UGT defiende a los funcionarios de prisiones y critica la “falta de sensibilidad”
La sección sindical de prisiones de la FSP-UGT de León, ante las denuncias presentadas por UPyD respecto al incumplimiento de horarios de los funcionarios de segunda actividad del centro penitenciario de León, ha manifestado que la prisión de León es uno de los centros de España “con mayor número de funcionarios en segunda actividad, por ser la plantilla más envejecida de España, su edad media pasa de los 50 años”. Asimismo han asegurado que la 'Segunda Actividad' es una situación laboral especial que se aplica a los mayores de 57 años y que llevan más de 25 años en contacto directo con internos, por lo que sus condiciones psicofísicas ya no son las más idóneas
para continuar realizando esas funciones, debido al especial desgaste que ello conlleva. Estas situaciones laborales son similares a las que existen en otros cuerpos como la policía o la Guardia Civil“.
Los actuales horarios existentes para los funcionarios de Segunda Actividad en la prisión de León “fueron pactados con los sindicatos, para conseguir una mayor
efectividad“, han dicho, añadiendo que ”no es posible por falta de espacio, entre otros motivos, tener a 70 funcionarios en horario de mañana de lunes a viernes“.
“Para ello se propusieron horarios especiales que regulaban las jornadas de mañana y tarde así como el disfrute de las vacaciones y los días de asuntos propios. Con lo cual en el cómputo anual el número de horas trabajadas por estos funcionarios es igual o similar al del resto de trabajadores del Centro Penitenciario”.
De la misma manera han sostenido que “la realización de estos horarios ha permitido una mejor optimización de los recursos humanos, con la realización de tareas que de otro modo no se habrían podido realizar”.
Finalmente desde UGT han querido manifestar que “nos parece de una crueldad incalificable que, para defender intereses expúreos de unas personas que pertenecen o son
afines a UPyD, se utilice como cabezas de turco la situacion laboral de unos trabajadores que, por su edad y año de ingreso en el cuerpo, han tenido que soportar los peores años de la historia democrática en las prisiones españolas, los años 70 y 80 durante los cuales se produjeron innumerables motines, secuestros y agresiones, sumado a la situacion de inseguridad provocada por ser considerado nuestro colectivo como objetivo terrorista“.
“Es inaudito que alguien pueda mostrar esa insensibilidad con compañeros en el tramo final de su carrera profesional, pero lo es aún más, que una formación democrática que pretende ser reformista, se deje utilizar por las fuerzas más siniestras y oscuras de los que siempre han estado, de una u otra forma ocupando despachos oficiales”, han concluido.
