdadera historia de Montserrat C. y otros relatos menos imposibles (Eolas, 2016), así como el poemario Los poemas de Horacio E. Cluck (Huerga & Fierro, 2017)1. Su despedida literaria definitiva llegó con Postrimetrías (Eolas, 2024), volumen que recoge los últimos libros escritos tras Este cuento se ha acabado y que cuenta con prólogo de Sergio Fernández Martínez y epílogos de Rafael Saravia y Alberto R. Torices.

El pueblo de Riello, que en 2011 le dedicó una calle, siempre consideró a Rabanal como uno de sus mayores orgullos. El poeta, casado con María Jesús Romero y padre de un hijo, también llamado Luis Miguel, será recordado por su coherencia vital y literaria, por hacer del dolor materia poética y del lenguaje, un acto de resistencia y belleza.

La familia ha comunicado que el adiós a Luis Miguel Rabanal se celebrará en la más estricta intimidad, tal y como él mismo deseó en sus últimas voluntades: “Luis Miguel quiso que su adiós se produjera en silencio”, trasladando así su última lección de humildad y discreción.

Con su muerte, desaparece una de las voces más intensas y originales de la poesía leonesa y española, alguien que supo transformar la experiencia del sufrimiento en arte y que deja, a quienes le leyeron y le quisieron, la huella imborrable de su palabra.

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