“Mi consejo para los futuros cineastas: que aprendan chino y se marchen a China”

Rodada a caballo entre el Hotel Pandorado, de la localidad leonesa de Riello, y la toledana de Borox el calendario de postproducción del largometraje 'La sangre de Wendy', de bajo presupuesto pero atractivo resultado, llega a su fin en febrero de 2014.
Su director, el leonés Samuel Gutiérrez, preestrenará el 7 de marzo su película en León, en el Albéitar. “Primero en casa, luego, en abril, empezaremos a moverla en las grandes ciudades, como Madrid, Barcelona, Sevilla, Vigo y San Sebastián”, comenta Samuel. Y, es que, su ilusión era que León fuera la primera en ser testigo de su obra, también porque la mitad está rodada en la provincia. “Tiene sentido, por la gente que nos ha echado una mano, y que se ha incorporado al proyecto. Son de casa y nos gustó hacerlo así”.

El desarrollo de la película está formado por la narración de dos historias diferentes, dos bloques de producción; uno que se rodó en León, en el Hotel Pandorado, en Riello; y otro, tras un mes y medio de parón por logística, en Borox, Toledo.
“Aquí buscamos un paisaje de montaña, allí uno desértico, en plan spaghetti western. Aunque hay una pequeña trampa, una secuencia que se grabó en la casa de campo, y tenía que haber sido aquí, en un bosque de Riello. Pero ha quedado tan bien que no se notó”, confiesa el leonés.
En cuanto al género de 'La sangre de Wendy', Samuel valora que no se trata de terror como tal. “Imita a las películas de serie B, mezcla de terror con sangre, fantasía, un poco lo que hace Tarantino, pero a la española”.
Este estilo del largometraje es uno de los preferidos del director de cine, motivo por el cual le llevó a producirla, pero no el único. “Lo elegí por las características de España que te permiten dedicarte a un escenario tipo spaghetti western, y también por una cuestión económica, no te voy a engañar. A mí me gustaría hacer una película con barcos y aviones, una gran producción, pero no podía. Entonces, de los géneros que me gustan, pensé qué podría hacer que no desentonara mucho, y que en un momento dado los defectos de producción o de dinero se pudieran jugar como un guiño”.
Así salió la historia, que nació de un corto que Samuel dirigió hace tres o cuatro años. “Tuvimos una productora colombiana que dijo que en ese corto ella veía una película. Yo siempre decía que no pero, al final, resultó que tenía razón”, recuerda el leonés con una sonrisa.
Samuel Gutiérrez también se ha dedicado muchos años al mundo de la televisión, de la publicidad, del cortometraje. El salto como director de un largo, es un proceso que depende de las personas, según valora el leonés. “Hay gente que lo tiene muy claro y en uno o dos años puede estar preparado para un largo, y hay gente que no. En mi caso soy más de la segunda opción. Ahora dirijo largos, pero antes ya había dirigido publicidad, videoclips, y he trabajado en la industria desde llevando cafés a los actores hasta ayudante de dirección, he seguido el escalafón. Como la industria está tan mal, cuando yo llegué a primero de dirección, cuando el paso siguiente hubiera sido dirigir, toda la industria se derrumbó, con lo cual no pude seguir ascendiendo dentro de la industria y me tocó elaborar este proyecto para pegar el salto”.
Imita a las películas de serie B, mezcla de terror con sangre, fantasía, un poco lo que hace Tarantino, pero a la española
De entre la publicidad, los cortometrajes, y la televisión, Samuel se quedaría con el cine. “Es lo que más me gusta, lo segundo la publicidad, por los medios que hay, por buscar un resultado estético. La tele cada vez va más encaminada a eso, antes sólo consistía en sacar un producto muy rápido a coste de lo que fuera. La televisión me ha enseñado mucho, por ejemplo recuerdo cuando estuve en el equipo de 'El Internado'. He hecho cosas que me han gustado mucho, pero he hecho otras muchas que no me han gustado nada”, se sincera Samuel.
El director está de acuerdo en que se trata de realidades interconectadas. “Todo este mundo, el cine y la publicidad, somos siempre los mismos, antes la gente trabajaba en cine y publicidad como experiencia, ahora también hacen publicidad en televisión, cine, tv movie...”.
A la pregunta si es complicado ser directo de cine en León, Samuel responde que se incrementa serlo en España, en general. “Al final, vivir en León, para mí es una ventaja. Es más barato que Madrid y como trabajamos por meses, tres meses de rodaje, una publicidad una semana y se acaba, la opción es la mejor. Está cerca como para desplazarse y aprovechar las ventajas frente a Madrid, que está todo muy parado”.
El consejo de un director de cine de León: “Hay que aprender chino”
Desde su formación y experiencia personal, Samuel lo tiene muy claro a la hora de ofrecer un consejo a los jóvenes que quieren dedicarse a la dirección de cine: “Que aprendan chino y se vayan a China, porque China está viviendo un proceso de explosión de la industria cinematográfica, al revés que Europa, que ha vivido el bienestar desde hace muchos años y el cine ha formado parte de ello. En China ha ocurrido lo contrario, tener ocio, y poder disfrutar de ese ocio, está ocurriendo ahora. Hay gente con 20 años que empieza a ir al cine. Se han multiplicado las salas, el consumo y la producción, piden como locos guiones extranjeros porque no les llegan. Pero también hay que tener en cuenta que es un mercado muy suyo, y hay adaptarse a ello. Yo me lo replanteo desde hace mucho, en cuanto pueda me voy”.
China está viviendo un proceso de explosión de la industria cinematográfica, al revés que Europa, que ha vivido el bienestar desde hace muchos años y el cine ha formado parte de ello
A pesar de las dificultades económicas, la cantera española ha sido siempre, desde los últimos 10 años muy buena, a juicio de Samuel. “Muchos se han ido fuera, como Jorge Dorado, que ha echo su primera película en EEUU: 'Mindscape', y recibirá un premio en Medina del Campo en marzo. Nacho Vigalondo, es otro ejemplo, Gonzalo López-Gallego, hay gente muy buena, aunque en España no tengan los medios”.
Samuel, que quiso ser director desde niño, lanza un grito reivindicativo a favor de las ayudas para dirección cinematográfica. “Existen pero están paradas, de momento. No se sabe nada de las ayudas de este año, incluso de las del año pasado”. “Nuestro sector ha subido bastantes recortes. Habrá que encontrar la fórmula de resistir y de que el Estado siga ayudando al cine, sino en España es imposible”.
Los leoneses no tendrán que esperar mucho para ver el primer largometraje de Samuel, 'La sangre de Wendy', con rostros tan conocidos como los de Javier Pereira y Silvia Vacas.