Un verano marcado por la austeridad

Sara M.

Comienza oficialmente el otoño. A pesar de que el termométro no lo indique, de que todavía no se presente la necesidad de sacar del armario los abrigos, las bufandas y de usar el paragüas las fechas no engañan. Este viernes 23 de septiembre a las 11.03 minutos cambiamos de estación. Se dejan atrás las vaciones, se reabren nuevamente colegios y universidades, con polémica incluída y se vuelve al trabajo, con suerte. El verano, que lamentablemente no ha sido muy largo, nos deja un saldo aceptable.

Este verano las piscinas han permanecido menos atestadas de gente y los niños han podido campar a sus anchas saltando sin miedo a dañar a algún despistado. Las temperaturas de julio no acompañaron y se registraron descensos en la afluencia del 10% al 15% en Sáenz de Miera y en la Palomera con respecto a estíos anteriores.

En cuanto a la accidentalidad el balance ha sido positivo, bien sea por el aumento de los controles de tráfico o de que por fin las campañas y las medidas comienzan a surtir efecto, desciende la siniestralidad en carreteras un 50%. En el verano del 2010 se produjeron ocho accidentes mortales en la provincia, el saldo de este verano han sido cuatro accidentes mortales durante los tres meses que dejamos atrás.

Lugareños y foráneos han intentado gastar menos durante las vaciones. Así lo explica Pedro Llamas, presidente de los hosteleros de León, que asegura que “se ha conseguido una recaudación del 15% al 20% menos que el año anterior, aunque hay que tener en cuenta que el año pasado fue Xacobeo”. A pesar de esto matiza que “se encuentran satisfechos y que septiembre está resultando un mes muy bueno”. “Este verano ha habido mucha gente aunque ha gastado menos, ahora se demandan más los menús económicos y se buscan los precios más baratos”, indica. A pesar de que los hosteleros han sufrido cuarenta meses continuados de bajadas en ventas comparadas se muestran esperanzados, “creemos que la próxima primavera se tocará fondo y empezaremos a remontar”, afirma Llamas.

Los hoteleros de la provincia se han llevado la peor parte, han perdido en agosto casi 40.000 pernoctaciones. León capital parece salvarse del declive, desde el año 2008 ha aumentado casi en 80.000 hospedajes, superando en cifras al resto de la provincia. Ahora sólo queda esperar a que los datos comiencen a remontar y a pensar en las próximas vacaciones.

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