Palatabilidad y miscelánea

No, no se me ha ocurrido un título menos atractivo. La palabra miscelánea viene del latín miscere que significa mezclar. De ahí viene mezclar, naturalmente, mestizo o la melé del rugby. Hacía tiempo que no daba la pelma con datos absurdos al albur. Ahí van cinco o seis. El hombre no ha llegado a la Luna. Quiero decir el hombre en general. Han llegado única y concretamente doce señores. Tranquilos. Todo el mundo evoca SOLO al Apolo XI –julio de 1969–, y de Neil Armstrong y Buzz Aldrin. No sabemos si es normal, pero nadie se acuerda de que ese mismo año –¡el mismo 1969! ¡En noviembre!– Charles Conrad y Alan Bean –¿quiénes?– volvieron a pisar la superficie lunar. Luego en 1971 Alan Shephard y Edgar Mitchell. Ya van seis. Y David Scott y James Irwin en 1971. En 1972 se hicieron los dos últimos viajes tripulados a la Luna. El Apolo XVI con John Young y Charles Duke y el Apolo XVII con Eugene Cernan y Harrison Schmitt. Así que doce. Fin. Cualquiera diría que con la soltura adquirida en cuatro años lo de ir –y volver– a nuestro satélite estaba chupado. Pues se conoce que no. Es muy posible que nos muramos todos sin ver un nuevo alunizaje con tripulantes. Oh. ¿Cuál es el nombre del pueblo de Solo ante el peligro? Ni los más cinéfilos saben dónde vive el sheriff Kane. No, no se llama Ante El Peligro. Ni El Pueblo De Gary Cooper. Uno de los títulos/espóiler –en español– más sonados de la historia del cine –el título original, High Noon, sería Las doce o Mediodía– hizo célebres muchas cosas, pero Hadleyville –sí, se llama Hadleyville– no es que no alcance la popularidad de Tombstone, es que ni siquiera se acerca a Tortilla Flat. O a Nothing Gulch. La ballena asesina es un cachalote. Moby Dick tiene dientes. Si no, la trama no tendría mucho sentido. Las ballenas en la boca tienen… ballenas; y no pueden cercenar piernas ni nada. Un contrincante que se dedica a comer quisquillas por muy simbólica que sea su blancura no es muy épico. En su inglés original es un sperm whale o ballena espermacética. El espermaceti –nada que ver con su esperma reproductor real–, aceite alojado en el enorme cráneo del animal que ellos utilizan como una especie de boya, se extraía para diferentes usos. Este cetáceo es el bicho dentado más grande que existe. Por cierto que el cachalote Moby Dick se basó en un cachalote real llamado Mocha Dick –Mocha es una isla de la costa de Chile– que mató a treinta hombres, dañó tres balleneros y hundió catorce botes. Las crestas capilares se llaman mohawks. Como es lógico, ya que los mohawks llevaban así el pelo, con los lados del cráneo afeitados. ¿Que por qué demonios las llamamos aquí en España crestas de mohicano? Pues porque nos confundimos de tribu. Las sucesivas ediciones de la famosa novela de Fenimore Cooper siempre ponen a un –mucho más vistoso– mohawk en la cubierta. Pues eso va a ser. Por cierto que los mohicanos, repito, NO EXISTIERON. F. Cooper juntó los nombres de dos tribus: los mohegan y los mahican. Toma ya. ¿Por qué demonios hay tantos bares en España que se llaman Saratoga? Aquí igual me columpio pero yo creo que porque el nombre recuerda mucho al Pasapoga, mítico local de la Gran Vía de Madrid, sinónimo de vicio cosmopolita, cocktails, lujo y maracas. El nombre era un vulgar –aunque acertadísimo– acrónimo de los apellidos de los propietarios: Patuel, Sánchez, Porres y García. ¿Qué es Saratoga? Pues una región cercana al río Hudson –cerca de Nueva York y por donde andaban los indios mencionados arriba– famosa por ser escenario de una horrible batalla entre británicos y rebeldes durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos en 1777 con más de 2.000 muertos. Ah. Ganaron los milicianos y regulares comandados por George Washington. Pero, vamos, que, aunque suene parecido a Pasapoga no le veo yo el cachondeo. Eloise no es de tino casal. Claro. Es una versión. La canción, interpretada por Barry Ryan y escrita por su gemelo Paul Ryan, salió en 1968 y vendió tres millones de copias. En 1987, y producida por –¡ughh!– Julián Ruiz, el esparabán de Tudela Veguín sacó su cover en español. También The Damned hicieron una versión un año antes y a nadie nunca he oído decir que el tema sea suyo. Igual tampoco cree nadie que el autor es Tino Casal y son impresiones mías. Me pasa mucho. Tengo mucho mundo interior y no todos los muebles son buenos. Hay cinco sabores establecidos desde hace más de un siglo: dulce, salado, ácido, amargo y umami. El umami –o sabor delicioso en japonés– no tiene traducción y es como percibimos en la lengua el ácido glutámico, responsable de que toda la comida de los restaurantes chinos que no están en China sepa igual. Esto de la Wikipedia lo he repetido tantas veces que me lo sé de memoria. En serio. Como los inventores de la formica: en 1908 el científico Kikunae Ikeda, profesor de la Universidad Imperial de Tokio, descubrió que el glutamato era el responsable de la palatabilidad del caldo del alga kombu. Observó imperialmente que el sabor del caldo de kombu era distinto de los sabores dulce, ácido, amargo y salado; y lo denominó umami. Hala. Ya está. Quizá debería hablar –en paschüezu– de los atropellos al lliöunèsismu y lo malos que son en Valladolid en vez de estas misceláneas pendejadas. No sabe uno.