Victorino Alonso gana a Hunosa el proceso penal por el caso del carbón desaparecido

El empresario minero Victorino Alonso. Carlos S. Campillo / ICAL

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La Audiencia Provincial de Oviedo dictó el pasado 15 de julio una sentencia firme desestimando la apelación presentada por Hulleras del Norte, S.A. (Hunosa) contra el archivo de las diligencias previas dictado por el Juzgado de Instrucción de Cangas del Narcea en la causa derivada de la denuncia de ésta por estafa, apropiación indebida y falsedad en documento mercantil contra Unión Minera del Norte (Uminsa).

Según informaron desde la empresa del grupo Alonso, esta sentencia cierra definitivamente el procedimiento penal abierto por Hunosa y confirma las tesis de Uminsa, que siempre afirmó que disponía de carbón suficiente para cumplir con los contratos, y en su fallo desestima las alegaciones contra las sentencias del Juzgado de Cangas del Narcea.

Así, explica que las tesis de Hunosa carecen de fundamento al sostener que solamente el carbón del primer informe -de los dos realizados por la perito designada por el Colegio de Ingenieros de Minas- era carbón térmico y que, por el contrario, los carbones del segundo informe “previo tratamiento y procesos de mezclas, en principio podrían tener como destino de uso cualquiera de las centrales térmicas de las que figuran en los contratos” y que existen además causas técnicas “para no lavar de inmediato el carbón bruto y es el peligro de auto-combustión.”

Tanto en la sentencia, como en las declaraciones de los testigos realizadas en sede judicial, ha quedado acreditado que Hunosa faltó a la verdad al afirmar que, gracias a la querella criminal, Uminsa y Coto Minero Cantábrico (CMC) pusieron a disposición del Almacén Estratégico de Carbón Temporal (AETC) nuevos carbones para sustituir a los que faltaban.

En este sentido, desde Uminsa destacan las declaraciones de varios testigos que apuntan a que antes de concluir el primer informe -dos meses antes de la presentación de la querella-, ambas mineras ya indicaron la existencia de más apiles disponibles en el AETC que era preciso medir. “Por tanto, estos carbones no aparecieron por 'generación espontánea', como cabría deducir de algunas manifestaciones de Hunosa, si no que siempre estuvieron allí”, añaden.

También recalca que existe “constancia escrita mediante correo electrónico” y que es “la prueba definitiva de la mala fe que preside la actuación de Hunosa”. “Hay que tener en cuenta que este ofrecimiento del segundo Informe -el definitivo-, se realizó unos días antes de que se presentase la querella, por lo que resulta incomprensible que Hunosa no quisiera saber cuánto carbón había disponible para el cumplimiento de los contratos”, puntualizan desde Uminsa.

Daños a Uminsa y CMC

Así, señalan que se deduce que Hunosa pretendió en todo momento “forzar el incumplimiento de los contratos, causando gravísimos daños y perjuicios tanto a Uminsa y CMC como a sus Administradores y Apoderado General, contra quien se abrió una causa penal con campaña mediática incluida para dictar sentencia, que ahora debería causar sonrojo a sus autores”.

Por otro lado, recalcaron que Hunosa, debido a la situación de liquidación de CMC y de concurso de Uminsa, deberá soportar pérdidas muy significativas en la ejecución de unos contratos “que, gestionados adecuadamente le habrían reportado beneficios y que, como consecuencia de su inconcebible estrategia de 'acoso y derribo', han provocado la pérdida de 1.000 empleos en las empresas auxiliares”.

En esta línea, también le reprochan que ha puesto en situación de grave riesgo los algo más de 1.100 empleos que aún se mantienen porque tendrán que enfrentarse ahora a una reclamación por las pérdidas sufridas por ambas compañías que -según se desprende de sus respectivos concursos- podrían rondar los 120 millones de euros.

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