Un aula virtual permite aprender a través del móvil

Dicyt

Desde que se generalizara su uso entre los adolescentes, los teléfonos móviles han sido objeto de conflicto entre estudiantes y profesores de Secundaria, quienes consideran que llevarlos a clase perjudica la concentración del alumno. La idea de utilizar estos dispositivos como herramienta de aprendizaje no ha sido aún explotada, lo que ha llevado a dos ingenieros técnicos en Informática de Gestión de la Universidad de Valladolid, Daniel de la Horra y Rebeca Carricazo, a plantearse el desarrollo de una novedosa aplicación, denominada M-aula.

Esta aula virtual ha formado parte de su proyecto fin de carrera y, por su originalidad, obtuvo una de las becas Prometeo que otorga la Fundación General de la Universidad de Valladolid (Funge) en el marco del Proyecto de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa (T-CUE) de la Junta de Castilla y León.

“Se nos ocurrió la idea de convertir los móviles, un elemento cotidiano entre la gente joven, en algo didáctico aprovechando las características multimedia y de comunicación que tienen, y nos pusimos en contacto con un profesor de Secundaria, Javier Prieto, para que nos explicara sus necesidades dentro del aula”, explican los investigadores.

Fases de desarrollo

El proyecto, que duró unos nueve meses, se centró primero en la investigación de tecnologías, en el estudio de los móviles de los alumnos, “para que la aplicación funcionase en la mayoría de teléfonos”, y en la realización de una encuesta de necesidades. A raíz de este trabajo se decidió crear una aplicación Java.

Posteriormente, se desarrolló la aplicación tanto para el móvil como para el PC, lo que les llevó cerca de seis meses. Como recuerdan Daniel de la Horra y Rebeca Carricazo, sus conocimientos estaban más orientados hacia PC, por lo que tuvieron que ampliar sus estudios en programación móvil, “más limitada en cuanto a recursos o memoria”. Para finalizar, realizaron una pequeña prueba piloto con los alumnos, mejorando además las características visuales de la aplicación. “La reacción de los estudiantes fue muy buena, ya que la utilización del móvil les motiva”, precisan.

Aunque por el momento está dirigida a estudiantes de Secundaria, la aplicación podría adaptarse a otro tipo de enseñanzas, como la universitaria, así como a otro tipo de dispositivos, como los Android o los iPhone.

Realización de test, consulta de dudas y un calendario

Respecto a las funcionalidades de la aplicación, el profesor Javier Prieto trasladó a los investigadores su interés por poder transmitir a los teléfonos de los alumnos cuestionarios de los temas que se imparten en clase para que pudieran contestarlos en sus ratos libres, por ejemplo, yendo en autobús.

Además de la realización de cuestionarios, la aplicación tiene un apartado de dudas en el que los estudiantes, de forma anónima, pueden enviar al profesor sus preguntas, evitando así el problema frecuente de levantar la mano en clase. Por otro lado, el profesor puede compartir con los alumnos e incluso con sus padres un calendario en el que se indican las fechas importantes, como los exámenes o la entrega de trabajos.

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