Segundo trabajo de estudio de uno de los nombres del Country actual. Un álbum compuesto por 12 temas que evocan a tierras polvorientas y carreteras secundarias. Con una desgarradora voz, bien conducida por una sólida instrumentación, Bingham se adentra en las profundidades del género para dibujar uno de los mejores discos de la pasada década. Temas como Snake eyes o Rollin´Highway Blues son buena prueba de ello. Un trabajo íntimo y sincero, tanto que hasta parece despiadado.