El yacimiento de Lancia no se tapa
Los restos arqueológicos descubiertos el pasado verano durante los trabajos de construcción del tramo León-Santas Martas de la autovía A-60 (León-Valladolid) no se taparán. Eso es lo que ha decidido la Comisión autonómica de Patrimonio Cultural, reunida este miércoles en Valladolid para decidir qué hacer con los casi 40.000 metros cuadrados de vestigios aparecidos al pie del cerro de Lancia y que han paralizado durante meses los trabajos de la autovía.
En concreto, la Comisión, integrada por catorce expertos, requiere al promotor –el Ministerio de Fomento- “la adopción de medidas correctoras que permitan compatibilizar la conservación y lectura permanente y visible del conjunto de estructuras y elementos arqueológicos hallados con la efectiva construcción de la autovía León-Valladolid en este tramo, infraestructura que los miembros de la Comisión consideran necesaria”. “Estas medidas se contendrán en un proyecto específico que deberá ser autorizado por la Consejería de Cultura y Turismo”, añade el comunicado.
Y es que el pasado mes de noviembre los miembros de la Comisión Territorial de Patrimonio de la provincia de León no consiguieron llegar a un acuerdo sobre el futuro de tales restos, por lo que se vieron obligados a trasladar el tema a la Comisión autonómica. El propio informe de los arqueólogos contratados por Ferrovial, la empresa adjudicataria de los trabajos, aconsejaba documentar los restos y taparlos con tierra y 'una malla geotextil'. La mayoría de los miembros de la comisión provincial siguieron esta recomendación excepto dos, por lo que no se produjo la necesaria unanimidad y el asunto se envió a Valladolid.
Ahora, la Comisión autonómica no sólo rechaza el informe de la empresa arqueológica sino que pide textualmente “caracterizar e interpretar con mayor concreción” los restos, “completar el estudio de los materiales” hallados y proponer las medidas para la “protección temporal” de los restos ya exhumados, es decir, “completar el estudio arqueológico presentado”. El texto es claro: “La Comisión ha decidido no aceptar la medida contenida en el informe, que proponía cubrir de nuevo los restos para que quedaran en el futuro bajo el terraplén de la autovía”.
Los miembros de la Comisión han considerado que, con independencia de la “necesaria culminación técnica del informe arqueológico”, “la cantidad, tipología e importancia histórica y patrimonial del conjunto de estructuras y elementos que ya se describen en el informe dotan a estas áreas excavadas de gran importancia en la definición, visualización y comprensión de la antigua ciudad de Lancia, declarado Bien de Interés Cultural, y que su definitiva ocultación no resulta pertinente en relación a la importancia patrimonial que adquiere todo el yacimiento”.
Durante el verano se sacaron a la luz vestigios que corresponderían a la zona de talleres, almacenes, graneros y residencias de trabajadores, en contraste con los restos ubicados en lo alto del cerro de Lancia y conocidos desde antiguo, pero que equivaldría sólo a la 'zona noble' de la población. En concreto, los arqueólogos desenterraron dos hornos, cimientos de casas y talleres, muros y pavimentos de dos grandes edificios, y gran cantidad de restos humanos y objetos personales asociados a sus tumbas. La plataforma cívica Salvemos Lancia desarrolló una intensa labor recogiendo firmas y organizando charlas para impedir la destrucción del yacimiento y solicitando su puesta en valor y su conversión en un foco de atracción turística.
