40 años de poesía

El poeta bañezano Antonio Colinas.

Isabel Rodríguez

40 años de poesía en un único libro. Siruela publica 'Obra Poética' Completa de Antonio Colinas tres años después de que su otra edición compilatoria desapareciese de las librerías. El interés de los lectores le ha llevado a bucear de nuevo en sus escritos para pulir de manera definitiva cada verso y presentarlo en esta nueva obra que abarca un total de 16 libros.

Entre sus cerca de mil páginas, poemas rescatados y un libro inédito, El laberinto imposible, que incluye sus últimos relatos. Al tratarse de un trabajo tan personal, Colinas es también responsable del prólogo, un texto en el que reflexiona sobre su propia evolución.

“Sobre todo me he dado cuenta de lo que ya reconocía María Zambrano, de que esto es un proceso lento en el que cada una de las etapas está justificada. Sean más o menos valiosas, todas ellas tienen razón de ser porque están muy unidas a las vivencias de cada uno”. Las del escritor bañezano se pueden agrupar en tres: una primera más emocional, una segunda más metafísica y una tercera más pegada a la realidad, que se refleja en sus últimos escritos.

Porque, aunque siempre ha sido considerado poeta lírico, posee poemas que han nacido de la actualidad de nuestro tiempo. Versos sobre la guerra de Irak, sobre el atentado en la estación de Atocha o, retrociendo un poco más, sobre la unión de las dos Alemanias o la caída del muro.

La pregunta que surge tras ver su obra impresa en una nueva edición es si Colinas ya ha pasado a una cuarta etapa. “Me encuentro en la del poema más breve, más conciso, pues al fin y al cabo, el viaje del poeta es un viaje hacia el silencio de la palabra”, reconoce.

El futuro prefiere afrontarlo con más tranquilidad. Seguirá con sus trabajos de crítica y ya le ronda la cabeza escribir su Cuarto Tratado de Armonía, pero reconoe que espera detener el ritmo de sus viajes. “De alguna manera, he entrado en mi jubilación”, bromea Colinas. Afortunadamente, no habla en serio. “Los que escribimos no nos jubilamos nunca, no podemos hacerlo porque la cabeza no para”, asegura.

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