“El apoyo privado a la investigación sobre cáncer está muy lejos del de otros países”

Isabel Rodríguez

Investigadores en cáncer de toda España se han reunido este jueves y viernes en León para compartir sus trabajos dentro del Estudio MCC-Spain sobre medio ambiente, genética y cáncer. Una ambiciosa investigación que pretende dilucidar cuál es la incidencia de los factoree ambientales sobre determinados tumores de elevada incidencia en nuestro país. Entre los expertos, encontramos a la bañezana Marina Pollán, quien trabaja en el Centro Nacional de Epidemiología y está especializada en el cáncer de mama.

¿Qué conclusiones saca de la reunión de estos días en San Marcos?

Sobre todo la satisfacción de que un trabajo tan complejo como este ya ha tomado cuerpo. Y a la vez el compromiso de todo lo que nos queda por hacer. Pero viendo todos los que nos hemos juntado y las personas implicadas que hay con experiencias tan diferentes, es un consuelo pensar que tenemos gente que sabe de todo y eso nos ayuda a todos porque compartimos nuestro conocimiento.

¿Sabemos ya algo de cómo afectan los factores medioambientales sobre el cáncer?

Estamos trabajando con muchas hipótesis, desde contaminantes en el agua de bebida, exposición acumulada en el tiempo a metales pesados, disyunción endocrina, la influencia de cómo la carga genética de cada uno puede modificar el riesgo de estos factores, la historia familiar, la dieta, el ejercicio físico... Es un trabajo muy cooperativo en el que intentamos cubrirlo todo. Lo más gratificante es que ya hay más de 800.000 personas que han confiado en el estudio y han decidido darnos sus muestras, contestar los cuestionarios... Y por otra parte, para mí es una satisfacción ver que León participa por primera vez en un estudio de factores ambientales y cáncer.

¿Cómo se ha llevado a cabo el estudio?

Comparamos a personas con tumores de mama, próstata, colorrectal, gastroesofásico y leucemia linfocítica crónica con personas sanas. Analizamos sus patrones de hábitos y exposiciones a lo largo de la vida. Tienen que ser personas parecidas en cuanto a edad, sexo... La verdad es que la participación de los casos es de agradecer porque a veces abordamos a los pacientes justo después de ser diagnosticados, en un momento muy difícil, y sin embargo estamos consiguiendo tasas de participación muy altas.

¿Cómo se selecciona a esa gente?

A los enfermos, en los hospitales. Cuando se les diagnostica, su médico les informa de este estudio y se les pregunta si quieren participar. Si es que sí, hay una enfermera que se encarga de hacerle un cuestionario, tomar muestras de sangre, pelo, uñas... Por cada persona que tiene cáncer, tenemos una que no lo tiene. Estas personas sanas se seleccionan a través de los médicos de Atención Primaria. Les pedimos las características que queremos y el médico le llama y le pregunta si quiere participar.

¿Es una ayuda para los enfermos el pensar que, al menos, pueden ayudar?

Yo creo que ese es el sentimiento que les mueve, y eso les honra. Que en un momento en que estás viviendo una desgracia digas 'voy a aportar mi granito de arena para que se sepa un poco más de esto' es muy de agradecer. Porque nosotros somos muy claros con ellos y les decimos que esto no va a influir en su pronóstico pero puede ayudar a prevenir en el futuro.

En el terreno del cáncer del mama, que es el terreno en el que usted trabaja. ¿qué estilos de vida pueden afectar más a la hora de que se desarrolle la enfermedad?

El cáncer de mama depende de la exposición hormonal. Si una mujer tiene la regla muy pronto y la menopausia muy tarde, tiene un periodo de exposición a los estrógenos muy largo. Otro factor es la edad a la que tienes tu primer hijo, algo que es relativamente modificable porque socialmente no le puedes decir a la gente que tenga hijos antes de los 20 años, ya que eso depende de muchos factores. También hay una carga genética de la cual conocemos una parte y otra es desconocida. Se ha demostrado que la obesidad que es un riesgo y hacer ejercicio ayuda mucho. Para ello, no hace falta matarse, este año se han publicado dos estudios en los que se demuestra que lo que sería equivalente a andar cinco horas a la semana es suficiente para mostrar un efecto proyector en el cáncer de mama. Incluso las que ya lo tienen, si hacen ejercicio mejoran su pronóstico.

¿Cuáles son los siguientes pasos a dar en su investigación?

Tenemos que mejorar los datos que tenemos y luego vamos a necesitar ayuda de fuera y de investigadores que no están en este momento para hacernos preguntas complejas que en un primer momento no nos habíamos planteado. También vamos a necesitar financiación, porque este proyecto es muy caro.

¿Cómo os afecta la crisis?

Sí, este estudio nació del esfuerzo del Ministerio de Sanidad por investigar en cáncer y nos dio mucho dinero para ello, pero ahora que estamos en una etapa más potente, es cuando necesitamos más dinero y en este momento de crisis vamos a tener que ir más despacio, lo que inevitablemente retrasará el estudio.

Si se acaba la finanaciación pública, ¿de dónde se puede sacar?

Yo tengo alguna experiencia en llamar a la puerta de laboratorios aunque era en una época económica diferente. Somos un país en el que el apoyo privado a la investigación está muy lejos de otros países.

¿Es León un buen lugar para recoger información?

Yo en León echo de menos un registro epidemiológico porque del oeste de la península no tenemos nada y esta provincia por la variedad de paisaje y por su extensión me parece perfecta.