Los trabajadores de banca exigen otras medidas al margen de los despidos
Los trabajadores del sector financiero de León, del que forman parte unos dos mil empleados entre Bankia, Caixa Nova Galicia y Caja España Duero, han elegido este martes la Plaza de las Cortes Leonesas, justo al lado de la sede de Nova Caixa Galicia, para iniciar una serie de protestas que eviten que la restructuración que exige Europa se limite únicamente a despidos.
Esta protesta de delegados del sector financiero se ha llevado a cabo en varias provincias justo en el momento en el que se abre el periodo de consultas del ERE previsto en Nova Galicia, el segundo banco nacionalizado tras Bankia y al que seguirá el de Caja España, que según Fernando Trigueros del sector bancario de CC.OO, prácticamente se puede considerar nacionalizada.
“Exigimos una mesa de negociación porque los trabajadores no tenemos la culpa de un problema achacable a los gestores, supervisores y reguladores y por eso pedimos que no se produzca ningún despido”, ha matizado Fernando Trigueros.
De los dos mil trabajadores de este sector en León los recortes que exige Europa afectarían a 1.200 personas, pero tal y como explica el delegado de CC.OO, Europa no ha fijado ni cómo ni cuándo debe llevarse a cabo esta operación“.
La protesta demanda que este periodo de ajuste en Caja España, la siguiente en lista al margen de la paralizada negociación de su anexión a Unicaja, se prolongue hasta 2017, convencidos de que lo suceda en Bankia se trasladará a la antigua Caja de León.
Otras protestas
Los trabajadores entienden que se pueden arbitrar otras medidas como prejubilizaciones o bajas incentivadas y mientras no se establezca una mesa de negociación continuarán con las protestas, tal y como ha explicado Fernando Trigueros, el interlocutor de los manifestantes.
Entre las medidas previstas no se descartan paros parciales e incluso huelgas y baraja una posible manifestación en la capital leonesa por la tarde para que puedan acudir los trabajadores.
Pero lo que tienen claro es que no van a negociar un porcentaje de despidos a la baja porque “entendemos que existen otras medidas acometer la reestructuración de plantillas y oficinas que exige Europa”.
