María Montero: “Hubo mensajes nada agradables, recibí amenazas”

Foto José C. Castillo

Laura Cornejo / elDiariocyl

María Montero (Salamanca, 1982) es la mujer que ha dado una bofetada de realidad al Gobierno de coalición entre PP y Ciudadanos en Castilla y León. Se selló con una mayoría absoluta tan justa (los 41 diputados con 29 del PP y 12 de Cs) que la han perdido año y medio después.

Montero dejó Ciudadanos tres días antes de que se debatiese la moción de censura que presentó el PSOE. Ya no tiene despacho sino una mesa en la esquina de la biblioteca del Parlamento autonómico, un “castigo” que toma con humor. Políticamente, dice, empieza de cero, pero descubriendo que sí puede hacer cosas por Castilla y León como procuradora no adscrita.

De momento, su decisión de mantener el acta ha provocado el cambio de mayorías y con ello un freno al poder. Montero es esa mariposa que con su aleteo en el Grupo Parlamentario Ciudadanos, puede acabar por provocar un vendaval en el Gobierno. Ahora todo es negociable.

El PSOE, apoyado por el resto de la oposición, incluida usted, ha solicitado la comisión de investigación en las residencias. Y saldrá adelante porque su huida del Grupo Parlamentario Ciudadanos ha hecho que el Gobierno de coalición pierda la mayoría absoluta que permitió bloquear esta comisión el pasado mes de octubre ¿Qué pensó entonces de la decisión del que era su partido?

Hubiese preferido que votase a favor, lógicamente. Yo he firmado esa solicitud y voy a votar a favor, porque me parece que es algo necesario. Es una cuestión de justicia y de transparencia. Si pasó algo y se hizo algo mal, es bueno saberlo para no repetirlo en un futuro y si no pasó nada malo, se demuestra que todo se hizo de la manera correcta.

¿Y qué es lo que se habló en ese momento, octubre de 2020, para que el Grupo Parlamentario Ciudadanos la rechazase frontalmente?

Como se gobierna en coalición se decidió que había que votar en contra y que no era algo que viesen muy necesario. Querían una comisión de investigación de toda la gestión de la pandemia pero no sólo de residencias.

Otra consecuencia de su marcha es que estamos haciendo la entrevista en la biblioteca de las Cortes porque al parecer no hay otro sitio para usted...

Bueno, no es una cosa que me preocupe demasiado, lo de no tener despacho. Pero sí que me parece significativo que lo hayan tratado como una forma de castigarme, porque ha sido así. Hay espacios en las Cortes, pero incluso podría compartir despacho, algunos procuradores me lo han ofrecido, hay gente que me está arropando a la que no le importaría. Entonces lo de mandarme a la esquina de la biblioteca lo tomo más como un castigo. Me ha hecho gracia más que afectarme porque tampoco me dejan venir mucho por aquí, únicamente tengo asistencia a una comisión que nunca se reúne -la del Estatuto- y a los Plenos, así que vengo cada 15 días prácticamente.

¿Cuándo empezó a pensar en dejar Ciudadanos?

Llevaba meses incómoda y se lo había trasladado a miembros del grupo parlamentario. Consideraba que no se trabajaba de una forma cómoda, que las cosas no se hacían bien y de hecho esos mensajes están en el chat de procuradores. Llevaba una temporada en la que no estaba a gusto y tampoco estaba conforme con todo lo que la Junta de Castilla y León hacía cuando, al final, yo estaba en Ciudadanos, y representaba, en el poder legislativo a ese gobierno. Y lo he defendido siempre porque era mi labor, pero ya llega un momento, cuando se presenta la moción de censura que recordé quién era yo hace dos años y todo lo que había dicho en campaña, pensé en qué había hecho para que Fernández Mañueco gobernara y lo mal que lo había pasado. No quería cometer el mismo error, porque para mí fue un error, pensándolo fríamente.

Pero ¿dónde estaba el error, en pactar con el PP o en seguir usted en Ciudadanos tras ese pacto?

El error está en el pacto con el PP, pero lo otro también lo he llegado a pensar, que quizás en ese momento no tuve la fuerza suficiente como para dejarlo, lo he pensado. Pero bueno, yo estuve dos años trabajando, defendiendo un gobierno de coalición que ha hecho cosas bien y que ha hecho cosas mal como todos los gobiernos, y he sido de las más críticas en el Grupo Parlamentario Ciudadanos, siempre he expresado mi opinión porque a eso he venido aquí, a dar voz a mucha gente que no la tiene y que me traslada sus inquietudes, sus problemas y su día a día.

¿Se ha dado de baja de Ciudadanos?

No. Una vez que abandonas el grupo parlamentario te expulsan del partido, pero lo cierto es que yo llevaba varios meses sin pagar las cuotas porque ya pensaba en irme.

¿La moción de censura del PSOE fue algo coyuntural que le hizo decidir más rápido lo que ya tenía claro?

La situación para mí ya era crítica y ya la moción fue la gota que colmó el vaso.

¿Cuánto ganaba antes y cuánto gana ahora?

Yo antes tenía una dedicación exclusiva rotatoria de cuatro meses. El 7 de marzo acababa de entrar y el 19 abandoné el grupo. Estaba cobrando unos 5.000 y pico al mes y ahora pues sólo la asistencia a los Plenos y a la comisión, que nunca se reúne. 880 euros al mes, los meses hábiles y el kilometraje. Pero lo del dinero no es lo que más me preocupa. Ser libre es mucho más importante que tener un despacho o cobrar 5.500 al mes.

¿Cómo fueron los días previos a la moción? se sabe que hubo muchas reuniones en los grupos de Ciudadanos y del PP y cierto control sobre los 12 procuradores de Ciudadanos...

Era lógico que estuviesen preocupados porque la moción de censura podría haber hecho que perdiesen el poder. Y el Partido Popular lleva gobernando aquí casi toda la vida...la presión fue constante. El foco estaba puesto en los 12 de Ciudadanos, hubo artículos donde nos llamaron “los 12 deseados” entonces, claro todo el mundo expectante. Estar en el ojo del huracán fue complicado. Todo el mundo se fija en lo que haces, en con quién hablas...y fueron días duros, para mí y para el resto. En la rueda de prensa que dimos en bloque, para dejar claro que diríamos que no a esa moción, yo dije lo que dijeron todos. Pero las imágenes se pueden ver: yo no estaba convencida, mi cara delata como me sentía. Veía movimientos extraños, cosas raras. Procuradores que estaban silenciosos, que se escondían. Yo no entendía nada. “Aquí hay algo que tú no entiendes María”, me dije. Y ya la semana previa a la moción ahí ya empezó a llamarnos todo el mundo, PP, PSOE, Ciudadanos...Yo no he contado las conversaciones que he tenido.

Fue una semana en la que todos sospechaban de los demás...

Tuvimos una reunión previa a la moción, dos días antes de que yo abandonase, en la que se nos dijo que teníamos que apoyar al Gobierno. Se convocó para que tuviésemos claro lo que teníamos que votar. Y yo no estaba de acuerdo. Y lo dije.

¿Qué pasó entonces?

Fue muy tenso. Yo me pronuncié, y otra procuradora también y otra que se marchó. Yo ahí ya decidí que no quería continuar.

Cuando usted manda el comunicado anunciando su salida del grupo, lo hace desde un correo que se llama “procuradoras”, en plural, lo que hace pensar que iban a salir más integrantes...

Yo tenía claro que me iba del grupo, lo decidí el jueves -el comunicado se mandó el viernes- y yo no sabía si alguna compañera más se iba a ir. Yo no me iba por la moción, me iba porque había pasado una semana muy dura, con acontecimientos muy duros y ya no quería estar en el grupo parlamentario y tomé la decisión saliera o no la moción adelante.

¿Y por qué se llamaba así el correo?

Puse ese nombre en plural porque si ponía sólo el mío el foco estaría en mí.

Pudo poner “procuradora”.

Puse procuradoras, fue el nombre.

Ya fuera del grupo y tras la moción de censura usted tuvo que pedir que cesasen las amenazas y presiones que estaba sufriendo ¿Quién la acosaba? Sé que desde Ciudadanos se preguntó al letrado de las Cortes si una procuradora no adscrita podía regresar al grupo ¿La acosó su antiguo partido?

A ver, depende a lo que llamemos presiones. Yo recibía llamadas y mensajes de excompañeros para pedirme por favor que volviera al grupo. Yo la decisión ya la tenía tomada y no me suelo echar para atrás, y menos con una decisión de esta envergadura. Yo decidí que me iba y en ese momento no sabía que iba a hacer con el acta, porque además esa semana estaba haciendo una mudanza, fue todo caótico y no tenía mucho tiempo para pensar en ello, estaba embalando cajas y claro, imagina la situación: estás embalando cajas y recibiendo llamadas y mensajes todo el rato, eso es un nivel de estrés. Las llamadas en las que me pedían que por favor volviera estuvieron bien, pero sí que hubo mensajes nada agradables.

¿De quién?

De gente que conozco, no voy a dar nombres ni apellidos. Eran de personas que conozco, unos están en política y otros no. Me decían que no era consciente del error que estaba cometiendo.

¿Le parecieron amenazantes?

Se pueden llegar a considerar amenazas, quizás.

En los días posteriores se filtran detalles de su vida privada, ¿por ahí iban esos mensajes?

No, en los mensajes escritos, no. Lo de que podían salir detalles de mi vida privada me lo advirtieron en llamadas, sí.

Así que la amenazaron con la posibilidad de desprestigiarla con asuntos personales...

Me informaron de ello, me dijeron que había gente que lo sabía. Jamás llegué a pensar que se podía cruzar esa línea. No sé realmente quien fue el artífice.

¿Cuántas llamadas recibió el día de la moción?

Uf, aún no las he mirado todas y sigo teniendo mensajes por contestar. En el buzón de voz tenía ciento y pico mensajes. Y mensajes de periodistas, de toda España, 70 u 80. También me escribieron de todos los partidos, y casi todo el mundo para darme su apoyo.

Pero el día de la moción el PP no le mostraría su apoyo...

Yo me llevo bien con algunas personas del PP y sí, me lo dieron. Nadie de ese partido me pidió que cambiase de idea ni que votase que no. Los días antes me llamó gente del PP, de Ciudadanos, del PSOE, del Grupo Mixto...En el PP sólo querían saber por qué había tomado esa decisión.

¿Cómo es su relación con el vicepresidente, Francisco Igea?

Ahora mismo no hay relación, de hecho me ha bloqueado en twitter y no sé por qué. Hablé con él al día siguiente de dejar el grupo y nos saludamos el día de la moción. Y no volvimos a hablar.

¿Cómo se plantea lo que queda de legislatura?

Ahora mismo está siendo complicado. Venir a los plenos es como volver a empezar porque estaba acostumbrada pertenecer a un grupo, a llevar un ritmo de trabajo y a trabajar en equipo y ahora trabajo solo y soy oposición. El papel ha cambiado y me tengo que adaptar a este nuevo papel, y si yo sigo cómoda y veo que puedo hacer cosas por los castellanos y leoneses, yo seguiré aquí hasta que la legislatura se agote. Pero, tampoco sé qué va a pasar con la legislatura...la política últimamente está dando muchísimos vuelcos, no sé que va a pasar de aquí a un año, o a seis meses o a tres.

¿Cree que puede que este gobierno no culmine la legislatura?

No lo sé, visto lo que hemos visto en los últimos meses todo es posible.

¿Qué es lo que no le ha gustado del que fue su grupo parlamentario?

El grupo tiene una dirección que decide quien hace una cosa u otra. Y yo a veces discrepaba, unas veces me hacían caso y otras no. Las relaciones no eran fáciles, pero no te puedes llevar bien con todo el mundo y esto pasa en todos los grupos, pero es verdad que aquí había una persona que hacía que el grupo no estuviese bien del todo y yo lo dije muchas veces, avisé al portavoz y nunca se decidió nada mientras esa persona seguía haciendo de las suyas...si a alguien le tocaba llevar algo, intentaba cambiarlo

¿Y con qué decisiones políticas no ha estado de acuerdo, aparte de la investigación en las residencias de ancianos?

Con respecto a las restricciones a los hosteleros, yo muchas veces cuando se decidía cerrar decía que si era para salvar vidas, era la primera en estar de acuerdo, pero que había que dar una alternativa económica para ellos, que había que tener un plan. Porque a ese hostelero cierra la trapa de su negocio y tiene que mantener un montón de gastos mensuales que nadie le está pagando. Yo soy autónoma y siempre me he puesto en la piel de esa gente. Si la hostelería cierra repercute a la economía en general, es un círculo, no se mueve el dinero. Nos tenemos que dar cuenta de que estamos sufriendo una pandemia que afecta a la salud de los ciudadanos pero también otra pandemia que afecta a la economía y a su salud. Hay personas que sufren ansiedad y depresión porque tienen problemas económicos muy graves. Ahí lo que hacía falta era equilibrio, y siempre me he mostrado muy crítica. Y no he sido la única, hace unos días el presidente del PP de Ávila, Carlos García se quejaba por el cierre de los bares en Arévalo.

¿Y qué contestaban?

El Ejecutivo siempre se ha justificado con que había un plan de choque, ayudas a los trabajadores en Erte, ayudas a los autónomos, con que era para salvar vidas. La justificación siempre era la misma y no me convencía. Lo que yo les trasladaba es lo que a mí me decía mucha gente de la calle durante muchos meses.

¿Se plante la adhesión al Grupo Mixto o la afiliación a otro partido?

Ahora mismo no se puede. El reglamento está planteado para castigar al no adscrito. Sí que he hablado con el Grupo Mixto -formado por Podemos, Unión del Pueblo Leonés, Por Ávila y Vox- y no tienen ningún problema, pero no lo permite el reglamento y tengo que seguir así hasta el final de la legislatura. De momento no me planteo la afiliación a otro partido, que sí podría, porque no sé si voy a seguir en política.

Pero sí que está dispuesta a seguir hasta el final de la legislatura...

Sí, si veo que estoy siendo útil, ahora creo que sí, que lo soy. Pero no sé si dentro de dos años tendré ganas de continuar. Estoy decepcionada con el que era mi grupo y con la política. Creo que la visión que transmitimos los políticos a los ciudadanos es un poco catastrófica. La política tiene que empezar a asentarse, hace falta más gente como yo, que no se ha dedicado a la política nunca, que entran aquí de nuevas y que realmente les importan los problemas de los ciudadanos y los vive en primera persona. Alguien que lleva 30 años siendo cargo público y teniendo un salario muy alto no puede entender sus problemas porque vive en otro mundo completamente diferente. Siempre he dicho que para ser buen político hay que tener los pies en el suelo, siempre. Aunque tengas coche oficial, de vez en cuando tienes que conducir tu coche. Hay que bajar al suelo siempre. Y en el momento que pierdes esa visión, de la ciudadanía, de la calle, no puedes gobernar porque no sabes qué hace falta. Yo no quiero llegar a ese nivel nunca. Ahora mismo, como sabes he pasado de los 5.500 a los 880 entonces soy una ciudadana más que no puede permitirse ciertos lujos. Y es muy sano y muy bueno que haya gente que realmente sepa que es no poder pagar la luz. Esto tendría que ser un reflejo de la sociedad y yo noto que no, que es totalmente ajeno.

¿Qué futuro ve a Ciudadanos?

Me gustaría que el partido sobreviviera, aún habiendo estado dentro y habiendo visto cosas que no me gustan, creo que hace falta un partido de centro, es necesario, pero hay que hacer las cosas bien.

Eso quiere decir que cree que se podía haber pactado con el PSOE en Castilla y León...

Perfectamente. El problema es que Ciudadanos tenía dos banderas muy buenas que eran la de la regeneración y apoyar a la lista más votada y aquí no se cumplió ni una cosa ni la otra. La gente que me conoce sabe que me ha costado mucho estar aquí cogobernando con el Partido Popular, desde el principio me costó, cómoda no estuve nunca.

Etiquetas
stats