Un Día de Castilla que León siente poco y la pandemia termina de diluir este año
Por San Blas, cuando a principios de febrero dicen que regresan las cigüeñas -aunque son las únicas que ya no se van de León-, el coronavirus era un breve en los telediarios de España y procedente de una desconocida región de China. A eso sonaba en nuestras latitudes: a chino. Incluso a cuento chino.
Este 23 de abril del año 2020, institucional y oficialmente Día de la Comunidad de Castilla y León, el maldito virus suma sólo en la provincia más de 2.500 infectados y de 325 muertos, y en la actual autonomía casi 17.000 que han estado enfermos y 1.600 víctimas mortales.
Ocurrían dos cosas por aquel San Blas. La primera era que, después de varios anuncios de Ciudadanos, socios del PP en el Gobierno de la Junta de Castilla y León, de que la Fundación Villalar desaparecería por “incumplir” sus objetivos de 'hacer Comunidad', aquel 3 de febrero en realidad se apuntaló aún más esta organización que se encarga, bajo presidencia del Parlamento autonómico, de organizar los fastos del llamado Día de los Comuneros. Zanjada a polémica de ida y vuelta, se comenzaron los preparativos de la fiesta institucional y de la popular en la campa de Villalar.
El año de las mociones
También se cumplían poco más de dos meses desde que el alcalde de León, José Antonio Diez, del PSOE, destapara la caja de los truenos de la reivindicación de una comunidad autónoma propia para la Región Leonesa. Una ruptura con Castilla que, aunque con pleno sustento constitucional, prendía la mecha de un 'incendio' visible desde toda España.
Para San Blas el reguero de mociones aprobadas sobre 'León solo' no hacía mas que crecer, calentando un debate político que dejaba diferencia de criterios dentro del PSOE, rechazo formal del PP y Ciudadanos -aunque no pocos concejales suyos las apoyaban-, apoyos en casi todos los concejales de Podemos y el entusiasmo de Unión del Pueblo Leonés (UPL).
El recuento de los apoyos al 'Lexit'
Así, antes de explotar la pandemia sanitaria de la Covid-19 ya se había aprobado la moción por la Región Leonesa sin Castilla un total de 25 ayuntamientos de la provincia, entre ellos los muy poblados y relevantes de León capital y Villaquilambre, frente a sólo tres en los que el resultado había sido 'no'.
Y eran 27 si se sumaban los casos de un ayuntamiento en la provincia de Zamora y otro en la de Salamanca. Más de un tercio de la población de la provincia se manifestaba así, al menos en sus consistorios, favorable a decir adiós a Castilla.
Este 23 de abril no habrá fiesta alguna del Día de Castilla y León. Tampoco habrá contraataque leonés o leonesista, más allá de alguna propuesta social de aprovechar lo que siempre, con retranca, se denominó San Ikea -por aquello de huir de León a territorio astur-, y manifestar en ventanas y balcones el orgullo por la tierrina cazurra.
Los políticos leoneses, y en especial aquellos que ostentan representación en las Cortes autonómicas, no siempre coinciden en la misma visión. Incluso siendo del mismo partido.
Dos voces discrepantes del PSOE
Ocurre, por ejemplo, entre el alcalde de León y la secretaria de Organización de la Ejecutiva Provincial socialista y procuradora autonómica, Nuria Rubio. El primero, por ejemplo, reniega del eslogan elegido este año por la Junta para el Día de la Comunidad, que reza “Unidos somos más fuertes”. Porque “las cosas se demuestran andando”, replica José Antonio Diez, que recuerda sin ir más lejos los últimos datos del padrón que restan 7.000 habitantes de la Región leonesa “mientras sólo gana la región de Castilla, Ávila aparte”.
Mientras, Rubio defiende que en tiempos que “no son para fiestas, con miles de muertos” es “mejor la solidaridad juntos”, siendo “una unidad fuerte de ayuda entre gobiernos, que es más importante que las personas de cada territorio”. De hecho, considera que el debate leonesista durante “una crisis que demuestra que estamos globalizados, que lo que ocurre en China daña o ayuda en León”, es “populista e irreal”.
Opina la joven política socialista que “es tiempo de que los políticos nos pongamos a la altura de los ciudadanos” y que lo necesario ahora es “sumar, no separar”, incluso aunque se tenga claro, como ella, que “hay que ayudar a quien más lo necesite, Zamora, Salamanca, León o quien sea”.
“Como siempre, un día sin más”
El alcalde Díez aplica el mismo criterio, esto es, que “ahora hay que arrimar el hombre y ayudar a los más vulnerales”, en términos de territorios como de personas, y por eso cree que “cuando pase todo esto” será tiempo de retomar una reivindicación para evidenciar “qué han hecho dentro de sus funciones instituciones como la Junta de Castilla y León”. Y mientras, celebrar el 23 de abril “como siempre, como para la mayor parte de los leoneses, como un día sin más”.
Dentro del PP, su presidente provincial, Juan Martínez Majo, tampoco será especialmente festivo porque “estaré trabajando en la delegación de la Junta” -de la que es responsable provincial tras perder la presidencia de la Diputación- para paliar los efectos, sobre todo los más urgentes, los sanitarios, del coronavirus.
El PP da el debate leonés por “zanjado”
Afea Majo que abrir otros debates ahora es poco menos que “restar esfuerzos”. Y considera que “otros debates” en referencia a los territoriales para separar a León “están apartados” en el actual contexto sanitario y económico, “aunque por mi parte ya estaban zanjados”. A favor de Castilla y León unidos, claro.
El portavoz en la Dirección Provincial del PP y también procurador autonómico, el abogado Ricardo Gavilanes, se estrenaría este jueves en los actos institucionales del Día de Castilla y León en Valladolid. Pero seguirá “como estos días, confinado, que es lo que toca”.
Igual que toca “seguir unidos”, como reza el eslogan de la Junta, porque entiende que “unidos somos más fuertes, y eso no tiene que ver con el leonesismo sino con una situación crítica” que es y será “impresionante” por su dureza. Por eso, defiende que “no es momento de ningún otro debate”, como de ninguna fiesta que valga.
Duras críticas de UPL a la Junta
Líder de UPL y también cabeza visible -ahora la única- del leonesismo en el Parlamento autonómico, Luis Mariano Santos, cree directamente poco menos que un insulto dedicar ingentes cantidades de dinero de la Junta en campañas como la de 'Unidos seremos más fuertes“, algo que tilda de ”hipócrita y falso“, instando a que ese dinero ”se done a la lucha contra el coronavirus“ y su impacto en todos los órdenes. Es algo que opinaría, justifica, ”si lo hiciera el Ayuntamiento de León tres días antes de las fiestas de San Juan“.
“Sin ánimo de molestar”, el 23 de abril para Santos “no significa absolutamente nada, como casi todos los leoneses” y es un día excelente para manifestar que “no veo el momento de marcharme de aquí” -por la Comunidad, se entiende-. Porque “aunque haya otras prioridades” por la pandemia “hay que ser muy torpes y muy egoístas para no hacer lo que quiere la mayoría de la ciudadanía”, en referencia a unas exitosas mociones que espera que se activen cuando ya esté en marcha “la reconstrucción”. “Lo primero, la alerta sanitaria, ya habrá tiempo de hablar de León, Zamora y Salamanca”, promete.
Podemos contra el “trampantojo”
Finalmente, el líder autonómico de Podemos y procurador 'unionista', el leonés Pablo Fernández, defiende que “en este contexto que vivimos, estoy seguro de que la Covid no entiende ni de la región leonesa ni de la castellana”. Lo cual quiere decir que a su entender ahora no toca ahondar en el debate pero sí es un debate que es necesario tener y zanjar, “porque a futuro es obligatorio que se produzca una reconstrucción equitativa”.
Lo que manda ahora, defiende, es “una crisis sanitaria, social y económica sin parangón” en la que “no hay nada que celebrar” ni en Valladolid ni en ningún sitio porque “toda prioridad ahora es salvar vidas y reconstruir lo que nos rodea”. Y recuerda Fernández que tal es el compromiso de Podemos con “una realidad -la leonesista- que siente una parte importante de la ciudadanía” que “fuimos junto a UPL los únicos que votamos por la disolución de la Fundación Villalar, ahora llamada Fundación Castilla y León” en la que la PP y Ciudadanos hicieron “una filfa, un trampantojo”.
