'Gimme Some' de Peter Björn and John

Los suecos han compuesto el que probablemente sea uno de los discos que más ha dado que hablar el pasado 2011, su mezcla de folk y rock con una potente base instrumental, batería y bajo impresionantes, se acompaña de la peculiar voz de Peter Morén para, con mucha investigación e influencias, crear una pequeña obra de arte venida del frío.

Todo pasa por iniciar un disco una batería potente y la emoción de estar escuchando 'Tomorrow has to Wait' ascendiendo por el cuerpo y las mejillas, o por lo menos así podría definir Saramago la sensación. La canción tiene tintes de misticismo, consigue que uno se sienta especial de poder escucharla. 'Dig a Little Deeper' cambia completamente el registro hacia uno más fresco, uno se atrevería a decir caribeño al más puro estilo de los últimos Vampire Weekend.

Siguiendo la tónica nos adentramos en 'Second Chance' y 'Eyes', que tienen un poco de las dos anteriores, mucho más rock pero sin perder la esencia. La batería con la que comienza 'Breaker Breaker' nos devuelve a la sensación inicial de estar escuchando algo único, algo cuidado hasta el más mínimo detalle.

El lado oscuro del disco aparece en 'May Seem Macabre' en el que aparece la melancolía y las sensaciones enfrentadas a la primera parte del disco. La voz se apaga hasta que aparecen retazos de The Cure. La tónica continá con '(Don't let Them) Cool Off y Black Book, tonos ochentenos en ambas canciones. 'Down Like Me' mantiene el tono bajo de esta parte del disco.

Hasta que por fin, tras el impasse, aparece 'Lies', que nos devuelve al pasado, los orígenes del propio grupo, una canción más cercana a Living Thing que a Gimme Some.

Por último los suecos echan el cierre con 'I Know You Don´t Love Me' una de las canciones más completas del disco musicalmente hablando voz y acompañamiento musical, y, para el que escribe, la mejor, una despedida a lo grande que deja unos grandes puntos suspensivos hasta que, de nuevo, Peter Björn and John vuelvan a soprender/emocionar.