'No mires arriba': elogio a la estupidez humana

Un póster promocional de la película de Adam Kay 'No mires arriba'.

Antonio Boñar

“Basada en hechos reales que no han ocurrido todavía”. Con este irónico eslogan promocional se presenta la última cinta del siempre inquieto Adam McKay. Toda una declaración de intenciones que ya nos habla del tono satírico y gamberro que nos vamos a encontrar en este relato del apocalipsis televisado, en este elogio a la estupidez humana.

Kate Dibiasky, una estudiante de posgrado de astronomía, y su profesor Randall Mindy descubren aterrorizados que un enorme cometa se dirige de forma inexorable hacia la Tierra. Calculan que la colisión será en seis meses y son perfectamente conscientes de que el impacto acabará con la especie humana. Cuando llega el momento de advertir a la humanidad del peligro letal que asoma a la vuelta de la esquina se encontrarán con un muro imposible de superar: la indiferencia de una especie idiotizada por infinitas pantallas y algoritmos, incapaz de discernir lo que es real entre tantas fake news y de reflexionar con una mínima coherencia más allá de intereses comerciales o económicos.

Tomando como punto de partida esta premisa argumental tan sencilla como alarmante, el relato se transforma en una delirante metáfora de esta época acelerada que nos ha tocado vivir. Evidentemente el cometa no es más que una alegoría del cambio climático que nos acecha, un titánico reto ante el que esta sociedad negada para elegir líderes ponderados y preparados parece también haber elegido no mirar de frente (no mirar arriba).

Descaradas y paródicas comedias

Después de esas primeras, descaradas y paródicas comedias con las que se presentó al mundo, sería La gran apuesta (2015) la que marcaría un claro punto de inflexión en la carrera de Adam McKay. Los cimientos de su narrativa seguían siendo los mismos, sarcasmo y ese absurdo sentido del humor marca de la casa, pero ahora eran lanzados de forma impúdica sobre la realidad más grotesca. Si ese primer salto hacia una despiadada crítica social se centraba en la crisis económica de 2008, y en El vicio del poder (2018) diseccionada la carrera de Dick Cheney, en No mires arriba no deja títere con cabeza y lanza sus dardos contra todo y contra todos.

El fin del mundo esperado de forma impasible por políticos que deciden adoptar la táctica del avestruz, o por el rebaño aborregado que prefiere seguir atento a las noticias más banales que invaden las redes sociales antes que mirar arriba, es una exquisita coartada para que un director como McKay despliegue todo su cínico arsenal. Y aunque la película sea irregular y alterne momentos brillantes con otros nada sutiles, solo por el divertido y brusco zarandeo de conciencia final bien merece un visionado.

___Antonio Boñar es un crítico de cine leonés que fue guionista en varios programas de la TVG y creador del blog 'En el cine no llueve' para el periódico La Opinión de La Coruña. Ha ejercido también como escritor para las publicaciones 'Art Notes', 'Santiago 7 Días', 'Vive Santiago', 'Vive Galicia' y 'Oviedo Diario'. En su etapa viviendo en Malta fue creador y director de los festivales de cine Triq Cinemoon Festival y Malta Klimafilm Festival, ambos patrocinados por el Ayuntamiento de La Valeta y el Ministerio de Cultura de Malta.

En el cine no llueve

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