Yo, el heredero llega al Bergidum de Ponferrada
Próspero Rivera ha vivido durante 37 años de la caridad de la acaudalada familia Selciano. Tras su fallecimiento, el hijo, Ludovico Rivera, se presenta en la misma casa donde había vivido su padre dispuesto a ocupar el lugar tanto físico como sentimental que había dejado su progenitor y del que reivindica ser merecedor o heredero con irrefutables argumentos.
Este es el punto de partida argumental en el que Eduardo De Filippo, autor de esta pieza intrigante, sorprendente y divertida, se apoya para lanzar una crítica a la pretendida caridad de la sociedad bruguesa, mostrando otros aspectos implícitos. Por un lado, el beneficio que supone para quien es generoso con el prójimo, ya que alimenta su espíritu altruista con el que cree ganarse el cielo y del que, además, se enorgullece. Y por otro, la gratitud obligada de los que reciben un acto de caridad, así como la condición degradante del necesitado que acaba reduciendo su existencia a la voluntad de su benefactor.
El autor, Eduardo De Filippo, aunque poco representado en España, es uno de los dramaturgos europeos más importantes del siglo XX. Con una extensa carrera como actor, autor teatral y director de cine, algunas de sus obras, como Filomena Marturano, han sido llevadas a la gran pantalla (Matrimonio a la italiana, con Sophia Loren y Marcello Mastroianni). En Yo, el heredero se aprecian influencias de Moliere, Feydau o Ionesco.
La propuesta, que llega al Bergidum recomendada por la Comisión de Teatro de la Red Española, cuenta con una impecable producción del Centro Dramático Nacional y un brillante reparto, encabezado por Ernesto Alterio y Concha Cuetos, además de otros diez actores.
La crítica ha dicho: “El espectáculo se ve con agrado gracias, fundamentalmente, a una estupenda interpretación. Ernesto Alterio afronta, por fin, un gran protagonista. Ludovico le permite desplegar una gran batería de recursos interpretativos a partir de una gestualidad que recuerda al eterno Groucho Marx. Alterio es, también, digno heredero de su padre” (madridiario.es)
