Las “Cajales” más baratas

Saúl Ares

Finalmente, tras varios anuncios a lo largo del año en la web del Ministerio de Economía y Competitividad anunciando fechas que siempre resultaron falsas, ha salido la convocatoria de los contratos Ramón y Cajal. La “cajal”, como es popularmente llamada por los científicos, es un contrato de cinco años para investigadores que, tras haber terminado el doctorado y haber pasado un periodo de varios años como investigadores postdoctorales, con frecuencia en el extranjero, intentan incorporarse permanentemente al sistema científico español. En su día este programa fue lanzado como la gran apuesta para atraer de vuelta los cerebros fugados, y en años posteriores evolucionó para convertirse en la puerta por la que los investigadores más brillantes se incorporaban de forma estable al sistema, recibiendo contratos fijos al término de su periodo como “cajales” si su rendimiento era evaluado favorablemente. La crisis ya se llevó por delante esta dinámica, pues muchos cajales se encuentran ahora con el dilema entre el paro o la emigración al terminar sus contratos. Y para los que pretenden ser la nueva generación de cajales, cada año hay alguna sorpresita en la convocatoria. La de 2012 quedará en los anales por el cambio de rumbo que supone en la filosofía del proceso de evaluación de las solicitudes.

Una de las novedades de este año es que el ministerio se ha quitado la careta y lo único que hay que presentar a evaluación es el currículum. No se presenta proyecto de investigación como en convocatorias anteriores. Tiempo que ahorrarán todos los involucrados. En los últimos años ya sólo se presentaba un resumen de media página de lo que se pensaba investigar durante el contrato, pero este año ni eso. ¿Total, a quién le importan los temas de investigación? Hay otras prioridades. Por algo la convocatoria ya no depende de un Ministerio de Ciencia, sino del de Economía...

No se presenta proyecto de investigación como en convocatorias anteriores

Que quiten la descripción del proyecto, visto lo nulo que era a la hora de evaluar, puede ser visto incluso como algo positivo. Pero hay otras dos novedades de bastante más calado. En convocatorias de años anteriores los criterios de evaluación eran principalmente científicos. Sin embargo, este año, citando el artículo 30 de la convocatoria:

“Los criterios y baremos de evaluación de las solicitudes que se aplicarán en esta fase son los siguientes:

1º ...

2.º Participación en actividades internacionales de I+D+i: Hasta 25 puntos. Se entiende por participación en actividades internacionales de I+D+i la obtención de financiación a través de dicha participación así como la implicación directa en acciones relacionadas con programas y proyectos europeos e internacionales, especialmente referidos al Programa Marco (Programa Personas, Cooperación, acciones del Consejo Europeo de Investigación, etc.).“

25 de los 100 puntos máximos que se pueden conseguir dependen exclusivamente de haber sido capaz anteriormente de conseguir fondos europeos. En cristiano: que investigue con una Ramón y Cajal el que pueda pagársela. Además, el que un investigador haya estado involucrado con estos programas europeos muchas veces es independiente del propio investigador: es la suerte de haber estado trabajando en el grupo adecuado en el momento adecuado. Para conseguir este tipo de proyectos de forma independiente, es muy importante tener una estabilidad laboral que asegure que se vaya a desarrollar la investigación propuesta. Y esa estabilidad sólo se consigue teniendo ya un contrato Ramón y Cajal o algún tipo de posición permanente. O trabajando en un país decente con unas condiciones mucho mejores de las que promete el negro panorama de los que consigan una cajal en esta convocatoria.

Pero la existencia de ese baremo no es lo peor. Lo peor es el doble combo mortal que viene después, bien guardadito en el diabólico artículo 31 de la convocatoria:

“Serán propuestas para financiación las solicitudes que tengan una puntuación igual o superior a 85 puntos, si las disponibilidades presupuestarias lo permiten.”

... será imposible conseguir un contrato aunque la evaluación científica del candidato sea perfecta

Aplicado a rajatabla, eso significa que si no se consigue un mínimo de 15 de los 25 puntos del baremo “sacarle pasta a Europa”, será imposible conseguir un contrato aunque la evaluación científica del candidato sea perfecta. Y se aplicará a rajatabla, porque otra novedad es que la última palabra en la selección la tienen este año un comité puramente político del ministerio, sin la participación de expertos científicos (artículo 31):

“La selección de las solicitudes se realizará por una Comisión de Selección que estará formada por los siguientes miembros:

a) Presidente: El titular de la Subdirección General de Recursos Humanos para la Investigación.

b) Vocales: 1.º El titular de la Subdirección General de Proyectos de Investigación del Ministerio de Economía y Competitividad. 2.º El titular de la Subdirección General Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva. 3.º El titular de la Subdirección General de Proyectos Internacionales del Ministerio de Economía y Competitividad. Actuará como secretario un funcionario adscrito a la Subdirección General de Recursos Humanos para la Investigación, que actuará con voz y sin voto.“

Todo atado y bien atado, no fuese a ser que comisiones con participación de científicos, como hasta ahora siempre había sido, puenteasen las directrices del ministerio y diesen puntos en el apartado de “guita juntada” a pobretones que fuesen buenos investigadores pero no hubiesen tenido oportunidad o necesidad de recaudar fondos europeos.

¿Conclusión? Que de las raquíticas 175 plazas de Cajal sacadas esta convocatoria (fueron 250 en la anterior, hace ya casi dos años), buen número pueden quedar vacías, porque investigadores jóvenes con excelencia científica sobran, pero lo que no sobran es investigadores con experiencia en recaudar fondos que sólo se pueden conseguir desde la plaza a la que aspiran. Y de los que sí tengan esa experiencia porque han tenido en el extranjero una estabilidad imposible aquí, puede que muchos no se animen a volver a España para jugarse a la ruleta rusa su futuro una vez pasados los cinco años que dura la cajal. Esta convocatoria le va a salir al Ministerio por dos de los futuros duros.

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