Almacenamiento de CO2 en Hotorín con la Ciuden
Las obras en la Planta de desarrollo tecnológico de almacenamiento de dióxido de carbono (CO2) de Hontomín darán comienzo en enero de 2012. Durante los primeros cinco meses se realizarán las tareas de obra civil y la construcción de una plataforma de 25.000 metros cuadrados, así como cuatro depósitos para el tratamiento de las aguas necesarias para la ejecución de los ensayos. La Plataforma Tecnológica Española del CO2 (PTECO2) y la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) lo han anunciado así esta mañana en un acto celebrado en la Universidad de Burgos, en el que han presentado un adelanto del plan estratégico y de actuación para 2012 de esta planta, ubicada en la Merindad del Río Ubierna, en la provincia de Burgos.
A finales de 2012 comenzará la perforación del pozo de inyección y de los dos pozos de monitorización y muestreo, que tendrán aproximadamente 1.600 metros de profundidad. Ya en 2013, se urbanizará la parcela, se construirán los edificios modulares para oficinas y talleres y se terminará de instalar la instrumentación necesaria para el funcionamiento de la planta, que comenzará a operar a mediados de 2013.
A mediados de 2012 también se iniciarán las obras de construcción de un centro de interpretación que acogerá una exposición sobre el cambio climático y las soluciones al problema energético, y en el que se explicará al público el funcionamiento de la planta. “Se espera que la planta de investigación de Hontomín se convierta en un referente mundial para el desarrollo de estas tecnologías, al tratarse de la mejor instrumentada del mundo en su género” según comentó Andrés Pérez-Estaún, director de Geología de Ciuden.
El responsable ha afirmado a DiCYT que en la planta se realizará una investigación “finalista” que buscará hacer que este tipo de procesos sean factibles en gran cantidad, seguros y viables económicamente. “También se pretende que la sociedad acepte que funciona” este método de almacenamiento geológico de dióxido de carbono“, ha apuntado.
La planta de Hontomín
Esta planta piloto no está concebida para el almacenamiento de cantidades industriales, sino para experimentar con la inyección de CO2 a una menor escala, ver el comportamiento de este gas bajo tierra y conocer cómo se comporta en diferentes situaciones. Se ensayarán posibles situaciones de emergencia, como puede ser una fuga dentro de la roca.
Para que un terreno sea susceptible de albergar dióxido de carbono debe tener principalmente dos características. La primera, formaciones rocosas a más de 800 metros de profundidad, con una porosidad mayor del 15 por ciento y con poros comunicados. Asimismo, sobre esa formación es necesario que exista una formación geológica muy impermeable que haga a ese yacimiento hermético, para lo que las arcillas son el mejor terreno.
Este tipo de formaciones, en las que la parte de arriba se erija como un sello y en la de abajo el gas se pueda mover, son muy comunes en el mundo, por lo que la aplicación futura de esta tecnología a gran escala no se enfrentaría al problema de encontrar suelos favorables, ha destacado.
En Hontomín, el ensayo de almacenamiento se llevará a cabo en un acuífero salino a 1.500 metros de profundidad, en un terreno de roca caliza muy porosa que favorecerá la investigación. En esta zona de la provincia burgalesa, se han encontrado pequeños yacimientos de hidrocarburos, como petróleo.
Despliegue estratégico y agenda I+D+i
José Rivera Ysasi-Ysasmendi, vicepresidente de la PTECO2, ha presentado en el acto las líneas de acción de la Plataforma Tecnológica Española del CO2: Presente y Futuro y ha dicho que, mediante la elaboración de documentos técnicos como la actualización de su Documento de Despliegue y Agenda de I+D+i, la Plataforma trata de informar con más profundidad a la opinión pública sobre las posibilidades de las tecnologías de captura, transporte y almacenamiento de CO2, así como de “alertar” a la Administración del “esfuerzo tecnológico, inversor y de regulación que queda por hacer”.
La Plataforma Tecnológica Española del CO2 (PTECO2) es una iniciativa promovida por empresas, centros de investigación y universidades, amparada por el Ministerio de Ciencia e Innovación y apoyada por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Su objetivo general es abordar un desarrollo tecnológico en España que contribuya a disminuir el impacto ambiental, social y económico derivado de las emisiones de gases de efecto invernadero en nuestro país; contribuir a la mejora de la eficiencia energética en grandes instalaciones industriales y al desarrollo de tecnologías de captura, transporte,almacenamiento y uso de CO2, y su implantación en la industria, para que España cumpla sus compromisos de reducción de emisiones.
